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10 conclusiones sobre el proceso del PSPV y el nuevo liderazgo de Morant

Foto: EP/Jorge Gil
3/02/2024 - 

VALÈNCIA. La semana que queda atrás permanecerá grabada en la historia de los socialistas valencianos, dado que todo lo acontecido marcará el futuro del PSPV-PSOE en los próximos años y, con ello, también en cierto modo el de la Comunitat Valenciana, dado que la formación del puño y la rosa es la principal fuerza de la oposición y la única que, a priori, puede competir con el gobierno liderado por el popular Carlos Mazón con Vox como socio en el Consell.

La noticia, ya conocida, es que la ministra Diana Morant será la nueva secretaria general del PSPV en sustitución de Ximo Puig, una vez acordada la retirada de los otros dos aspirantes a la sucesión, el líder provincial de Alicante, Alejandro Soler, y su homólogo en Valencia, Carlos Fernández Bielsa.

Los tres habían formalizado sus precandidaturas el lunes, lo que parecía alejar la posibilidad de un consenso que evitara las primarias. No obstante, el acto celebrado por Morant esa misma tarde en Gandia, su localidad natal, fue una demostración de fuerza tanto en asistencia de militantes de base como en cargos de relevancia. A partir de ahí, se precipitaron los acontecimientos: una reunión en Ferraz al día siguiente permitió alumbrar el acuerdo. 

La preferencia de Pedro Sánchez por la ministra era clara y tanto Soler como Bielsa, pese a que tenían un pacto de apoyo mutuo, eran conscientes de que sus números habían comenzado a debilitarse en favor de Morant, lo que condujo a un acuerdo para dejar paso a la exalcaldesa de Gandia. Eso sí, este gesto de generosidad vino acompañado de un arreón para tratar de aprovechar el pacto y exigir en ese contexto determinadas áreas (como Organización), puestos y otras prebendas. La ministra hizo exactamente lo que Soler o Bielsa hubieran hecho en su lugar, negarse a ese tipo de condicionamientos y emplazarse a ir negociando poco a poco en las siguientes semanas fuera de las paredes de Ferraz.


Una vez resuelto el nudo gordiano de quién se situará al frente del PSPV, pueden extraerse una decena de conclusiones sobre el proceso y los actores principales dentro de la formación socialista.

1. Morant pasa un importante examen orgánico. La ministra generaba ciertas dudas incluso entre sus partidarios por no disponer de una trayectoria extensa como militante ni haber tenido un protagonismo demasiado relevante dentro del partido. La exalcaldesa de Gandia entró en política en 2011 como concejal de su municipio y se convirtió en secretaria general local tres años después respaldada por José Manuel Orengo, pero no había tenido un papel esencial en un proceso como el que ahora acomete el PSPV. Sin embargo, la reunión 'encerrona' del pasado lunes puso a prueba la personalidad y capacidad de liderazgo de la ministra, que rechazó las propuestas de reparto de la Ejecutiva de Soler y Bielsa con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, presente.

2. Alejandro Soler demuestra su buena relación con Ferraz. Sin duda, el diputado ilicitano ha confirmado que no iba de farol cuando se le presentaba como el dirigente del PSPV con una relación más especial con Cerdán. Sólo así se explica lo ocurrido. En el dilema del prisionero, que ya explicó este diario, desde el entorno de Bielsa defiende que Soler fue el que se 'entregó' antes a la ministra y decidió pactar; pero los próximos a Soler aseguran que, por la información que tenían, Bielsa acudía con esa misma intención a la reunión de Ferraz. En esa cita, la sensación es que para Cerdán la prioridad era que Soler no saliera mal parado del entuerto.

3. La influencia de Pedro Sánchez pesa mucho. El ahora presidente del Gobierno recuperó el liderazgo del PSOE con unas primarias contra Susana Díaz y el aparato que le han dado un aura mítica, algo que se ha acrecentado con su capacidad para sobrevivir como inquilino en La Moncloa. Aunque no es una novedad que Ferraz intente influir en los procesos autonómicos del partido, no era extraño en el pasado que los 'rebeldes' ganaran a los candidatos oficiales. Sin embargo, ahora parece más complicado vencer a un candidato que Sánchez apoya.

4. El 'ximismo' ha muerto, el 'dianismo' da sus primeros pasos. Tal y como se explicaba en este diario, en política hay corrientes que permanecen e incluso que sobreviven a sus líderes iniciales y otras que se transforman. Puig ya ha proclamado que no estorbará en el proceso y Morant ha captado a muchos de los apoyaban al expresidente pero también a otros que no estaban en sintonía con él.


5. Soler apunta a salir mejor parado que Bielsa. De los dos precandidatos, aunque ambos habían sufrido fugas que se evidenciaron en la presentación de Morant; en líneas generales la mayoría de dirigentes consultados señalan que el ilictano tenía apoyos más sólidos y resistentes. Esto unido a que Bielsa compartía territorio -la provincia de Valencia- donde Morant tenía arraigo, le convertía en el precandidato más sensible a perder apoyos.

6. Las direcciones provinciales no han entrado en la negociación. Ese es otro debate que todavía no se ha abierto y que es posible que Morant no quiera abrir. En consonancia a la conclusión anterior, no parece que la futura líder del PSPV pretenda acometer un asalto a la provincia de Alicante, si bien la situación en la provincia de Valencia se antoja mucho más abierta en el medio plazo.

7. Morant va a decidir sobre el área de Organización. Es el puesto más determinante de la Ejecutiva y la intención es cederla a un perfil que considere de su confianza, de la misma manera que las áreas que considere más relevantes para una secretaria general. Esto no significa que no vaya consensuar nombres de los otros candidatos que le generen buenas vibraciones y considere que apuntalan el proyecto común. Este será el trabajo de cirugía más delicado del proceso.

Morant saluda a Soler en presencia de Bielsa. Foto: EP/Rober Solsona 

8. El reto de no cerrar en falso el congreso. Este es uno de los mayores miedos, especialmente de los socialistas más veteranos, que recuerdan los eternos conflictos derivados de las rencillas salidos de los cónclaves. En esta ocasión, se ha evitado una votación -algo que también pone en tela de juicio el papel de la militancia en el proceso-, pero esto no significa que esté garantizada la paz interna durante el mandato. Así pues, otra de las conclusiones es que la existencia de un acuerdo no es el fin perenne de los problemas, sino una solución al conflicto más inminente. Lo que suceda después, dependerá de los distintos protagonistas implicados.

9. Ábalos sigue en activo. Han llamado la atención los movimientos, sobre todo en Madrid, del exministro y ex secretario de Organización del PSOE, y que también ha hecho valer su relación con Santos Cerdán. Su tropa apoyaba a Soler, aunque había efectivos de su cuerda que aparecían próximos a Bielsa. Viene apareciendo en las quinielas para la lista europea y, en este proceso, ha estado presente quizá para recordar que aún dispone de influencia.

10. El PP, la sitúa ya en el punto de mira. Como es lógico, una vez decidido que la ministra será la jefa de la oposición, los populares se disponen a establecer una estrategia de respuesta ante las posibles críticas de Morant. Tal y como informó este diario, uno de los primeros argumentos que podrían utilizarse -el PP ya lo estrenó este mismo jueves en la comparecencia en el Congreso- es el de que la líder socialista es una ministra "a tiempo parcial". Morant ya replicó este viernes recordando que Mazón compaginó su liderazgo en el PPCV con la Presidencia de la Diputación de Alicante. No obstante, los ataques serán más complejos de responder cuando señalen reivindicaciones valencianas que afecten al Gobierno de España, del que Morant forma parte.

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