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València tendrá que pagar 4 millones de intereses por el lío de Tabacalera

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VALÈNCIA. La última sentencia de Tabacalera supondrá un desembolso de dinero nada desdeñable para el Ayuntamiento de València. El fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) rechazaba la reclamación principal de la Inmobiliaria Guadalmedina (Igsa) al consistorio por responsabilidad patrimonial, que ascendía a nada menos que 50 millones de euros, pero reconocía la pertinencia del pago de los intereses de demora en el paco de una compensación que el Ayuntamiento ya pagó a la compañía. Así pues, estos ascenderán a poco más de 4 millones de euros.

La sentencia estimaba parcialmente el recurso de la firma y reconocía que el Ayuntamiento debía abonar a Igsa los intereses legales de demora por los 6,75 millones de euros que ya le pagó como compensación, después de que el solar de Micer Mascó fuera recalificado y la promotora perdiera la posibilidad de edificar allí tras anularse el conocido como 'pelotazo' de Tabacalera, aprobado por el gobierno de Rita Barberá. El ejecutivo local, ya dirigido por Joan Ribó, abonó la mencionada compensación, pero no los intereses, por lo que la sala del TSJCV obliga al consistorio a hacerlo.

"No consta en autos que haya abonado los intereses de dicha cuantía, por lo que a ello debe alcanzar el pronunciamiento de esta Sala", reconocía la sentencia del pasado 4 de marzo. Así, el cálculo de los intereses legales a abonar por el consistorio hace un sumatorio de 4 millones -concretamente, 4.061.415,28 euros-, que tendrá que abonar el consistorio como consecuencia del retraso en pagar la mencionada compensación desde el año 2006. De modo que, por el momento, y a falta de saber si Igsa recurre el fallo del TSJ, el consistorio habrá indemnizado a la compañía con casi 10,8 millones de euros.

En la operación de Tabacalera, la empresa permutó con el Ayuntamiento el edificio central de la Antigua Fábrica de Tabacos a cambio de una parcela en Plaza América para construir viviendas. Además, abonó al consistorio 14,4 millones de euros, -13,5 a cambio de la recalificación a uso residencial de dos solares posteriores a Tabacalera, resultantes del derribo de las naves del complejo industrial en la calle Mícer Mascó, y 0,8 millones por la diferencia de valor entre los edificios permutados, Tabacalera y Plaza América-.

El fallo anuló la operación, pero esta sentencia llegó cuando buena parte del plan no podía deshacerse: el Ayuntamiento ya usaba la antigua fábrica como oficinas municipales, las naves del complejo se habían derribado e Igsa ya había construido y vendido los pisos sobre la parcela en Plaza América y en uno de los dos solares posteriores a Tabacalera en la calle Micer Mascó, pero el otro quedó sin edificar. Es por no haber podido materializar esta edificabilidad por lo que el Ayuntamiento le pagó a Igsa los 6,75 millones, a los que deberá ahora sumar los intereses mencionados.

Más allá del pago de la compensación por la pérdida de edificabilidad -y de los intereses de demora según la última sentencia- el Ayuntamiento de València todavía tiene por delante varias actuaciones antes de cerrar la maraña urbanística de Tabacalera. La sentencia de 2015 obliga al consistorio a reconstruir las naves industriales que se demolieron, puesto que se desprotegieron de manera ilegal.

Como consecuencia de esta reconstrucción, el consistorio tendría que eliminar los jardines que actualmente ocupan el espacio donde estaban las naves y para compensar esta pérdida de zonas verdes, trasladarlos al solar vacío de la calle Micer Mascó, que sigue siendo propiedad de Guadalmedina y por tanto, el consistorio tiene todavía que expropiar esta parcela previo pago a la promotora.

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