Sabor, comodidad y variedad en el plato, ese parece ser el lema de la comida para llevar.
No se para ti, pero para mi el año real empieza en septiembre, e igual que hacemos en enero, cuando empieza el nuevo ciclo, hacemos una lista de buenísimos propósitos que con el paso de los días, por la inercia vertiginosa, se va al garete.
Uno de estos firmes propósitos es comer sano y comida caliente, aun así casi siempre a los pocos días podemos terminar tirando la toalla y comiendo fiambres veganos, o fake burgers entre pan integral, y en el mejor de los casos pasta sin gluten con tomate y parmesano de anacardos, un puñado de frutos secos, kombucha, unas piezas de fruta y algún licuado verde. Vamos que, digámonos la verdad, esta es más comida de estudiante que comparte piso y por principios no quiere matar animales que una comida nutritiva de verdad, o quizá sea una comida que nos saque de apuros para salir del paso una noche, pero desde luego no para correr la maratón del día a día.
En un mundo que siempre está en movimiento, a menudo no tenemos tiempo para cocinar o incluso para sentarnos en un restaurante durante horas. Ahí es donde entra en juego la opción eficaz de la comida para llevar o take away que además está en auge por múltiples razones.
A ver me sincero, yo soy cocinitas, y el tiempo que paso en la cocina para mi es tiempo de calidad, aun así reconozco todas las ventajas de que te pongan “la taula i a menjar”, y claro, también de vez en cuando me sirvo de una buena ración de fríjoles y arepa del take away del paisa en la Gran Vía, porque eso de que te cocinen comida casera es un lujazo.
Admito que la palabra clave aquí es "comodidad". Sé lo que es un día largo en el trabajo, o llegar a casa agotada después de un largo viaje. La última cosa que deseas es pasar horas en la cocina. Con la comida para llevar, te relajas, simplemente eliges tu plato favorito, haces el pedido y a esperar a que llegue a tu puerta. Nada podría ser más gratificante, bueno sí, que tu mamá o tu pareja te estuviera esperando con la comida preparada …
Otro gran atractivo de la comida para llevar es la increíble variedad de opciones gastronómicas disponibles, si te antojas de una paella vegana jugosa, o de un curry fragante, un padthaiwok, tacos mexicanos. Todas las tendencias gastronómicas valen porque siempre habrá un restaurante que lo cubra y esto nos permite explorar recetas y culturas sin salir de casa, al final la comida tradicional es la expresión de una cultura.
Y qué me dices cuando tienes invitados a comer o te avisan a última hora, la comida para llevar es un salvavidas, pero si además tus invitados tienen diferentes necesidades dietéticas, es un puntazo personalizar el pedido según las preferencias y además quedas como una reina, bueno como un reine.
Y aquí viene la parte más gustosa, la que menos gracia nos hace en la cocina, ¡limpiar! Y no es que se nos caigan los anillos por limpiar, pero ¡todos los días!
Con el take away, no hay que preocuparse por lavar platos, sartenes o limpiar la cocina, solo hay que separar los envases para el reciclaje, y a relajarnos.
Bueno, la última impresión que os quiero dar es que estoy fomentando abandonar el cuadro de mandos de tu casa “la cocina”, que también considero que es el centro de salud más cercano, donde se gestan las cosas más importantes del hogar, pero poder contar con las opciones más wholesome de la city, la vida es color de rosa.