VALÈNCIA. La Sindicatura de Comptes ve “poco ambiciosos” los objetivos de la Zona de Bajas Emisiones diseñada por el gobierno de María José Catalá y señala que no se ajusta a los límites de la nueva directiva europea, que fija unas condiciones más restrictivas que deberán cumplirse a partir de 2030. La Zona de Bajas Emisiones de Catalá -bajo el criterio de la Sindicatura- tampoco cumpliría las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de 2021, aunque estas no tengan un carácter vinculante. En concreto, la Sindicatura considera que los objetivos de la ZBE de València se limitan a atender a la legislación sobre emisiones vigente con anterioridad (RDL 102/2011).
Así se recoge en el documento de respuesta en el que el Ayuntamiento responde al citado informe del organismo. El consistorio justifica que “sí ha tomado en consideración” los valores de dicha directiva europea y que espera cumplir los valores límite anuales de emisiones “exceptuando las estaciones Centre y Olivereta para el contaminante NO2”.
Cabe recordar que este mismo martes el Ayuntamiento tiene previsto aprobar la ordenanza que regula la Zona de Bajas Emisiones de la ciudad en la Comisión de Patrimonio, Recursos Humanos y Técnicos y Seguridad Ciudadana para elevarla al próximo pleno y que entre en vigor a partir del 1 de diciembre.
No en vano, el gobierno de Catalá ha optado por diseñar una ZBE ‘de mínimos’ que contempla una larga lista de excepciones y que no multará a los vehículos contaminantes censados en la ciudad hasta 2028. Una normativa ‘blanda’ en la que según el propio concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, se ha decidido primar la protección de “los intereses económicos” de la ciudad.
"Claramente insuficiente"
Tras conocerse este informe, la edil del PSPV, María Pérez, ha reprochado que la propuesta de ZBE planteada por el ejecutivo municipal "no garantiza el cumplimiento de las normas europeas ni mejora la calidad del aire en València". Pérez añade que "la Sindicatura de Comptes confirma lo que ya hemos advertido en numerosas ocasiones. La Zona de Bajas Emisiones presentada por el gobierno de Catalá es claramente insuficiente". Para la concejal socialista, no se trata "de una opinión, sino de un diagnóstico oficial que coincide con el de otras instituciones", ha asegurado Pérez, que ha comentado que "el incumplimiento que ahora ha señalado la Sindicatura de Comptes lo advirtieron tanto la Generalitat en un informe anterior como los propios socialistas después de que el gobierno de Catalá adelantase el contenido de esta ordenanza municipal de mínimos".
La edil ha asegurado que el PSPV-PSOE exigirá al ejecutivo local "que rectifique y presente una ordenanza rigurosa con objetivos reales y alineados con Europa", teniendo en cuenta que "lo que está en juego es la salud y el futuro de los valencianos"
Área geográfica
También se pronuncia la Sindicatura sobre otros aspectos de la ZBE como su delimitación geográfica. En este sentido, el organismo recomienda que el área de apliación de las Zonas de Bajas Emisiones "no esté basada exclusivamente en la existencia previa de esas vías urbanas" como es el caso de València sino que se opte por una delimitación basada en "un análisis de variables que afectan a la habitabilidad en cada barrio, como pueden ser, la densidad de población, el potencial de actividad...".
Ante esto, el Ayuntamiento defiende que el Estudio de Evaluación de la Calidad del Aire concluyó que "no había una determinada área o barrio fácilmente aislable (porque esté rodeada de viales urbanos que la permitan circunvalar) que tuviera unos niveles de contaminación más elevados que el resto sino que, a excepción de la zona marítima que posee mejores valores y en consecuencia se ha dejado fuera de la ZBE, se combinan barrios con diferentes niveles de contaminación". Razón por la cual consideran que la opción más conveniente era utilizar las rondas existentes en la ciudad para delimitar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
