Vinilo Valencia celebra la 10º edición de su concurso manteniendo su ADN

VALÈNCIA. Vinilo Valencia cumplirá este sábado (en La Rambleta a partir de las 12:00) por décima vez el encargo de seleccionar a la banda emergente del año en la ciudad. El olfato del jurado ha sido avalado por casos como los de Amatria o Modelo de Respuesta Polar, y la iniciativa, que ha sido llevada al margen de cualquier institución, se encuentra en un momento muy dulce de su historia. Esta empezó hace en realidad 12 años con la fiesta de Vinilo Valencia, aunque el concurso sí llega a la década este año. 

Empezó como un certamen de maquetas y se desarrolló en la sala Wah Wah durante más de un lustro. Ahora la industria musical no se reconoce en la que era antes (¿quién utiliza ahora la palabra maqueta?) y el proyecto pegó un salto de gigante al trasladarse a La Rambleta y contar con el patrocinio de Movistar (que les ha permitido contar con un premio con una dotación económica que hace más atractiva la participación). Pero esta evolución no ha hecho perder el ADN del festival, que va a ser “tan pintoresco como siempre”. Así lo afirma Andrés Verdaguer, uno de los impulsores del concurso, que añade que “cada edición es un mundo” aunque mantengan las bases y las premisas de la primera etapa.

Sin una motivación institucionalizada, sino instintocionalizada, los promotores cuentan que se trata “de una cosa romántica y maravillosa que empezó hace 10 años y que continúa para seguir ayudando a los grupos y por la satisfacción personal que nos repercute”, según cuenta Quique Medina, otro de sus impulsores. Otro de los grandes éxitos de la iniciativa es esa primera consecuencia a que habla Medina: la atención mediática que reciben a través de Vinilo los grupos y que de manera natural, a pesar de su talento, les costaría mucho más en algunos casos o les sería imposible en otros.

Preguntados por aquello que diferencia esta iniciativa a otras similares como pueden ser Sona la Dipu o Emergents al Palau, desde Vinilo Valencia afirman que su gran valor es el “efecto aglutinador” que consiguen, por una parte, en bandas que no se sienten cómodas en el formato de la Diputación de Valencia (escenarios grandes teloneando a nombres de pop más mainstream en el marco de fiestas de pueblo), y por otra parte, del jurado del certamen, que junta a prácticamente todos los medios de comunicación musical de la ciudad, incluso aquellos que están alejados del panorama profesional. 

En esta edición, que concluirá el sábado, han participado 42 bandas de las que solo han quedado cuatro: Bob Lazy, Leya & the Gentlemen, Filipinos y Palmera. En unos cuestionarios que han respondido para las redes sociales de Vinilo Valencia, afirman que la cita de este fin de semana es “un honor”, “un paso que el grupo tenía claro desde el principio que tenjían que dar”, que además es “lógico y certero en una carrera musical que quiere contruirse paso a paso”, y adelantan que “la final va a ser un show muy guapo”. ¿Estará entre estos cuatro nombres la nueva esperanza de la escena independiente valenciana?