VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València quiere atraer más nómadas digitales a la ciudad. Para ello, a través de la fundación municipal Las Naves, ha adjudicado un contrato por 66.300 euros (IVA excluído) a la mercantil Pleyad Tech, en colaboración con la empresa My Tech Plan, para crear una oficina que atienda y oriente a estos profesionales. El contrato tendrá una duración inicial de 12 meses prorrogables hasta un máximo de tres años.
Los pliegos contemplan que la adjudicataria proporcione los medios técnicos necesarios para implementar el Plan de Nómadas Digitales de València, que implica diseñar y poner en marcha desde acciones de captación y acogida a los recién llegados —incluyendo información sobre vivienda, movilidad o espacios de coworking— hasta su integración en la comunidad local mediante actividades de networking.
El servicio incluirá también atención presencial en la sede de València Innovation Capital, en el edificio de La Harinera, con un mínimo de 15 horas semanales. A la licitación se presentaron dos ofertas y finalmente se ha adjudicado a Pleyad Tech, cuya propuesta fue la más económica. El consistorio pretende que como resultado de este contrato se logre “incrementar la visibilidad y posicionamiento internacional de València como destino de referencia para nómadas digitales”.
Aprovechar un fenómeno en auge
Actualmente, según el portal de referencia Nomad List, en la ciudad de València hay unos 2.800 nómadas digitales, pero la estrategia del gobierno que dirige María José Catalá pasa por aprovechar el “creciente fenómeno del nomadismo digital” para atraer más perfiles de este tipo y “maximizar sus beneficios económicos, sociales y culturales en favor de la comunidad local”. El citado plan considera que la captación de estos profesionales contribuye “al incremento del consumo en sectores como la hostelería, restauración, comercio, movilidad y servicios especializados, así como a la generación de empleo cualificado”.

- Edificio La Harinera -
- Foto: KIKE TABERNER
La vivienda, una de las "debilidades" de la ciudad
El documento subraya que València parte de una posición ventajosa para atraer a profesionales remotos gracias a su “infraestructura tecnológica, la seguridad urbana, la oferta cultural y el clima mediterráneo”. Sin embargo, el propio diagnóstico reconoce que el incremento de los costes de la vivienda constituye una de las principales debilidades de la ciudad. Sobre este aspecto, la propia concejala de Captación de Inversiones e Innovación, Paula Llobet, reconocía en una entrevista a Valencia Plaza que para el consistorio es "una prioridad" atajar el "problema de oferta de vivienda" también de cara a la atracción de empresas.
No en vano, la crisis de vivienda ya es la primera preocupación de los valencianos según el último infobarómetro municipal. En este sentido, partidos de la oposición como Compromís han afeado al gobierno local que apueste por la atracción de estos perfiles de trabajadores en remoto al considerar que contribuyen a tensionar todavía más el mercado de la vivienda. El director de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV), Fernando Cos-Gayón, alertaba hace unos meses de que "la cantidad de gente que vienen a vivir a València es tal que no hay posibilidad de alojarlos” y señalaba que “los que llegan con altos salarios están tensando los precios hacia arriba”.

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De hecho, según datos del el Colegio Notarial de Valencia los foráneos pagan de media 20.000 euros más que los valencianos por un inmueble en la Comunitat. En cuanto al alquiler, ya en 2023 la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana ya advirtió que desde la pandemia se había incrementado la demanda de vivienda por parte de nómadas digitales en València y que por su mayor poder adquisitivo contribuían a tensionar los precios.
Nuevos modelos residenciales para los nómadas
Aunque en el caso de los nómadas digitales, están proliferando en el mercado inmobiliario opciones pensadas ad hoc para estos perfiles. Se trata de las tipologías residenciales de coliving o flexliving, fórmulas que combinan estancias privadas con zonas comunes y servicios compartidos —como coworkings, gimnasios o espacios de ocio— y que ofrecen contratos más flexibles que el alquiler tradicional. Estos modelos, muy demandados por profesionales internacionales que buscan integración comunitaria y facilidad para estancias temporales, están ganando terreno en València. En los últimos tiempos han aflorado numerosos proyectos de este tipo, especialmente en los barrios de la fachada marítima de València, donde la proximidad a la playa y a entornos tecnológicos como la Marina se convierten en un reclamo añadido para este perfil de inquilinos.