CASTELLÓ. Las lentes de contacto pueden seguir utilizándose en verano, pero en esta época del año, hay que extremar la precaución en cuanto a su uso. Desde la Unidad de Contactología del Hospital Vithas Castellón, su responsable, la optometrista Elena Santolaria, recomienda que “si el usuario realiza desplazamientos a lugares en donde la higiene no va a ser la misma o existe un riesgo de pérdida de la lente, sería bueno poder disponer de reemplazos más cortos en los que no es necesaria la limpieza de estas, como es el caso de las lentes desechables diarias”.
Las complicaciones y beneficios por el uso de lentillas son las mismas que pueden darse durante el resto del año, aunque estas aumentan precisamente en la época estival por la falta de higiene y por acudir con las lentes de contacto a playas y piscinas. “En el caso de que el usuario presente cualquier síntoma se recomienda suspender el uso de las lentillas y que acuda de inmediato al oftalmólogo para tratarlo de inmediato”, aclara Elena Santolaria.
Conviene destacar que existen lentes de contacto con coloraciones o filtros especiales para largas exposiciones al sol, recomendables para actividades al exterior como, por ejemplo: práctica de deportes como el tenis, fútbol...etc. “Actúan como si de unas gafas de sol se tratara”, subraya la especialista. En este sentido, Elena Santolaria destaca que “las lentes de contacto son una muy buena alternativa de compensación para el verano, no solo por la incomodidad que generan las gafas al resbalarse por el sudor, sino por la libertad de movimiento que con ellas se tiene”.
En un principio está contraindicado el uso de las lentes de contacto en piscinas y playas, sobre todo en las piscinas por haber un mayor riesgo de infección y de pérdida de las lentes. Según la especialista, “de esta manera, evitas que el agua con cloro entre en contacto con tus lentes y pueda provocar conjuntivitis, ojos rojos o quemazón”.
En el caso de la playa, acudir con lentes de contacto puede acarrear lagrimeo, fotosensibilidad y sensación de cuerpo extraño en el interior del ojo. Para Elena Santolaria, “en un día de ventisca, el usuario tendría problemas al intentar retirar las lentes si le entrara cualquier cuerpo extraño en el ojo, que por erosión podría acabar lesionando la córnea”.
“Si el usuario opta por acudir a estos lugares con lentes de contacto, se recomendaría hacerlo con gafas de sol, ya que actúan de barrera para los agentes externos, y no sumergir la cabeza dentro del agua, evitando al máximo salpicaduras”, comenta la especialista y agrega, “por otra parte, habría que alertar a la población de que las lentes de contacto no deben usarse junto con las gafas de nadar, para tal fin existen gafas de natación graduadas. Muchísima gente pone en riesgo su salud visual sin saberlo”.