VALÈNCIA. Este lunes arrancó el curso escolar 2023/2024 en la Comunitat Valenciana. Y lo hizo para todos, no solo para los alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP, también sirvió para arrancar de alguna manera el curso político en el Ayuntamiento de València. El portavoz de Vox en el consistorio, Juanma Badenas, realizó su primera rueda de prensa dos meses después de haber adquirido su acta de concejal.
Acompañado del resto del grupo, el líder de Vox en Valencia convocó a los medios después de las vacaciones de verano para lanzar su primer órdago a la alcaldesa de València, María José Catalá: recordarle que sigue gobernando en minoría y advertirle que, a pesar de ser sus "socios preferentes", el gobierno municipal no contará con el apoyo de Vox en una posible renovación del convenio urbanístico del Nou Mestalla entre el Cap i Casal y el Valencia CF.
"El señor Lim es un enemigo de Vox. No vamos a votar nunca nada en este Ayuntamiento que permita que el señor Lim siga siendo el máximo accionista del club. No queremos Meritones en Valencia. No vamos a negociar el convenio. La señora alcaldesa cuenta con 13 votos si quiere renovar el convenio, pero no cuenta con 17 apoyos. Tendrá que pactar con Compromís o con el PSOE porque Vox no le cederá sus votos para una renovación del convenio urbanístico", explicó Badenas.
En este sentido, el portavoz de Vox también advirtió a la alcaldesa que la Ley de Contratos del Sector Público "prohíbe volver a apobar convenios urbanísticos con aquel que los ha incumplido", por lo que, a su juicio, Catalá no debería renovar el convenio ni con el apoyo de Vox, ni tampoco con Compromís o PSPV si estos grupos acabaran cediéndole los votos.
La advertencia a la primera edil sobre lo que va a encontrar si trata de negociar con ellos una medida de este tipo no fue el único envite que dio Badenas. También subrayó que, a día de hoy, Catalá sigue sin ponerse en contacto con su grupo para negociar los presupuestos municipales que deberían aprobarse a final de año. Algo para lo que la alcaldesa necesitará a los 4 ediles de Vox porque, de lo contrario, no podrá sacar adelante las cuentas, lo que supondría prorrogar las del año actual. Una situación indeseada por los gestores actuales, y más aún al tratarse de su primer año de mandato.
En este sentido, el portavoz del grupo de Santiago Abascal en la ciudad puso negro sobre blanco que su apoyo a los presupuestos no están garantizados y su predisposición a dar un 'sí' dependerá de cada medida que contemplen las cuentas. O lo que es lo mismo: Vox quiere que Catalá se siente a negociar "partida por partida". Y entre sus dos premisas principales se hallarán no dar subvenciones a "entidades pancatalanistas" -algo que se da por hecho porque ya los populares han avanzado que no lo harán-, ni incluir "cualquier gasto innecesario".