VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València avanza en la tramitación para cambiar el topónimo de la ciudad de València a Valencia/Valéncia y encarga a un académico de la Acadèmia Valencia de la Llengua el informe lingüístico que deberá exponer "los fundamentos históricos y lingüísticos" del cambio de denominación. Tras un año y medio con el expediente paralizado, el equipo de gobierno de PP y Vox ha encargado finalmente este informe al académico Abelard Saragossà Alba, que pese a formar parte de la AVL, ya se ha posicionado favorablemente en el pasado al acento cerrado en la denominación valenciana de Valéncia.
Aunque en un primer momento, la alcaldesa de València, María José Catalá anunció que se solicitaría este informe a la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV), entidad que sí es favorable al topónimo con el acento cerrado, finalmente se ha optado por realizar este encargo a Saragossà mediante un contrato menor con un importe de 2.000 euros.
Saragossà Alba es licenciado en Filología Catalana y doctor en Filología, y fue profesor de la Universitat de València de 1991 a 2019. Desde el año 2016 forma parte de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Saragossà ya argumentó en 2007 a favor del acento cerrado en la 'e' de Valéncia al considerar que es más fiel a la pronunciación, la evolución lingüística y el criterio de los hablantes, además de tener un valor simbólico para la identidad valenciana. Ahora, el académico tendrá un plazo de tres meses para elaborar el informe que justifique el cambio de topónimo.
Próximos pasos
Una vez superado este trámite, el expediente deberá aprobarse por mayoría absoluta en el Pleno del Ayuntamiento y exponerse al público durante un período de veinte días hábiles. Al acabar el plazo de información pública, el pleno tendrá que resolver las alegaciones que se hayan presentado y aprobar definitivamente el cambio de topónimo. Una vez superados estos trámites, el Ayuntamiento ya podrá remitir el expediente completo al Consell. En cuanto se remita el expediente a la Generalitat, la administración autonómica tiene un plazo máximo de seis meses para analizar y resolver la petición.
El Consell debe pedir dos informes que, al contrario del encargado a Saragossà, sí tendrán carácter vinculante: uno a la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), que evalúa si el nuevo topónimo es lingüísticamente correcto y puede proponer alternativas, y otro al Ministerio competente, que verifica que no haya confusión con otros municipios registrados. Si alguno de estos informes es desfavorable, el Ayuntamiento podría presentar alegaciones en el plazo de un mes, a través de un acuerdo plenario. En ese caso, se volverá a solicitar un informe actualizado a los organismos correspondientes.
Cabe recordar que el cambio de acento fue una de las demandas de Vox. El exportavoz de Vox en el Ayuntamiento de València, Juan Manuel Badenas, fue especialmente activo en esta reivindicación. Sin embargo, la alcaldesa asumió como propia esta propuesta y aseguró que ya ella ya había mostrado dudas en el pasado sobre la adecuación a la pronunciación de València con acento abierto como aprobó el gobierno del Rialto con el beneplácito de la AVL.