VALÈNCIA. El 'tiempo muerto' es una herramienta utilizada en el baloncesto para intentar cambiar la deriva de un partido: parar un minuto, reflexionar, establecer nuevas instrucciones o recordar otras ya explicadas, y continuar. Es lo que pide que se haga parte del vecindario del Cabanyal-Canyamelar con el Plan Especial que tramita el Ayuntamiento de València para el barrio marítimo.
Hace aproximadamente un año desde que salió a exposición pública, y los interesados han presentado sus respectivas alegaciones. No son pocas, y en el consistorio, concretamente en el área de Urbanismo que dirige Sandra Gómez, trabajan para tener contestación a todas ellas en febrero, y llevar así el Plan Especial (PECC) al pleno de este mes. Pero pese a las diferentes mejoras anunciadas por el Ayuntamiento, el planteamiento no acaba de agradar a parte del tejido asociativo, donde, ciertamente, la redacción de este Plan ha hecho aflorar distintas sensibilidades en el barrio.
Si bien existe un consenso generalizado en torno a la necesidad de este nuevo paraguas urbanístico que proteja el patrimonio y contribuya a regenerar la zona, manifiestamente degradada y abandonada durante años por el anterior gobierno municipal, hay quien sostiene posturas más reivindicativas. Es, por ejemplo, el caso de asociaciones como Cabanyal Horta, los miembros de las Villas de Las Arenas, de Pavimar, de Cuidem Cabanyal, Espai Veïnal, Zero Incivics, Per l'Horta, Brufol, o la plataforma de los Bloques Portuarios.
Sostienen que el Plan, pese a avanzar en la protección del barrio, continúa cayendo en prácticas "depredadoras" y urbanísticamente agresivas para el entorno de la fachada marítima. Recogidas en un documento numerosas peticiones, estas asociaciones ya están recabando firmas de apoyo para enviarlas al consistorio. El objetivo: repensar algunos aspectos. Por ahora, dicen en Urbanismo, todavía no ha llegado nada. No tardará en hacerlo.
Uno de los apartados proyectados por el Ayuntamiento y que menos gusta es el referente al eje central del barrio, que viaja desde el Puerto hasta la Avenida de Tarongers, pasando por los Bloques Portuarios. Y en efecto, una de sus principales solicitudes se refiere a esto: la intención es continuar con la aprobación del PECC, pero excluyendo este sector y postergando su desarrollo a más adelante; replantearlo. Es decir, dejar este espacio en blanco sobre el papel, en 'stand by', mientras se tramita el resto del Plan, tan necesario para la protección y regeneración de la llamada 'zona cero'.
Los impulsores del mencionado documento son, entre otros, Silvia Sánchez, de Cabanyal Horta, Jaime Pérez, de las Villas de Las Arenas, y Diego Linares, de Bloques Portuarios, quienes explican cómo se plasmaría todo ello en términos urbanísticos: pasaría por crear una Unidad de Ejecución única que abarcaría todos los espacios actualmente vacantes en esta área así como los Bloques Portuarios.
Así, este eje se desarrollaría a parte del PECC y una posibilidad para su diseño sería, a juicio de estos vecinos, la convocatoria de un concurso para expertos urbanistas. Hay que recordar a este respecto que ya hay encima de la mesa una propuesta técnica de estos mismos representantes vecinales para esta misma parte del barrio, bajo el nombre de Vía Verde, que ya fue publicada en su momento por Valencia Plaza. Se trata, a la postre, de una suerte de parque lineal para coser el barrio que reordena las edificaciones de una forma más "amable", según los redactores.