Un dels últims tallers artesans de Ciutat Vella, a punt de desaparéixer
Un dels últims tallers artesans de Ciutat Vella, a punt de desaparéixer
VALÈNCIA. Las expectativas son razonablemente buenas. Así lo admiten desde la Concejalía de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València. La espada que pende sobre el taller March no es la de Damocles y no caerá finalmente. La resolución aún no se ha formalizado, pero las alegaciones presentadas por los propietarios para que la casa taller no sea derribada van a tener respuesta y todo apunta a que será positiva.
“No hay decisión firme”, advierten desde la regidoría. No la hay pero es tal la predisposición que se puede ya avanzar. Porque en el consistorio admiten sentirse receptivos a las reclamaciones de los propietarios del histórico taller artesanal que estaba en peligro precisamente por el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella.
Un dels últims tallers artesans de Ciutat Vella, a punt de desaparéixer
La paradoja era cruel. Una iniciativa municipal pensada en conservar el patrimonio de la ciudad (la idea del consistorio era demoler parte de la casa taller con el objetivo de sacar a la luz restos de la muralla y crear una plaza) iba a acabar con una de las escasas muestras de la artesanía valenciana que perdura desde principios del XIX, que atesora joyas como un telar Jacquard de principios de 1800 y fabricado por J. Mayole en Roubaix.
Un sinsentido también, habida cuenta que la recuperación y puesta en valor del comercio tradicional es una de las prioridades del Govern de la Nau, conscientes de su valor patrimonial y de su importancia como seña de identidad de los barrios.
Desde Urbanismo insistieron en que nunca se había dado por definitiva la demolición. Así, las fuentes consultadas recordaron que cuando se reunieron con los propietarios de la casa taller, la familia, les invitaron a que presentaran las alegaciones correspondientes para evitar el derrumbe. Este es un procedimiento estándar al que se puede acoger cualquier ciudadano en una situación similar.
En Urbanismo están analizando las alegaciones y, aunque no hay un dictamen final, desde la Concejalía admitieron que las primeras impresiones son bastante esperanzadoras para el futuro del taller. En concreto se refirieron a que existen mecanismos legales que pueden permitir eximir a este inmueble de la piqueta. “El edificio en sí no tiene un valor especial”, explicaron, “pero la actividad sí”, admitieron.
Este asidero, el del contenido y no el continente, es el que permitirá evitar la destrucción del taller. Vinculándolo a la actividad pedagógica y educativa, el taller March, ubicado en el número 19 de la calle Mare Vella, en pleno barrio del Carmen, tendrá una oportunidad en la València del siglo XXI y su legado permanecerá para conocimiento de la ciudadanía.
Una decisión en la que tendrá un papel clave la labor que está realizando la familia propietaria divulgando tanto la historia del taller como los utensilios que en él se encuentran. El propietario del taller, José Luis March, ya lleva tiempo organizando visitas para que se conozca aún más y, sin ir más lejos, el taller estará abierto al público en general para visitas este sábado desde las 10 hasta las 13.00 horas. Una buena ocasión para conocerlo.