VALÉNCIA. El Ayuntamiento de València prepara el terreno para el desarrollo del entorno del hospital La Fe de València, en la zona sur de la capital del Túria. El enclave situado justo al lado de la glorieta de Los Anzuelos experimentará un proceso de regeneración al pasar del uso industrial que se le había dado hasta ahora a un uso terciario. Así, además de la implantación del nuevo hospital de Quirónsalud ya en marcha, el plan en trámite plantea usos hoteleros y comerciales.
Esta es la previsión con la que se tramita una modificación puntual del Plan General para esta zona, ubicada en la prolongación de la avenida Ausiás March, en un lateral de la Pista de Silla. El consistorio dio luz verde la pasada semana a la aprobación provisional del plan que, según recoge el expediente de la concejalía de Urbanismo, "viene a consolidar una zona de la ciudad que en la actualidad se encuentra sin la debida urbanización". Así, indica que "debido a su proximidad" a La Fe, esta área "se considera más adecuada para incluir usos terciarios complementarios a ese centro de referencia que mejoren el nivel de servicios para la ciudadanía".
La zona comprende, en total, más de 44.200 metros cuadrados de suelo y está dividida en cuatro manzanas. Una de ellas, la que da a la Ronda Sur y la glorieta, es donde se ubican actualmente la gasolinera, un supermercado y un restaurante de comida rápida. Detrás, una segunda manzana está ocupada por empresas de venta de neumáticos, reacondicionamiento de motores y un proveedor de telecomunicaciones. Es a estas dos primeras manzanas a las que el proyecto de los promotores, la firma Income Rental, atribuye una dotación para un hotel y locales comerciales.

- Planos del proyecto. Foto: VP
Así pues, cuando el proyecto hace una estimación de las necesidades hídricas futuras para esta zona, califica para las parcelas 1 y 2 un uso "terciario hotelero + comercial". "Se ha distinguido entre la dotación necesaria para el hotel propiamente y la requerida para los locales comerciales, dada la diferencia en las demandas de agua entre ambos tipos de uso", explica a este respecto la memoria del proyecto presentado, que no va más allá y no especifica en qué parcelas dentro de la manzana se ubicarían. Cierto es que, actualmente, tras el supermercado y las empresas de neumáticos, motores y telecomunicaciones hay todavía terreno baldío que forma parte de estas dos parcelas y que podrían albergar estos nuevos usos terciarios.
En la tercera manzana, se emplazará el nuevo hospital de Quirón, que ya impulsó una modificación para cambiar la calificación particular de esta parcela y permitir así el desarrollo del proyecto hospitalario, cambio que se aprobó ya en 2023. De hecho, la compañía ya ha presentado al consistorio la documentación pertinente para conseguir la licencia de obra, tal como publicó Valencia Plaza. Las instalaciones previsiblemente contarán con 116 habitaciones, además de 134 consultas y 16 quirófanos.
Finalmente, el plan incluye una cuarta manzana, situada en el extremo sur, donde actualmente se sitúan varias edificaciones de uso residencial y que se encuentran parcialmente fuera de ordenación por ocupar espacio previsto para el viario público. Aquí el plan no fija un uso predefinido y lo califica como "uso terciario genérico" sobre el que "no se conocen datos sobre su posible desarrollo". En toda la zona se prevé un número máximo de alturas de 3 plantas, si bien se admitirá la posibilidad de realizar estudios de detalle para permitir la construcción de hasta 6 alturas, "en congruencia" con el hospital de Quirón.

- Proyección de alturas del hospital de Quirón, según la modificación propuesta.
"Área parcialmente terciarizada de facto"
La modificación propuesta por los promotores recuerda que en la reforma del Plan General previsto por el gobierno de Rita Barberá, que no se llegó a aprobar, ya se preveía "la erradicación de los enclaves industriales previstos en la ciudad central" y "la mejora del entorno urbano", especilamente a través del "tratamiento de los bordes urbanos para la mejora de su integración paisajística en el entorno natural y rural de la ciudad". Al respecto, argumenta que el desarrollo paulatino de la zona "evita la implementación de los usos industriales" que preveía el planeamiento.
En la medida de lo posible, los usos se han ido "adaptando a la dinámica y a las necesidades del contexto urbano residencial y dotacional en el que se encuentran insertos". Especialmente tras la llegada de La Fe y el
"desarrollo de los grandes sectores urbanizables de uso residencial en su entorno". Todo ello ha provocado la "descontextualización total de los usos industriales" que se consideran "inapropiados" para esta "área ya parcialmente terciarizada de facto". De ahí que se busque esta transformación y regeneración, hasta ahora dificultada, de una zona degragadada que constituye "una innegable área de oportunidad".