VALÈNCIA. La Banda Sinfónica Municipal sigue dando pasos hacia la reestructuración propuesta por el Ayuntamiento de València. La última decisión es la de nombrar a Manuel Muñoz como gestor del servicio, que agrupa el día a día de la formación y la organización del Certamen Internacional de Bandas.
Tras el cambio de gobierno en el Ayuntamiento, la Banda se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de la Concejalía de Cultura. Lo primero que hicieron fue proponer un nuevo organigrama que separaba la dirección hasta entonces en tres puestos: por una parte, un “Director/a de la Banda Municipal”, elegido mediante un concurso abierto y con un contrato artístico que se dedique a las tareas estrictamente de dirección musical (el ya elegido Cristobal Soler). También se va a crear la figura del subdirector Artístico, que “será elegido de entre los músicos”, previsiblemente. Así, se desliga de estas figuras la jefatura de servicio, que ahora mismo también ha quedado vacante.
En un escalón inferior está la jefatura de sección, creada inmediatamente después de la dimisión de Rafael Sanz-Espert y ocupada por él mismo, aunque pidió más tarde un traslado y actualmente también está vacante. Ya en tercera línea, se encuentra este nuevo puesto, también de nueva creación, el, de “gestor de la Banda Sinfónica”.
Será Manuel Muñoz, un policía de carrera pero con formación musical, quien ocupe esta plaza, tal y como aprobó la Junta de Gobierno el pasado viernes. Muñoz es conocido en el mundo de las bandas porque ha formado parte de la cúpula de la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana (FSMCV).
También coincide que Muñoz ocupa el cargo de director técnico-artístico del Certamen Internacional de Bandas de Música Ciutat de València (CIBM), un puesto que está orgánicamente desligado de su nuevo destino laboral, pero que tiene relación, ya que una de sus funciones, según han confirmado fuentes municipales, será la formar parte de la organización del certamen.