VALÈNCIA. Seguridad, transporte público, clima y, por supuesto, una rápida conexión a internet. Estos son algunos de los aspectos que sitúan València como la ciudad española mejor valorada por los nómadas digitales. Este término viene a definir aquellos profesionales que pueden llevar a cabo un estilo de vida sin ataduras espaciales. Utilizan las nuevas tecnologías para trabajar y pueden hacerlo de forma remota, lo que les permite poder ir cambiando de lugar de residencia y descubrir nuevas partes del mundo.
Un estilo, no exento de polémica por sus posibles efectos sobre los residentes de las ciudades y el precio de la vivienda, que ha ido ganando enteros en el 'Cap i Casal' en los últimos años, hasta el punto de que la ciudad se haya convertido en la segunda con más perfiles de este tipo. Según datos de Nomads, principal plataforma de nómadas digitales con más de 100.000 miembros, la ciudad de València alberga en la actualidad a más de 3.200 profesionales con este estilo de vida, solamente superada en el territorio nacional por Barcelona, que aúna en torno a 6.000. Madrid completa el 'top 3', con 2.800 nómadas.
Mejor valorada que París o Seoul
A nivel mundial, València ocupa la posición número 16 entre las ciudades con mayor número de nómadas digitales, situándose al nivel de ciudades sustancialmente más pobladas, como Toronto, y superando a otras como Seoul, París o Montreal. Los factores que motivan este hecho son varios, aunque se podrían resumir en que València cuenta con una valoración positiva en la mayoría de ámbitos y el coste de vida para este tipo de perfiles se sitúa por debajo de las ciudades con las que compite.

- Espacio de coworking de Wayco -
- Foto: EP/WAYCO
Según la citada plataforma, un nómada necesita en torno a 3.100 euros mensuales - 3.600 dólares - para vivir en València, lo que supone en torno a 1.000 euros menos que Madrid, Barcelona o Marbella. Al mismo tiempo, ofrece una conexión a internet correcta, una buena calidad de vida, seguridad para los ciudadanos, así como un unos "excelentes" servicios en materia de hospitales o centros de trabajo remoto. Con ello, los nómadas otorgan a València una puntuación de 3,12 sobre 5.
La plataforma ofrece información a los usuarios con recomendaciones sobre espacios y servicios de la ciudad. En este sentido, recomiendan el barrio de Faitanar para vivir y los coworkings de Wayco y Botánico Creativo como espacios donde trabajar. Nomads también ofrece información sobre portales para comprar en internet, plataformas para comprar productos electrónicos o aerolíneas con las que viajar.
Una oficina para atraer nómadas digitales

- Espacio de Las Naves en La Harinera
- Foto: KIKE TABERNER
En este contexto, el Ayuntamiento de València, a través de la fundación Las Naves, quiere aprovechar “el creciente fenómeno del nomadismo digital” que consideran una “oportunidad estratégica” para la ciudad. Así lo recoge el propio Plan de acción para la atracción y gestión de nómadas digitales de València. Precisamente una de las acciones de este plan ha sido la creación de una oficina para captar y asesorar a estos perfiles de profesionales que llegan a la ciudad.
Hace unas semanas la fundación Las Naves adjudicó por 66.300 euros la creación de esta oficina, un contrato con un plazo de 12 meses prorrogable hasta los tres años. Está oficina estará físicamente ubicada en el edificio de La Harinera, sede de València Innovation Capital, y atenderá unas 15 horas semanales. El consistorio pretende que como resultado de este contrato se logre “incrementar la visibilidad y posicionamiento internacional de València como destino de referencia para nómadas digitales”.
El diagnóstico de la fundación considera que los nómadas digitales contribuyen “al incremento del consumo en sectores como la hostelería, restauración, comercio, movilidad y servicios especializados, así como a la generación de empleo cualificado”. En cambio, este mismo plan reconoce que precisamente la vivienda es una de las debilidades de València para la atracción de estos perfiles. Teniendo en cuenta esta demanda, precisamente están proliferando en los últimos tiempos opciones residenciales enfocadas a este tipo de profesionales nómadas. Se trata de alojamientos 'flexibles' como el co-living o el flex-living que combinan estancias privadas con zonas comunes y servicios compartidos —como coworkings, gimnasios o espacios de ocio— y que ofrecen contratos más flexibles que el alquiler tradicional.