VALÈNCIA. Uno de los ejes del debate sobre la implantación de las viviendas de uso turístico en ciudades como València gira en torno a su impacto en el mercado de la vivienda y la subida de los alquileres. Este ha sido uno de los argumentos empleados para aplicar medidas restrictivas al sector, como la moratoria aprobada hace un año por el Ayuntamiento de València mientras se tramita la nueva regulación, que ya está en fase de exposición al público. Por ello, la la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Comunidad Valenciana (Aptur CV) ha acudido a los tribunales contra la suspensión de licencias para "desmontar" las justificaciones del consistorio.
En ese sentido, y como adelantó Valencia Plaza, la patronal de las viviendas turísticas presentó al juzgado, junto a la demanda, un dictamen pericial elaborado por la consultora especializada en big data y location intelligence inAtlas, que cuestiona con múltiples datos los informes empleados por el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular y Vox, para plantear la moratoria y según los cuales en la capital del Túria se estaba experimentando un "crecimiento constante y exponencial" de la presencia de viviendas turísticas con "un riesgo cierto de desbordamiento de la capacidad de acogida de turismo".
El documento concluye que las viviendas de uso turístico solo han impactado en el 1,8% del total del incremento del alquiler en la ciudad durante los últimos seis años. Y lo hace acudiendo a un estudio realizado en 2022 por la Cátedra MESVAL de la Universitat de València (UV) y que empleó el propio ayuntamiento para justificar la moratoria. Pero la patronal de viviendas turísticas sostiene que este documento "contradice la argumentación del ayuntamiento" y que el equipo municipal "o bien no ha leido el documento con el suficiente detenimiento o bien ha malinterpretado el mismo incorrectamente de forma intencionada".
La Cátedra estimó que por cada 1% adicional de anuncios de Airbnb, el precio de los alquileres convencionales en los barrios aumentarían un 0,056%. Con este coeficiente, la pericial de Aptur CV tiene en cuenta los pisos turísticos registrados -no los ilegales-, que aumentaron un 9,47% entre 2018 y 2024. Esto supone, aplicando la relación de 1 a 0,056, que el sector provocó una subida del 0,53% de los alquileres. Y teniendo en cuenta el incremento de los precios del alquiler (62,3%) y la inflación (18,4%) en esos seis años, concluye que, de toda la subida experimentada en el mercado del alquiler, apenas el 1,8% se debió a los apartamentos turísticos.

"La metodología utilizada es la misma recogida en el propio informe MESVAL, lo que otorga consistencia al análisis pericial", expone el documento, según el cual "atribuir a las viviendas de uso turístico el impacto en esta razón imperiosa de interés general en València carece de fundamento y es desproporcionado". En ese sentido, acompaña con otros datos como que únicamente 363 aparatamentos turísticos registrados se implantaron en viviendas durante el mencionado período -unas 60 viviendas anuales-, representando menos del 1% del parque de viviendas vacías de la ciudad de València
"Este volumen de vivienda tiene, según el criterio de este perito nula capacidad de distorsionar el mercado", señala el dictamen pericial, que insiste en que la mayoría de los pisos turísticos registrados desde 2018 se abrieron en inmuebles que ya eran de uso terciario (1.383 unidades), por lo que no sustrajeron vivienda del mercado. Cabe recordar que en 2018, el consistorio -gobernado entonces por Compromís y PSPV- modificó la normativa urbanística para permitir la reconversión de bajos comerciales al uso turístico. Con todo, la prueba aportada por Aptur CV que de todos los locales comerciales transformados a apartamento, el 63% llevaban más de cinco años cerrados.
Como ya se había dado a conocer, el perito apunta también a "graves deficiencias técnicas, errores metodológicos y un uso inadecuado de fuentes de información". Respecto a uno de ellos, destaca confusiones conceptuales; y en cuanto a otro, afea que sobreestima en un 60% la oferta de viviendas turísticas debido a errores en las fuentes. Estos fallos metodológicos generan conclusiones sesgadas que no reflejan la realidad del impacto de las VUT, según la asociación.

Saturación urbana y gentrificación
Otro de los argumentos sostenidos por el consistorio es la saturación urbana y la desaparición del comercio local. En cuanto a ello, el estudio presentado por Aptur CV refleja que los visitantes alojados en viviendas de uso turístico constituyen apenas el 0,63% del total de transeúntes de la ciudad, y que el "comercio minorista" ha crecido un 1,24% en los últimos diez años.
También se refiere a la expulsión del vecindario para sostener que la población del Cap i Casal ha aumentado en 32.927 habitantes desde 2018 y que el núcleo Ciutat Vella, el casco histórico de la ciudad, ha crecido un 10,26% en población y un 11,15% en número de familias residentes, lo cual reflejaría "un dinamismo urbano y social que nada tiene que ver con la falacia del Ayuntamiento de que las viviendas turísticas expulsan a la población". A lo que añade el impacto económico de 830 millones de euros que los apartamentos turísticos generaron en 2024 al hospedar a casi 1,4 visitantes y crear 4.000 empleos directos e indirectos.