Esta semana comienzan las primeras obras en el barrio. Durarán hasta octubre y tienen un presupuesto de 1,7 millones. Le seguirán más actuaciones que tendrán levantadas las calles del distrito. Desde el Ayuntamiento aseguran que valdrá "la pena"
VALÈNCIA. Comienza la regeneración del Cabanyal. El barrio marítimo valenciano vio este lunes como se daba formalmente el pistoletazo de salida a la primera de las actuaciones urbanísticas que impulsan tanto el consistorio como la Generalitat para regenerar el barrio de pescadores, y que forman parte de una serie de trabajos que corroboran el cambio de paradigma en el trato dado a este barrio.
Tras sufrir dos décadas de acoso sin derribo, con la espada de la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez encima de la cabeza, el Ayuntamiento ha dado un giro a las políticas urbanísticas hacia esta barrio histórico de la ciudad. Y lo hace con una política encaminada a ponerlo en valor.
El objetivo de esta primera obra es renovar infraestructuras viarias y realizar mejoras medioambientales y de accesibilidad. Se centra en tres calles: Barraca, Reina y Doctor Lluch. El presupuesto, más de 1,7 millones de euros. Esta misma semana comenzarán formalmente las obras.
El proyecto fue licitado en su día por un importe de 2,27 millones de euros, que con la baja lograda en el proceso de adjudicación ha quedado finalmente en los 1,7 millones antes citados. El plazo de ejecución es de 22 semanas, por lo que se prevé que las obras estén concluidas hacia el mes de octubre.
Pero este trabajo no llega solo. Viene acompañado de otros proyectos que, en palabras del concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, supondrán “la reurbanización prácticamente completa del barrio”. La segunda fase del proyecto, la continuación de las tres vías hacia Tarongers, comenzará después de Fallas, y el resto después de Semana Santa.
Estas actuaciones se combinan en algunos casos con obras de renovación integral del saneamiento que afectan a servicios básicos del barrio. Será pues un año muy intenso de obras, que conllevarán las inevitables molestias y dificultades inherentes a una actuación de estas características. Y aunque desde el Ayuntamiento creen que “el resultado va a valer la pena”, se ponen la venda antes de la herida.
Así, ya se ha informado de cómo se desarrollarán las obras tanto a la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera como a todos aquellos colectivos e instancias que tienen que amoldar sus itinerarios.