VALÈNCIA. Zubi Group prepara el salto a Barcelona de su modelo educativo. El grupo, liderado por Iker Marcaide, trabaja en la apertura de un nuevo colegio bajo la filosofía Montessori en la ciudad condal. Por el momento, el proyecto está en una fase embrionaria, pero ya se trabaja junto al ayuntamiento de la ciudad condal para hacerlo realidad.
"Estamos planteando una nueva ubicación en Barcelona", avanza a este diario Carlos Martín, CEO de Zubi Group. Por el momento, se está en una fase incipiente, ya que todavía están negociando con el ayuntamiento de la ciudad cuestiones de licencias y permisos, aunque la idea es que pueda abrir sus puertas en dos años. No obstante, al estar en una etapa tan inicial, la compañía elude dar más detalles. "Tenemos el suelo y en los próximos años empezaremos a construir, pero todavía queremos mantener la confidencialidad porque estamos negociando detalles con el Ayuntamiento", insiste Martín.
Con este proyecto, la división de educación de Zubi sumaría su tercer centro, tras la creación del primer centro de Imagine Montessori School en 2016 (Imagine Valencia) y el segundo (Imagine La Pinada) en 2019. Fundado junto a Mariano Pontón e Irene Cañero, optaron por un método que está muy desarrollado en otros países, pero que en España estaba menos extendido.
Imagine Montessori School tiene un currículo que combina el contenido completo del británico con los beneficios de la pedagogía Montessori que se basa en que cada uno nace con talentos propios, potencial y una curiosidad natural que nos lleva a aprender. El método utiliza cuatro elementos diferenciales. La mezcla de edades en las clases, para favorecer que los pequeños aprendan de los mayores y que los mayores se reafirmen enseñando a los menores,
También trabajo ininterrumpido, para favorecer la concentración e independencia. Material didáctico cuidadosamente estudiado y diseñado, que permite una educación personalizada que se adapta a los intereses y ritmo de cada niño. Maestro-guías que acompañan en el proceso educativo fomentando la participación activa en el aprendizaje, en lugar de que el niño adopte un rol pasivo. También se prepara a los niños para afrontarse a situaciones como capacidades sociales, espíritu emprendedor, la creatividad, la autonomía y en particular, el placer e interés por aprender.