De uvas que se salen del camino

Vinos particulares en sus lares

Nos salimos del camino para bebernos los viñedos de la península ibérica

| 07/05/2021 | 3 min, 39 seg

Viernes es otra vez y por muchos años… esperamos. Siempre aquí y con vino de acá o acullá, pero cada uno con su personalidad. Con la de uvas poco corrientes, nacidas donde quieren y deben. Porque nos gusta salirnos del camino para caminar sin destino, y hoy por la península ibérica.

Entre viñedos que nos ofrecen paisaje y color bajo nombres diferentes, porque aunque nos gusta lo conocido, también es bonito ir a contracorriente. Arriesgando sin arriesgar, que esto va de jugar a pedir botellas de varietales no muy habituales con interior en forma de abrazos. Los que funden la tierra y su vid sin rastro de desliz. Y así, con ganas de achuchones buenos empezamos este relato de emoción relleno.

Con El Aprendiz Blanco Albarín 2018 (Leyenda del Páramo). Albarín blanco en forma de regalo venido desde León que no muerde. Fierecilla cariñosa con abuelos asturianos. Felino que deja marcada su huella de garritas suaves y mullidas. Y se permite llevar hasta ponerse a esponjar en la manta que nos cubre las patitas en terraza, a la fresca y con bastante de cecina poco curada.

El Prapetisco 2016 (Barco del Corneta) nos traslada con alegría a La Seca desde la Salamanca natal de su juan garcía. Variedad variopinta que suele pintar poco mezclada con otras. Pero aquí se convierte en protagonista haciendo arte con pincel fino y lienzo tan rugoso como hermoso. De expresivo peculiar, nos regala un ramo de rosas gordotas y algunos brotes silvestres. Y como somos asilvestrados nos lo pimplamos con un asado en condiciones.  

En pleno sur chiclanero se nos aparece el Tivo 2018 (bodegas Primitivo Collantes) dispuesto a convertirnos en prinsezas. Porque es uva rey que reina en su reino de claras almenas en castillo, rodeado de frutales huesudos. Locura traviesa con expresión de donde nace, que fluye sin tonterías y con el justo equilibrio. El que reivindica en temporada soleada con lo que me des de atún de la almadraba.

Nos vamos ahora con la garnacha, pero no con cualquiera, que ésta es Garnacha Tintorera 2018 (Garagewine). Conocida allende las fronteras como alicante bouschet, aquí, en provincia de Toledo, es fruta negra y masticable en plan rollo amable. Especiados que profundizan en posibles amistades con locuaz personalidad, un puñaíto de risas y un puchero a la lumbre, de legumbres con liebre.

Moneando de Portugal hasta Granada 

De la tan hermana como vecina Portugal es el Mono C 2017 (Luis Seabra Vinhos), que nos hace ojitos con sus monadas. Monea moviendo su cuerpo rumboso en pueblo elegantón rodeado de matorrales bien espesos, mientras los periquitos revolotean en modo meridional. Busca la caricia de la brisa que se levanta cuando llega la tarde y nunca se hace tarde si es contigo y un plato de migas a la alentejana en la mesa.  

Volvemos a cruzar la frontera, que casi no, con el A Costiña 2015 (Alan del Val) y su brancellao. Galicia de bayas poco apretadas, pero muy bien tratadas que gustan de hacer elípticas con brío. Cantos rodados que ruedan con precisión. Preciosón que nos camela con elegancia y dulzura cuando vamos de su mano a encantador restorán y pedimos nuestra preferida, una empanada de xoubas.

Volamos a Levante con el Altos de Orihuela Blanco Sobre Lías 2019 (Mateo Wines) que es  combinación de merseguera y verdil. Blancas luminosas de día soleado con calidez contenida. Envolvente y convincente se expresa dibujando con trazo firme unas peras gorditas y lustrosas. Paseazo a pie de playa marcando su rastro en la arena y soltando recuerdos al viento. Imagen de veranos divertidos en los que nunca faltaba una paella de marisco.

Terminamos en Granada y con una vijariega, la de V de Valenzuela 2017 (Barranco Oscuro). Naturoso y refrescante nos comunica que es serrano y que está sano. Loquito y crujiente, parece camaleón que cambia según circunstancia. Superviviente lleno de vida, acidez y textura. Y nos susurra que quiere ser bebido sin tardanza, entre bailes y con unos vasitos de gazpacho rollo feria. Que nos vamos de festejos hasta dentro de un par de semanas, cuando volveremos brindando, con vino y entre amiguis.  

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