VALÈNCIA. Cualquier vaticinio de los que circulaban las últimas semanas sobre el resultado del cambio de estrategia judicial de Marcos Benavent se ha quedado corto respecto a lo que finalmente ha sido. Aunque sus consecuencias, para los investigadores, siguen siendo limitadas. El exgerente de Imelsa –la empresa pública dependiente de la Diputación de Valencia– y principal confidente de la justicia en el caso Taula reapareció este miércoles en los juzgados después de dos años. Y no para ratificarse en todo lo manifestado como era habitual hasta la fecha, sino para desdecirse, intentar dinamitar la causa y, ya de paso, defender al exministro Eduardo Zaplana.
El autodenominado como 'yonki del dinero' había pedido declarar voluntariamente ante el juez titular de Instrucción 18 de Valencia después de cambiar recientemente de abogado. La defensa la ha dejado de llevar Ramiro Blasco y ha pasado a manos de Juan Carlos Navarro. Una decisión que despertaba las especulaciones de que iba a suponer un vuelco en la estrategia judicial. Y así ha sido.
Con un sorpresivo giro de guion en una investigación que lleva en marcha desde 2014, Benavent compareció ante el magistrado durante menos de media hora para responder sólo a preguntas a su letrado. De acuerdo con fuentes cercanas a la causa, aseguró que las grabaciones que dieron inicio a Taula hace ahora siete años y que él mismo realizó están manipuladas. "Fueron editadas por mí personalmente, hice copia y pega", señaló. A lo que añadió que eran malintencionadas y las realizó sin que su interlocutor lo supiera, provocando la conversación que él quería.
Según su relato, él registró los audios con el móvil o una grabadora, los pasaba al ordenador y los fines de semana las editaba en el chalet familiar de Xàtiva junto a su exsuegro, Mariano López. En algún momento, este último, indicó, se los sustrajo porque dejaba su ordenador en esa vivienda. Lo que dio como resultado que acabaran en manos de la entonces diputada provincial de Esquerra Unida y actual consellera Rosa Pérez. Ésta los presentó en la Fiscalía y desencadenaron la primera parte de la investigación de Taula.
Benavent hizo mención a dos pen drive que se entregaron a Anticorrupción. Uno, el de la dirigente política en el que había audios e imágenes cuando a él no le consta que tuviera almacenadas imágenes. Otro, el de su exsuegro sólo con las grabaciones. Así, comentó que cuando la causa se encontraba todavía bajo secreto de sumario se reunió con Pérez y le dijo que Mariano López le había facilitado los audios. Motivo por el que pidió a la consellera que explique a qué tipo de pacto llegaron entre ambos y la acusó de sacar rédito político filtrándolos.
Pérez, por su parte, replicó este miércoles que ella era oposición, le llegaron una serie de grabaciones e hicieron a partir de ahí una investigación muy grande que acabaron presentando en la Fiscalía por los posibles delitos que en ellas figuraban.
El exgerente de Imelsa, además de realizar estas afirmaciones ante el juez, pidió, como avanzó Valencia Plaza, la nulidad de los citados audios por indefensión, falta de motivación y de tutela judicial efectiva e investigación prospectiva al margen de los imputados. En ellos constaban diez horas de grabaciones que había realizado el propio 'yonki del dinero' a cargos del PP durante años en su etapa en la Diputación. Entre ellos, a los posteriormente considerados como cabecillas de la trama: el expresidente de la corporación provincial Alfonso Rus, su exjefe de Gabinete, Emilio Llopis, o el exconsejero delegado de Ciegsa Máximo Caturla. Comisiones a cambio de adjudicaciones públicas a empresas, cantidades de billetes que se contaban, reparto de dinero y financiación irregular del partido aparecían en las conversaciones.
"He hecho falsos testimonios y he provocado daño a muchísima gente. Pido perdón"
Pero su intervención no sólo hizo mención a esas pruebas sino a la entrada y registro de la Guardia Civil en 2015 en el despacho de su entonces abogado. En este punto, explicó que cuando llegó a España procedente del extranjero al enterarse de que las grabaciones se habían filtrado depositó allí toda la documentación, de Imelsa y propia, que él tenía, para preparar su estrategia de defensa. Pero al llevársela los agentes no le "quedaba otra" que lanzar todas las acusaciones contra Rus y el resto de investigados. "Con esa legitima defensa he hecho falsos testimonios y he provocado daño a muchísima gente de todo tipo. Pido perdón", comentó.
Aquí se refirió a los documentos relativos a Taula, pero también a los que dieron inicio al caso Erial, el que afecta a Zaplana, sin que Benavent tenga nada que ver en esa investigación. "Yo tenía toda la documentación del sirio con la que se ha armado el montaje contra Zaplana", llegó a indicar.
De acuerdo con el sumario, la Guardia Civil encontró una serie de papeles en ese registro que dibujaban una perfecta hoja de ruta sobre un presunto entramado liderado por el también expresidente de la Generalitat consistente en supuestas mordidas desde el Gobierno autonómico realizadas a través de la adjudicación de los contratos públicos del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana y de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV). Cuando los agentes le preguntaron a Benavent sobre el asunto, explicó, de acuerdo con el informe que elaboraron, que la documentación se la entregó sobre el año 2012 una persona de origen sirio colaborador del CNI que, a su vez, los había hallado en una antigua vivienda de Zaplana en la que él estuvo alquilado.
Esta historia siempre ha tratado de ser desmontada por la propia defensa del exministro y ayer Benavent ayudó a ello como se esperaba. De hecho, remarcó que acudió a declarar al juzgado incluso sin dormir, sin saber adónde iba ni de qué forma y presionado. El día que el exgerente de Imelsa compareció en Erial fue el de la detención de Zaplana, en mayo de 2018, después de que lo hiciera el ciudadano sirio. Allí relató la historia de los famosos papeles sin mencionar ilegalidad en el registro.
Ahora, por contra, ha pedido la nulidad con los mismos argumentos que los de las grabaciones. En ambos casos, su abogado afirma que no puede garantizarse la autenticidad, integridad y fiabilidad de la fuente de prueba debido a la ruptura de la cadena de custodia.
El testimonio será presentado por el letrado de Zaplana ante el juzgado que instruye Erial para pedir volver a llamar a declarar al exgerente de Imelsa, algo que la jueza ya rechazó hace varios meses.
El hecho de que Benavent haya pasado a llevar esta estrategia resulta totalmente llamativo después de lo ocurrido durante seis años. Cuando tuvo lugar su sonada reaparición en mayo de 2015 anunciando su actitud colaborativa con la justicia –además de varias 'perlas'– todavía faltaban varios días para el registro en el despacho de su abogado que ahora quiere anular. En cuanto a los audios, se ratificó en diversas ocasiones ante la Guardia Civil, el juzgado e, incluso, en comparecencias ante los medios o en Les Corts Valencianes. Dijo que fue él quien los grabó e identificó a las personas que aparecían en ellos. Y, por último, el interrogante del motivo de su volantazo surge especialmente cuando menciona un montaje contra Zaplana en una causa en la que no está personado ni le afecta directamente, como es Erial.
Las peticiones de su abogado que abren la puerta a nulidades tendrán que ser resueltas de cara al juicio de dos de las piezas separadas de Taula: los 'zombies' de Imelsa y Ciegsa y el supuesto amaño del servicio de atención telefónica de la Diputación. Si ello además acaba sirviendo a los principales acusados para usarlo a su favor se comprobará en los próximos meses. En todo caso, la investigación de la macrocausa se ha ido ido sustentando en más pruebas y testimonios recogidos en multitud de informes de la Guardia Civil aparte de lo que Benavent aportó, por lo que hacer caer dos casos tampoco es tan sencillo.