Foto: SILVIA ZRCASTELLÓ. Diez años haciendo teatro es toda una vida. Y más largo resulta el camino si los espectáculos que uno interpreta los crea y produce por cuenta propia. Xavi Castelló (Vila-real) y Alba Blanco (Alcasser) llevan una década dedicándose al circo de calle a través de su propia compañía, Xa! Teatre. Fue en 2012 cuando estrenaron su primera pieza, Zapatos en el Aire, basada en el cuento original de Antoni Castelló, y tras ella llegaron The Audition y Aigua, una reflexión a diez metros de altura, con zancos, danza aérea y acrobacias, sobre el medio ambiente y la amistad.
"Estamos contentos por la evolución que hemos ido siguiendo. Siempre hemos tratado de satisfacer las inquietudes que teníamos y lo hemos logrando", asegura el actor. La compañía que tiene su sede en Vila-real reivindica además el gran peso que las artes escénicas de calle tienen en la sociedad. "Somos dos artistas claramente vinculados a las artes de calle, las reivindicamos con toda la fuerza que podemos, porque si son algo, es unas gran generadoras de público. Llegan a un público que nunca iría a un teatro o que nunca se plantearía la posibilidad de ir, pero que de repente se encuentran con un espectáculo en la acera de su casa. Lo ven, se paran a mirar y se dan cuenta de que les gusta", considera.
Ahora, en la celebración de su primera década, Xa! Teatre ha querido dar un paso más cambiando de registro. Castelló y Blanco han reemplazado las demostraciones de circo aéreo por un espectáculo itinerante en el que se ponen en la piel de dos personas mayores. Grands aúna la ternura con la perspicacia que los ancianos adquieren con el paso del tiempo dando lugar a un show donde sus dos protagonistas, Poso y Tereseta, protestarán sobre todas las malas acciones con las que se encuentren por la ciudad. A Castelló llegarán el 7 de octubre, dentro de la Mostra d'Arts Escèniques que organiza el Ayuntamiento.
Puede pasar que si alguien tira un cigarrillo al suelo aparezcan este par de abuelos y le "increpen" para recordarle que eso no está bien hecho. Aunque tienen un guión medianamente formado, sus intérpretes se sirven del lugar en el que están, y lo que ocurre alrededor, para redondear la actuación. "Son 'iaios' modernos, llegan con su patinete eléctrico tuneado, su andador y el carrito de la compra, y empiezan a montar reivindicaciones de cualquier cosa. También las instituciones serán víctimas. Tenemos muchas oficinas bancarias que están cerrando en los pueblos pequeños con lo que eso conlleva."
Pese a ello, avisa Castelló que el show tiene "muy buena acogida", porque las personas mayores "despiertan mucha curiosidad y ternura." "Hasta en momentos que hacemos auténticas salvajadas, empatizan con ellos. Hay una anécdota muy graciosa de la preparación del show. Uno de los primeros ensayos que hicimos en la calle fue en un parque. Estábamos tratando de tirarnos por un tobogán, recreando lo complicado que es eso a cierta edad, cuando aparecieron unos adolescentes, que debieron saltarse las clases porque era un día entre semana por la mañana, y rápidamente vinieron a ayudarnos, pese a que se podía ver que no éramos ancianos de verdad. Sin embargo, tuvieron la necesidad de ayudarnos. Alguna cosa despierta el espectáculo", consideran sus creadores.
Pero, además de provocar humor, y alguna que otra queja, Grands pretende visibilizar a un colectivo que vive en la sombra. "El objetivo principal de este show es que la ciudadania entienda que debemos ser más cívicos, debemos comportarnos mejor y respetarnos los unos a los otros y nuestro entorno, pero también queremos decir que a las personas mayores les queda mucho que aportar a la sociedad. No son muebles que hay que dejar en un rincón. Tienen mucha experiencia y mucho que dar. El problema es que hay muchos problemas de movilidad dentro de las ciudades, no están pensadas para ellos. Faltan lugares donde descansar o aseos públicos", manifiestan los autores.
Tras una década, es para la compañía tiempo de dar las gracias. Además del homenaje a las personas mayores, ambos homenajean en particular a sus abuelos. Están las máscaras que llevan puestas inspiradas en los retratos de sus 'iaios'. "Se da la casualidad de que tanto los abuelos de Alba como los míos eran de la misma quinta, por eso quisimos caracterizarlos. 101 años tenían cuando estábamos creando las máscaras y ambos fallecieron antes de estrenar", cuenta Castelló. Ha sido el artesano de onda César Marín el encargado de darles forma.
Con todo, la obra ha supuesto para Alba y Xavi un reto mayor del que hubieran imaginado. No es fácil, al fin y al cabo, ponerse en la piel de dos ancianos. Para la preparación del espectáculo contaron con la ayuda de Edu Cárcamo, Santiago Ugalde, 'Miguelón' de La Picor y Jordi Collado, quien se encargó de la dirección. "Nos atrae el circo y las alturas, pero vamos teniendo una edad en la que el cuerpo te pide investigar nuevos tipos de dramaturgia, que físicamente nos exijan menos. Aun así, Grands ha terminado siendo más exigente de lo imaginado. Mantener la expresión corporal de las personas mayores, con esa espalda corvada, se hace duro".
No son pocos los bolos que en Xa! Teatre tienen hasta terminar el año. Además de este, también representarán Aigua el 15 de octubre en Bocairent y el 13 de noviembre en València. Mientras que The Audition llegará a Alqueries el 22 de este mes. También, para terminar de redondear su aniversario, la compañía de teatro ha publicado un libro basado en la pieza Zapatos en el aire y está trabajando en la producción de varios capítulos audiovisuales que continuarán la historia de Grands con nuevas reivindicaciones.
