SAN VICENTE (EFE). El bar Pepe de San Vicente del Raspeig ha repartido 60 décimos del Gordo (24 millones de euros) y diez de ellos los ha regalado el propietario, Basilio Suárez, a empleados y clientes, el último este sábado a una cuadrilla de amigos cuarentones que se hacen llamar Los Tristes.
Los Tristes son una quincena de amigos que se conocieron en el colegio y la universidad y que todos los años se reúnen antes de la Navidad para compartir una comida en el bar Pepe de San Vicente.
Como otros años, pidieron a Basilio un décimo de la Lotería de Navidad y este hombre se había quedado sin boletos para vender, por lo que le dio a 'Los Tristes' uno de los dos décimos del Gordo, el 26.590, que se había reservado, y se lo regaló sin pensar que se le escapaban de las manos 400.000 euros.
En declaraciones a Efe, Basilio Suárez, de 67 años, ha explicado que con el boleto que se ha reservado (también le dio uno a su hijo) se jubila definitivamente y el próximo 6 de enero cierra el bar, que se sitúa en el número 4 de la calle Poeta Miguel Hernández.
"He vendido 50 décimos a los clientes que han comprado, la mayoría son habituales, de toda la vida y que vienen a diario en este barrio de trabajadores", ha explicado.
Los diez restantes los ha regalado a clientes que considera amigos y también a otras personas especiales, como una exempleada y también a una cocinera que lleva solamente un mes y medio trabajando en su bar.
El número 26.590 era vendido en un primer momento por otro bar cercano que cerró y Basilio decidió pedirlo al despacho de loterías número 1 de la ciudad porque muchos de los clientes pasaron a su establecimiento y le sugirieron que, para seguir la tradición, podía pasar a repartirlo él, lo cual hace a 20 euros, sin llevarse comisión.
Aunque Basilio tenía reservas para dar de comer este mismo domingo, está cancelándolas todas porque la alegría y el desbordamiento de emociones y sensaciones hacen imposible trabajar hoy en este pequeño pero feliz bar de San Vicente.
De Los Tristes ha explicado que ayer mismo les dio uno de los dos boletos del Gordo que se había quedado para él mismo porque había vendido todos los décimos y no quería defraudarles en su comida de Navidad. Aunque no es demasiado dinero porque tienen que repartir los 400.000 euros entre 15 amigos, "algo haremos", según ha indicado a Efe uno de estos amigos, Vicente.
"¡Nos vamos a pulir el dinero!", ha exclamado Nacho, quien se ha acercado a las puertas del bar junto al resto de esta cuadrilla de cuarentones para abrazarse con Basilio.
El hijo del dueño del bar Pepe de la localidad, que ha repartido 24 millones de euros, Basilio se ha quedado con uno de los boletos agraciados con 400.000 euros. El joven ha explicado que ha pasado en las últimas semanas un "suplicio" con los bancos para comprar una casa en el cercano municipio de Hondón de las Nieves y, tras "muchos problemas, muchísimos", ha tenido que renunciar a una hipoteca por las condiciones gravosas y se ha conformado con pedir un crédito personal de 40.000 euros para adquirir la casa.
"En las últimas semanas he tenido muchas peleas con los bancos. Me pedían papeles y más papeles, y ha sido todo muy difícil", se ha quejado Basilio, quien ahora recomendaría a las entidades bancarias "que tienen que cuidar más a la gente humilde y trabajadora, porque somos los que sacamos adelante el país".
"Antes tenía muchos problemas con los bancos, ahora lo tienen ellos conmigo", ha proseguido feliz este hombre, que usará parte del dinero para pagar "a toca teja" la vivienda y, tras "cambiar de banco", guardar el resto para "disfrutar" de la vida, con un viaje incluido con su hija de 13 años y su pareja.
Ha relatado que otro décimo se lo ha quedado su padre y que un tercero se lo regaló a su suegra, por lo que la familia se ha quedado con tres boletos del Gordo.