VALÈNCIA. El Parque Central de València abrió sus puertas -al menos su primera fase- en diciembre de 2018 como uno de los grandes proyectos transformadores de la ciudad. 110.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas para dotar de un pulmón verde para los barrios de Russafa y Malilla. Entre sus jardines destacan las conocidas como Naves de Ribes. Este conjunto de edificaciones, ejemplo de la arquitectura ferroviaria de principios del siglo XX, ocupa unos 20.000 metros cuadrados y fue construido entre 1911 y 1915 para el control y reparación de maquinaria ferroviaria. Tras décadas de abandono y deterioro, el proyecto urbanístico y ferroviario València Parque Central incluyó su rehabilitación parcial, rescatando así una pieza clave atribuida a Demetrio Ribes, autor también de la Estación del Norte y figura esencial de la arquitectura modernista valenciana.
A lo largo de los últimos años se han prometido y proyectado diversos usos para estas naves industriales. Sin embargo, siete años después de la inauguración del parque, solo dos de ellas están ya abiertas a la ciudadanía: una como sede de la Universitat Popular y otra como espacio cultural. En el resto continúan ultimándose obras o pendientes de un destino definitivo, en un proceso que avanza más despacio de lo previsto y que sigue siendo uno de los grandes deberes pendientes en el gran proyecto del Parque Central.
Nave 1: el futuro polideportivo
La Nave 1 está llamada a convertirse en el gran equipamiento deportivo del Parc Central. Las obras de habilitación, adjudicadas a la UTE Binaria-Tecmo en abril de 2023 por 5,33 millones de euros, sufrieron “problemas técnicos” y el pasado mes de enero el Ayuntamiento tuvo que inyectar 1,84 millones de euros adicionales a petición de la adjudicataria. Según fuentes del consistorio, los trabajos ya han finalizado y la apertura del polideportivo estaría “a punto” de producirse.
El proyecto dotará al vecindario de una pista polideportiva de 45 × 25 metros, tres salas deportivas, una zona de aguas con piscina climatizada, spa, sauna y baño turco, además de vestuarios diferenciados para cada área. La planta baja concentrará la zona acuática, la pista y una de las salas, mientras que en la primera se ubicarán la sala de musculación, otra para actividades dirigidas y las dependencias administrativas. El acceso se realizará por un pequeño edificio anexo que contará con un bar-cafetería. El diseño incorpora también un sistema de geotermia en el sótano para producir energía destinada a climatizar esta nave y abastecer de agua caliente al resto de naves protegidas (2, 3 y 4).
Nave 2: sede de la Universitat Popular
La Nave 2 fue la primera en recuperar la vida social en el Parque Central. Tras su rehabilitación, abrió sus puertas en febrero de 2020 como una de las sedes de la Universitat Popular de València, destinada principalmente a los barrios de Russafa y Malilla. Forma parte del conjunto de naves “gemelas”, junto con la Nave 3, de estructura y dimensiones similares. Su interior está distribuido en aulas y despachos, además de espacios polivalentes para talleres, conferencias, actividades formativas y actos culturales. Desde su puesta en marcha, se ha convertido en un punto de encuentro vecinal que da uso continuado a las instalaciones, demostrando el potencial de estas antiguas estructuras ferroviarias como equipamientos de proximidad.

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- Foto: UNIVERSITAT POPULAR
Nave 3: Ribes Espai Cultural
La Nave 3, gemela de la 2, es hoy un espacio cultural dentro del Parque Central, aunque su camino hasta abrirse no fue fácil. Bautizada como Ribes Espai Cultural, debía inaugurarse en 2020, pero la pandemia y problemas técnicos con la climatización retrasaron su apertura hasta abril de 2022, dos años más tarde de lo previsto. El proyecto respetó su carácter industrial original, con una sala diáfana y modulable que permite adaptarse a exposiciones, representaciones escénicas o presentaciones, además de incorporar graderías móviles, camerinos y dependencias auxiliares. Desde su puesta en marcha, la nave acoge una parte de la programación del Teatre Escalante, así como talleres, conciertos y actividades comunitarias abiertas al barrio. Esta es, junto con la Universitat Popular, una de las dos naves con un uso activo y accesible para la población a día de hoy.
Nave 4: Centro Social y juvenil
En cuanto a la Nave 4, encara la recta final de su rehabilitación para convertirse en un doble equipamiento público como Centro Municipal de Servicios Sociales (CMSS) y también como centro de día para jóvenes. El proyecto, impulsado durante el gobierno del Rialto y adjudicado ya bajo el mandato de María José Catalá, fue encargado a la empresa Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales S.A.U. en julio de 2023 por un importe de 2,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 14 meses.
El edificio acogerá el centro de Servicios Sociales, con una superficie de 247 metros cuadrados destinado a atender a más de 35.000 vecinos de Russafa y Gran Vía. Desde allí se prestarán programas de información, servicios domiciliarios, apoyo a la dependencia, atención psicológica, proyectos comunitarios e itinerarios de inserción social y laboral. Además, en la misma nave se habilitará un centro de día para jóvenes, concebido como un espacio de segunda oportunidad. Con capacidad para 70 plazas y 1.136 metros cuadrados repartidos en dos plantas, ofrecerá talleres de formación profesional (hostelería, informática, comunicaciones), actividades para la obtención del Graduado en Secundaria, orientación laboral, prácticas en empresas y servicio de comedor. La rehabilitación se ha adaptado a la singular cubierta en “diente de sierra” de la nave, manteniendo su identidad industrial.
Según el Ayuntamiento, las obras están actualmente “ultimándose”, aunque no hay una fecha concreta para su apertura. Su puesta en marcha completará el abanico de usos sociales, deportivos y culturales de las Naves de Ribes dentro del Parc Central.

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- Foto: ESTRELLA JOVER
Muelle 3: de la fallida subsede del IVAM al futuro Espai Valdés
Además de las cuatro naves principales, el Parc Central conserva dos antiguos muelles ferroviarios que formaban parte del complejo de talleres de la Estación del Norte. Se trata de construcciones longitudinales y abiertas, concebidas en origen para la carga y descarga de mercancías, que han sido incluidas en el catálogo de edificios protegidos.
La historia del conocido como Muelle 3 es la de un proyecto cultural con idas y vueltas. En noviembre de 2020, la entonces Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento de València, con Vicent Marzà y Joan Ribó al frente, anunciaron con gran expectación que el espacio acogería una subsede del IVAM. El inmueble, de titularidad municipal, fue cedido a la Generalitat por 75 años, pero la adecuación de las instalaciones se fue retrasando una y otra vez. Con el cambio de gobierno autonómico, la iniciativa perdió fuerza: primero dejó de ser prioritaria y finalmente, en enero de 2024, el IVAM descartó definitivamente el proyecto, alegando falta de viabilidad económica y estratégica. Con el carpetazo al IVAM, el gobierno de María José Catalá decidió recuperar el espacio y darle un nuevo destino cultural: el Espai Manolo Valdés, en homenaje al reconocido artista valenciano.

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Por su parte, el Muelle 4 continúa sin un uso definido. Aunque se mantiene en pie y protegido dentro del catálogo patrimonial, todavía no cuenta con un proyecto concreto de rehabilitación ni programación asignada. Su futuro sigue en el aire, a la espera de que el Ayuntamiento concrete un destino que complete el mapa de equipamientos previstos en el Parque Central.