VALÈNCIA (EP). El PP en el Ayuntamiento de València se ha mostrado "sorprendido" por el no que Vox, su socio de gobierno en el ejecutivo de la ciudad que preside María José Catalá (PP), dio el pasado martes, en el pleno del consistorio, a la Ordenanza Reguladora de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). No obstante, los 'populares' han asegurado que el voto en contra de Vox, que llevó a que esa normativa no prosperara, no afecta a la estabilidad de este ejecutivo.
Así lo ha indicado este viernes el portavoz de ese equipo de gobierno y del PP en el consistorio de la capital valenciana, Juan Carlos Caballero, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local.
El edil ha señalado también que tras quedar rechazada la ordenanza para la ZBE, "desde el primer momento, el concejal de Movilidad --Jesús Carbonell (PP)-- y la alcaldesa se pusieron en contacto "con el Partido Socialista", en la oposición junto Compromís-- para llegar a un acuerdo que lleve a sacar adelante esa normativa.
Vox había votado a favor de esa ordenanza, que estaba previsto que entrara en vigor el 1 de diciembre, en otras ocasiones. La última fue en la Comisión de Patrimonio celebrada la pasada semana en el consistorio. En la sesión plenaria cambio el sí por el no atendiendo a una orden de la dirección nacional de este partido, que considera que la Zona de Bajas Emisiones responde a "las directrices abusivas de Bruselas" y limitan "libertades" de los ciudadanos.
Compromís y PSPV-PSOE mantuvieron en el pleno el rechazo que siempre han mostrado a la ZBE planteada por el equipo que lidera Catalá, al considerar que es "de mínimos" y que se ha redactado para cumplir un "trámite" necesario, no para combatir la contaminación acústica.
"No puedo negar que nos ha sorprendido que nuestro socio de gobierno, cuando llevamos un año y medio de tramitación de la ordenanza de la ZBE pactando y acordando los términos y habiendo recibido su voto favorable hasta en cinco ocasiones, tanto en la aprobación inicial como comisión", dijera no en la sesión plenaria del martes para su "aprobación definitiva", ha respondido Caballero.
"Nos sorprendió el volantazo en el último momento, sin habernos trasladado ninguna alegación o habernos dicho que querían cambiar alguna cuestión a última hora", ha insistido. A su vez, ha explicado que Vox comunicó al PP, "poco tiempo antes de la hora de votación su voto en contra". "Y no deja de sorprendernos", ha añadido aunque ha asegurado que esto "no afecta a la estabilidad del gobierno" que forman.
Juan Carlos Caballero ha manifestado que los 'populares' saben que hay cuestiones que con Vox no podían "llevar adelante" y ha afirmado que "siempre" han mostrado "el diálogo" abierto hacia otras formaciones políticas. Ha apuntado que PP y Vox tienen "diferencias", pero ha agregado que también "muchísimas cosas en común, la principal" que miran "por la ciudad de València por encima de cualquier otra diferencia".
"Desde el primer momento"
En esta línea, ha declarado que "desde el primer momento y desde que la alcaldesa tomó posesión", el PP ha sabido que es "una herramienta al servicio de los ciudadanos" y que venía "a pactar también a izquierda y a derecha lo que sea bueno para la ciudad".
Por lo que respecta a Vox, ha añadido que dentro del ejecutivo que preside Catalá se sigue "trabajando, acordando en la Junta de Gobierno y pactando para cerrar los presupuestos" de 2026, "la principal herramienta de estabilidad". "Esa es la mejor garantía de estabilidad que puede dar un gobierno", ha remarcado.
A continuación, sobre la ordenanza para la ZBE, el portavoz del PP ha aludido a los contactos mantenidos ya con el PSPV-PSOE para lograr un acuerdo y ha dicho que su partido entiende que es con ese grupo con el que se puede llegar a un consenso. "Debemos llegar a acuerdos en pro de la ciudad por responsabilidad y por altura de miras. Creo que el Partido Socialista en este momento tiene la responsabilidad y también una oportunidad de demostrar altura de miras, de poner cuestiones en común en pro de la ciudadanía", ha apuntado.
Caballero ha señalado que el PP considera que el PSPV-PSOE es el grupo que "tiene una visión más centrada". "Ya sabemos que la visión de Compromís es castigar a todo aquel que tenga coche y parece que es más difícil llegar a un acuerdo con Compromís que con el Partido Socialista".
El PSPV-PSOE indicó este jueves que si el PP quiere pactar con ellos la ZBE debe saber que hay unas líneas rojas --que la norma cumpla las directrices de la UE en la lucha contra la contaminación, que se amplíe el número de vehículos afectados por las restricciones, que se amplíe el espacio donde serán efectivas y acortar los plazos de aplicación-- y una "medida adicional", que el Corredor Verde quede libre de coches.
Juan Carlos Caballero ha comentado, preguntado por esas condiciones, que "una negociación es una negociación". "Nos sentamos en una mesa para escuchar, para dialogar y para tratar de construir acuerdos", ha indicado, a la vez que ha precisado que "no es una imposición". "No es marcar líneas rojas y no es mezclarlo con asuntos que nada tienen que ver con la ordenanza de ZBE", ha expuesto.
"Un diálogo leal"
Tras ello, ha manifestado que la vía de diálogo del PP "está abierta" y que su "capacidad y voluntad" para afrontarlo es "total". "Ya se abrió en el pleno, estuvimos dialogando y esa vía sigue abierta", ha aseverado, además de subrayar que los 'populares' pretenden "un diálogo leal a los valencianos, entendiendo que se tiene una responsabilidad para con la ciudad".
Caballero ha detallado que los 'populares' quieren "una ZBE que sea razonable, justa, transitoria, que no castigue a las familias y que tenga en cuenta su realidad: la de los autónomos y, especialmente, la de los afectados por la dana", muchas personas que "perdieron sus vehículos, sus casas y algunos a sus familiares" y que "no han tenido la oportunidad de comprarse un vehículo cero emisiones o un coche eléctrico".
"Nosotros queremos una ZBE que tenga en cuenta todas estas particularidades" y "no castigue", ha insistido, al tiempo que ha dicho que el objetivo del PP pasa también por "mejorar la calidad de vida de los valencianos, su salud", y por "reducir la contaminación". "Nuestra posición es clara, sensata y la compartida por la mayoría de ciudadanos", ha destacado.
El edil ha afirmado que no cree conveniente "que cuando uno se siente a negociar ya ponga líneas rojas y sus condiciones" sobre la mesa porque eso "entonces no es una negociación" sino "una imposición" y "pasar por el aro". "En una negociación tenemos que dejar de pensar más en nuestros planteamientos como partido o en cumplir al cien por cien las aspiraciones y pensar más en los valencianos, en la ciudad", ha remarcado.