VALÈNCIA (EP). La plataforma vecinal Orriols en Lucha ha lamentado que el equipo de gobierno municipal, que lidera la alcaldesa de València, María José Catalá, haya "congelado" sus demandas y reivindicaciones con la llegada del verano y ha criticado el "retraso" en la convocatoria de la tercera mesa interconcejalías.
En este sentido, la portavoz del colectivo vecinal, Mari Carmen Tarín, en un comunicado, ha indicado que, tras un año de gobierno del ejecutivo liderado por Catalá, "solo se han hecho pequeños gestos" en el barrio, como la instalación de cámaras, algo que --incide-- "se nota pero no resuelve cuestiones de fondo".
Ante esta situación, Orriols en Lucha ha lanzado una campaña en redes sociales sobre los "temas congelados" por parte del Ayuntamiento ante la llegada del verano y el "retraso" en la mesa interconcejalías, "una herramienta eficaz y que la propia alcaldesa se comprometió a hacerlas cada tres meses".
Sin embargo, desde la plataforma han expuesto que "han pasado cinco meses" desde la celebración de la última y han apuntado que no esperan "una nueva convocatoria para este mes", lo que, "en las fechas que estamos, nos lleva como pronto hasta septiembre, si no pasa nada este verano".
Además, han incidido en que "siguen pendientes" para el barrio una biblioteca "con las dimensiones que marca la ley" e instalaciones "adecuadas a las necesidades de estudio". "En muchas casas, las y los menores no tienen las condiciones necesarias para concentrarse y estudiar. Tampoco cuentan con zonas deportivas de uso libre y gratuito, públicas, donde poder disfrutar de un ocio saludable", han enumerado.
A primeros de año, en una "carta a los Reyes Magos" ante la "desatención" de la alcaldesa, Orriols en Lucha repasaba las "tareas pendientes" en el barrio, desde "los casi 140 árboles pendientes de plantación" en tres de las principales calles de la barriada, la remodelación de la plaza Esteban Dolz del Castellar o la puesta en marcha de los huertos urbanos.
También reclamaban un plan de rehabilitación integral del barrio, la compra de 50 viviendas para alquiler a precios asequibles, iniciar la petición para instalar cámaras de seguridad en la llamada "zona cero" o una campaña "efectiva" para acabar con los excrementos de perro en las aceras.
De todas esas peticiones, según el colectivo, "solo" han recibido "pequeños gestos" que --sostiene-- "se notan, pero que no resuelven cuestiones de fondo", y cita el caso de las cámaras de tráfico o los contenedores más grandes que se han instalado en el barrio. Sin embargo, ha advertido de que ambas cosas "no han conseguido acabar con el abandono de enseres ni con las cacas de perro en las aceras", para lo que pedían campañas de concienciación que ahora lamentan que "no han llegado, pese a las promesas".
Respecto a las cámaras, el colectivo vecinal ha valorado que han "pacificado un poco" las áreas "más problemáticas" del barrio porque sirven como "medida disuasoria", aunque ha incidido en que "solo han trasladado el problema al interior de las fincas". Ante esta situación, la plataforma ha reclamado "acciones eficaces que involucren a los servicios sociales".
En este contexto, los vecinos han insistido en que no quieren "cambiar de barrio", sino que Orriols "cambie", para lo que apuntan a trabajar "de forma regular y continuada" a través de las mesas interconcejalías. Además, y con el propósito de "mantener vivas" reivindicaciones y "visibilizar que la lucha vecinal no se rendirá hasta conseguir un Orriols seguro, diverso y digno", la entidad ha anunciado que se reunirá cada miércoles en la plaza de la Ermita.