Los inversores empezamos a conocer su 'modus operandi' y, enfrente, la capacidad de las farmacéuticas para neutralizarlas
VALÈNCIA. Ahora los aliados del 'trader' son las variantes de la covid-19. Los inversores empezamos a conocer su 'modus operandi' y, enfrente, la capacidad de las farmacéuticas para neutralizarlas. Ahora sabemos que la ciencia está capacitada para crear vacunas efectivas. Y sabemos algo importante: los plazos. En un par de semanas sabremos que, en el peor de los casos, en unos meses estaremos en la situación en la que estábamos justo antes de llegar Ómicron.
En caso de que la balanza se incline hacia que las vacunas mantienen eficacia y que la enfermedad no esta tan dañina como para llenar los hospitales, lo mejor para el inversor que ya tiene posiciones es no hacer nada y esperar la vuelta de la tendencia alcista.
Pero si la balanza se inclina hacia el peor de los escenarios (necesidad de una vacuna que tarde meses), que invierta una vez se produzca la correspondiente caída bursátil, ya que será como invertir sabiendo cuál será la situación de los mercados dentro de unos meses.
Para los inversores que ya estaban en mercado, en el peor escenario habrá un receso en el crecimiento económico y habrá que tomar medidas para ajustar la cartera y que no sufra demasiado en el periodo de ajuste. Pero, en general, las posiciones que eran ganadoras hasta hace unos días volverán a serlo cuando se sepa que hay una vacuna.
Para que suban las bolsas y bajen los bonos no será necesario que la vacuna esté en los ambulatorios: al mercado le bastará con saber que estará. Es lo que ocurrió en noviembre de 2020.
Víctor Alvargonzález es socio fundador y director de estrategia de Nextep Finance