VALÈNCIA. La alcaldesa de València, María José Catalá, ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de la okupación con el anuncio, el pasado jueves, de la creación de una oficina antiokupación en la ciudad de València. Una medida que como la propia alcaldesa afirmó, era una promesa electoral y también una de las políticas que en los últimos años ha abanderado la derecha.
Aunque Catalá reconoció que no era un problema “que sufra especialmente València”, justificó la necesidad de esta oficina argumentando que la okupación -más allá de un problema de seguridad- contribuye a agravar el problema de acceso a la vivienda. Un argumento que este mismo lunes también compartió la vicepresidenta y consellera de Vivienda, Susana Camarero.
La alcaldesa de València manifestó la semana pasada que “una vivienda que está okupada, es una vivienda menos para la gente que necesita vivir y que tiene derecho a tener una vivienda”. Unas declaraciones que repitió este lunes en Badalona: “Para nosotros es muy importante el mercado de la vivienda y nos preocupan las viviendas vacías. Una vivienda okupada ilegalmente es una vivienda menos para nuestros jóvenes y lo que debemos hacer desde las Administraciones es dar seguridad jurídica a los propietarios para que saquen estas viviendas al mercado”.
Sello del gobierno de Badalona

- Reunión del Ayuntamiento de València con el Ayuntamiento de Badalona -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA
Y es que coincidiendo con la celebración de la reunión de la Federación Española de Municipios y Provincias en Badalona, la alcaldesa de València y el edil de Seguridad, Jesús Carbonell, se han reunido con el alcalde de la ciudad, Xavier García Albiol y con los ediles de Vivienda y Políticas contra la ocupación ilegal de la ciudad catalana, Daniel Gracia y Daniel Aguilera.
Precisamente Badalona, y en concreto García Albiol, ha convertido la lucha contra la okupación en el principal sello de su gobierno. De hecho, desde el consistorio valenciano señalan que la reunión se ha producido para abordar los protocolos que ya se están aplicando en la ciudad catalana. Con este encuentro con García Albiol, Catalá vuelve a colocar el foco en este tema.
En la misma línea, y casi a la misma hora, Camarero anunciaba en su comparecencia en Les Corts para detallar el presupuesto de la Conselleria de Vivienda, que se comprometía a trabajar "contra la okupación ilegal y la inquiokupación que vulnera derechos y favorece que haya menos oferta de vivienda”. Sin embargo, la vicepresidenta no detalló las medidas concretas que su conselleria vaya a llevar a cabo en esta materia.
Catalá sí que concretó una de las primeras medidas que desde el Ayuntamiento pretenden tomar. En concreto, plantean exigir a los grandes tenedores de viviendas vacías que pongan en ellas medidas de seguridad -alarmas o sistemas de seguridad- con el objetivo de que no sean okupadas. “Hacerles corresponsables de esta situación para evitar problemas de convivencia, y además trabajen con el Ayuntamiento para sacar esas viviendas vacías al mercado del alquiler”.

- La vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero. -
- Foto: JOSÉ CUÉLLAR/CORTS VALENCIANES
Temor a la 'inquiokupación'
Según los datos que ha aportado la alcaldesa este lunes, una de cada cuatro viviendas vacías en València "no salen al alquiler porque sus propietarios temen una inquiokupación”. Vinculando de nuevo la batalla contra la okupación con las políticas de vivienda, Catalá repitió que "lo que queremos siempre es garantizar el derecho a la vivienda y que esas viviendas salgan al mercado del alquiler, generar garantías y seguridad a sus propietarios para que puedan sacarlas al alquiler”.
Esta política contra la okupación ilegal que el Ayuntamiento de València ha vuelto a colocar en la agenda, no ha tardado en ser reivindicada por sus socios en el consistorio. El portavoz de Vox en el Ayuntamiento, José Gosálbez, calcó prácticamente las manifestaciones de la alcaldesa al asegurar que “no salen viviendas vacías al mercado de alquiler, por el miedo que tienen los propietarios a que se produzca una ocupación, a que la vivienda no sea desalojada”. Gosálbez, en un intento de marcar perfil sostuvo que “la lucha contra la okupación es una bandera de Vox”.
Problema "inventado"
Desde la oposición no comparten este diagnóstico, la portavoz de Compromís, Papi Robles señaló que "Catalá está asumiendo una agenda ultra” y sostiene que la alcaldesa habla de “unos problemas que afectan a un 0,057% de la población”. Para Robles, lo que necesita València “es poder acceder a la vivienda y por eso hay que poner en marcha políticas públicas que lo permitan”. La portavoz de Compromís considera que Catalá “en lugar de ir a Badalona debería ir a Barcelona a comprobar cómo han topado los precios del alquiler”.
Por su parte, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de València, Borja Sanjuan, manifestó que este anuncio de Catalá es “una cortina de humo” para que no se hable “de la crisis de gobierno”. Para Sanjuán, la okupación “es un problema que estadísticamente no existe” e instó a la alcaldesa a “centrarse en abordar los problemas reales y no crear problemas inventados”.
Ahora que el acceso a la vivienda ya es la principal preocupación de los españoles según el Instituto Nacional de Estadística, tanto el Ayuntamiento de València como la Generalitat, con el beneplácito de sus socios de Vox, rescatan la batalla contra la okupación y esta vez, lo presentan como una política que ayudará a resolver la emergencia habitacional.