VALÈNCIA. Los movimientos en los despachos valencianos se han convertido en la tónica general en los últimos años en el mercado de los servicios jurídicos y fiscales. Fusiones, absorciones y alianzas entre los distintos bufetes son una tendencia que se consolida como forma de adaptarse a un mundo cada vez más competitivos y con más actores en este sector. Prueba de ello son las operaciones de las últimas semanas. Y es que el tamaño y la oferta de servicios en distintas áreas se convierten en los mejores instrumentos para fidelidad y captar clientes. Una concentración que, según prevén los propios profesionales, se mantendrá en los próximos años.
Según recuerda el socio director del despacho Tomarial Abogados, Antonio Ballester, la firma en 2012 incorporó a su equipo la estructura de Carlos del Romero, una operación que ya aventuraba el escenario que se iba a presentar en los próximos años. Precisamente esta pasada semana, Tomarial siguió la misma senda e integró en su organización al despacho valenciano Conntia, especializado en la consultoría estratégica y financiera.
"En el sector de los servicios jurídicos, el tamaño y la dimensión suma, es un 'plus' que te da un valor añadido en el mercado. De hecho normalmente es un despacho pequeño el que acaba integrado en uno de mayor tamaño. No es una sorpresa los movimientos de los últimos meses", explica Ballester.
En similares términos se pronuncia Pablo Romá, socio director del despacho Romá Bohorques Tax & Legal (RBTL) que en los últimos días ha incorporado a su equipo a socios de Estudio Jurídico Carlos Pascual, los abogados Carlos Pascual y Jorge García Pascual para la apertura de dos nuevos departamentos: Mercantil-Bancario y Procesal-Concursal, que hasta el momento el bufete no ofrecía. "Habíamos detectado una necesidad de nuestros clientes que teníamos que cubrir incorporando a profesionales de gran solvencia", explica.
Esa es precisamente una de las claves para entender estas operaciones: la necesidad de atender las demandas de los clientes, cada vez más exigentes, incorporando nuevos departamentos y personas experimentadas en la materia. "Al final lo que buscamos es ofrecer un mejor servicio incluyendo nuevas áreas con profesionales con experiencia. De ahí las fusiones", señala Romá que incide en la importancia de concentrar servicios para ser "más competitivos".
Por su parte, José Luis Ramos, socio fundador de Mil Torres Abogados & Economistas explica que generalmente los grandes despachos tienen en sus carteras a empresas que lo que quieren es contratar "a un solo despacho que organice directamente todo". Una especie de 'todo incluido' para no tener que dividir sus asuntos entre varias firmas.
Otra de las ventajas que destacan los propios profesionales es la creación de sinergías, frente a la opción de crear desde cero nuevos departamentos. De esta forma ambas partes ganan. Los despachos grandes porque incorporan departamentos con profesionales consolidados en el sector y los más pequeños porque se encuentran bajo el paraguas de un nombre de prestigio y acceden a una cartera más amplía de clientes que de otra manera difícilmente conseguirían.
Por tanto, subrayan que en un sector tan maduro y atomizado como el jurídico, la concentración es "lógica" y se convierte en una solución eficaz. Además, permite afrontar el reto de acometer inversiones de mayor volumen para adaptar los despachos a los nuevos retos del futuro como la digitalización o la inteligencia artificial, señala Ballester.
De cara a los próximos años, coinciden en señalar que ésta será la tónica general. "La tendencia va a ser despachos multidisciplinares para atender de forma integral las necesidades de los clientes", apunta el socio de Tomarial. Al respecto, Romá apostilla que si las operaciones resultan exitosas "hacen crecer exponencialmente a los despachos".
No obstante, los pequeños conservarán un espacio en el mercado porque siempre hay clientes que quieren despachos especializados en ciertas materias y con menores precios, indica Ramos que hace hincapié en la cercanía en el trato abogado-cliente de estas firmas, una cuestión esencial para ellas porque supone su valor añadido. Por tanto, para estos bufetes la clave será buscar nichos de mercado muy especializados para diferenciarse del resto siendo los mejores en sus ámbitos.