VALÈNCIA (EP). La alcaldesa de València, María José Catalá, ha asegurado que las tarifas de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) no subirán por la no aprobación de una zona de bajas emisiones (ZBE) en la ciudad, ya que el Ayuntamiento "va a asumir a pulmón" la parte de las ayudas del Gobierno central para descuentos de movilidad si las condiciones del decreto que publique el Ejecutivo son las ya anunciadas.
Así lo ha explicado, a preguntas de los medios de comunicación este martes durante una visita a las obras de las avenidas Giorgeta y Pérez Galdós, coincidiendo con que está prevista en esta jornada que el Consejo de Ministros apruebe la prórroga de los descuentos al transporte, y un día después de que el pleno ordinario de diciembre volviese a mostrar la falta de consenso para aprobar la ZBE --requisito que demanda la administración central-- en la ciudad, ya que no prosperó la moción urgente presentada por Compromís y PSPV-PSOE.
La alcaldesa, preguntada por las consecuencias en los precios de la EMT, ha indicado que este martes también se celebra la Junta de Gobierno local y ha apuntado que, "si el Gobierno cumple con su compromiso y publica el decreto y las condiciones son las que se han anunciado, el Ayuntamiento asumirá la parte del Gobierno que no venga financiada por no tener ZBE".
"Esto viene a suponer una dotación de 14 millones de euros más para el Ayuntamiento de València y consolidaremos los descuentos en tramo infantil al 100%, bono joven al 50% y 40% en el resto de los títulos. Así que los vecinos y vecinas de Valencia no van a ver un incremento del precio del transporte", ha señalado.
María José Catalá ha subrayado que la Sindicatura de Comptes, en su informe sobre la repercusión de no aprobar la ZBE, "hablaba de unos 13 millones de euros, nunca 150 millones". "Se habla de 150 de forma muy alegre, pero nunca nosotros hemos estado en esas cifras. Pero bueno, nosotros vamos a pelearlo. Pensamos que tenemos argumentos más que suficientes para pelearlo", ha dicho.
"De momento, lo que sí que está claro es que el Ayuntamiento va a asumir a pulmón la parte del Gobierno que no esté asumida del transporte de los vecinos y vecinas para que nadie, ningún vecino y vecina, sufra un incremento del precio del transporte", ha insistido.
Preguntada por si habrá alguna dimisión dentro del gobierno municipal derivada de la no aprobación de la ZBE, Catalá ha respondido que esa cuestión debería plantearse "a los que han votado que no, a Vox, al PSPV y a Compromís".
"Tres versiones distintas"
Según la alcaldesa, "el PP ha hecho el esfuerzo por cambiar y hacer hasta tres versiones distintas de la ordenanza. Ha llevado una ordenanza en tiempo y forma. Ha votado a favor de la ordenanza", ha resaltado, para insistir en que "las responsabilidades las tendrán que asumir los que han hecho con su voto imposible tener una Zona de Bajas Emisiones".
"Yo creo que algo ha quedado acreditado, es que el Partido Popular lo ha dado todo en esta negociación, ha intentado hasta el último minuto negociar con todos, y que ha habido una negativa de Vox por una cuestión de planteamiento y de la dirección nacional del partido, puro y duro, y de Compromís, del Partido Socialista, porque evidentemente no ha habido ninguna voluntad real de acercarse, de mejora", ha afirmado.
En ese sentido, la primera edil ha aseverado, respecto al pleno del lunes, que lo presentado por la oposición era una moción, no una ordenanza, y si se hubiese aprobado, de cualquier forma, "no hubiera habido una ordenanza antes del 31 de diciembre". "Una moción política es una declaración de intenciones políticas, no es una ordenanza. La única posibilidad real de tener una ordenanza era aprobar la ordenanza que habíamos tramitado", ha recalcado.