VALÈNCIA. Nuevo capítulo en el lío judicial entre Inmobiliaria Guadalmedina S.A. (Igsa) y el Ayuntamiento de València por el ‘pelotazo’ de la antigua Tabacalera. Igsa recurrirá ante el Tribunal Supremo la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana que rechazó su reclamación por responsabilidad patrimonial de más de 50 millones de euros al consistorio. 

Cabe recordar que la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJCV, dictada el pasado mes de marzo, desestimó la reclamación principal de Igsa. Sin embargo, sí reconoce la obligación del Ayuntamiento de abonar a Guadalmedina los intereses de demora por los 6,75 millones de euros que ya le pagó como compensación, por la recalificación del solar de Micer Mascó. Una recalificación que privó a la promotora de la posibilidad de edificar allí. Tal y como publicó Valencia Plaza, estos intereses legales que el Ayuntamiento debe abonar a Igsa ascenderían a algo más de cuatro millones de euros.

Sin embargo, uno de los asuntos que deberá dilucidar el Alto Tribunal si admite a trámite el recurso será si son de aplicación los intereses legales o los intereses de demora -cuya cuantía sería más elevada. Hay que tener en cuenta que los intereses de demora tienen un tipo más alto que los legales, precisamente para penalizar el retraso. Según las fuentes consultadas, Igsa persigue en su recurso que sean de aplicación los intereses de demora. En total, teniendo en cuenta los 6,75 millones ya abonados y los cuatro millones de intereses legales reconocidos por la sentencia del TSJCV, la promotora podría exigir el pago de alrededor de 30 millones de euros al consistorio.

El inicio del embrollo 

El solar de Micer Mascó por el que se ha pagado compensación a la firma formaba parte del convenio suscrito en 2005 entre la promotora y el Ayuntamiento de València entonces dirigido por Rita Barberá. En dicho convenio, a cambio de entregar al consistorio el edificio central de la antigua fábrica de tabacos, la promotora recibió una parcela en Plaza América para construir viviendas, así como la recalificación a uso residencial de dos solares situados detrás de Tabacalera, donde antes se ubicaban naves industriales. Además, Guadalmedina abonó 14,4 millones de euros al Ayuntamiento: 13,5 millones por la recalificación de los solares traseros y 0,8 millones por la diferencia de valor de los inmuebles permutados.

Sin embargo, en 2017 la justicia anuló esta operación urbanística cuando gran parte de ella ya era una realidad: las naves se habían derribado, el Ayuntamiento ya usaba la antigua fábrica como oficinas municipales e Igsa ya había construido y vendido los pisos sobre la parcela en Plaza América y en uno de los dos solares posteriores a Tabacalera en la calle Micer Mascó. Es por ello que, ante la imposibilidad de deshacer la operación, Igsa y el Ayuntamiento llevan años litigando para cerrar esta maraña vía compensaciones económicas.

La expropiación del solar, todavía pendiente

Además del recurso al Supremo que Igsa prepara, todavía quedan varios pasos para cumplir con la sentencia que anuló el pelotazo de Tabacalera. Y es que el Ayuntamiento está obligado a reconstruir parte de las naves derruidas en la operación -dado que se desprotegieron de manera ilegal-. Para ello, tendrá que eliminar parte de los jardines construidos, y trasladarlos al solar de Micer Mascó que todavía es propiedad de Igsa. Para ello, deberá expropiárselo previo pago a la promotora.