VALÈNCIA. (EP) La Federación de Asociaciones de Vecinos de València ha presentado en Les Corts su postura favorable a la implantación de la tasa turística en la Comunitat Valenciana, pero sin olvidar la necesidad de políticas activas para proteger la vivienda, el espacio público y el comercio de proximidad del impacto del sector.
En un reunión en el parlamento, la presidenta de la federación, Mª José Broseta, ha presentado a la síndica de Compromís, Papi Robles, la encuesta realizada entre las asociaciones vecinales de la ciudad, iniciando así una ronda con todos los grupos de la cámara autonómica. Se trata de un impuesto consensuado entre los socios del gobierno valenciano (PSPV-Compromís-UP), de entre 0,5 y 2 euros por día a partir de 2024 en los ayuntamientos que decidan implantarlo.
Según se desprende de la consulta vecinal, un 72,2% de las 36 encuestas de las asociaciones participantes se muestran favorables a la implantación de la tasa turística, pero defienden que se debe invertir en medidas para contener los efectos adversos del turismo "masivo" en la ciudad y de la "burbuja inmobiliaria" que lleva aparejada.
"En el movimiento vecinal somos favorables a la implantación de la tasa turística en València, especialmente desde que se le ha otorgado la distinción de Ciudad Turística, pero esta no es la única medida posible: son necesarias políticas públicas para contener el cambio indiscriminado de usos (de residencial a terciario hotelero), la desaparición de la vivienda de alquiler y la sobresaturación del espacio público y la defensa del comercio tradicional y de proximidad", resume Broseta en un comunicado.
A su juicio, una tasa como contribución a la conservación de los bienes y servicios que la ciudad ofrece es positivo y pedagógico, pero también es necesario el desarrollo de políticas urbanísticas que contengan los desahucios, las subidas de los precios del alquiler, o la degradación de los espacios públicos.
La federación considera así que la redacción del PORT (Plan de Ordenación de Recursos Turísticos) previsto en la Ley de Turismo ya debería estar en la agenda de normativas a desarrollar por el Ayuntamiento para frenar la "presión especulativa" sobre las viviendas y "la degradación de barrios enteros".
En definitiva, los vecinos de València dicen 'sí' a la tasa turística, pero echan en falta políticas activas para garantizar "la predicada sostenibilidad del turismo".