ALICANTE. Una de cal y otra de arena. La promotora valenciana Nou Temple, que intenta dar por cumplido el convenio de acreedores mientras éstos denuncian los impagos, ha sufrido otro revés en los tribunales. La Audiencia de Valencia ha confirmado la sentencia de primera instancia que condenaba a la promotora de Vicente Flames a pagar 825.000 euros a los tres ex administradores concursales, por los honorarios devengados durante la fase de convenio (desde que se presentó la propuesta hasta que se aprobó en sentencia firme para salir del concurso), que se consideran crédito contra la masa.
En noviembre de 2017, el titular del juzgado de Instrucción 1 de València, que dirigió el concurso de la promotora, dio la razón a los tres ex administradores concursales, y condenó a la empresa a abonar los atrasos por su trabajo durante la fase de convenio. Unos 175.000 euros para cada uno, tal como contó Alicante Plaza en su momento. La empresa recurrió a la Audiencia con los mismos argumentos que había defendido en la vista: que los exadministradores no aportaban las facturas reclamadas ni el cálculo de honorarios en la presentación de la demanda, y que dicha reclamación había prescrito.
Ambas pretensiones, como ya sucedió en primera instancia, han sido desestimadas por la Audiencia Provincial, que confirma la sentencia apelada en todos los aspectos, de modo que la promotora tendrá que abonar los citados 825.000 euros a los tres exadministradores. Estos, por su parte, ya presentaron al juzgado de lo Mercantil la solicitud de ejecución de la sentencia, dado que la promotora de Flames aún no ha abordado el pago.
Como ha venido contando este diario, la reclamación económica de la antigua administración concursal, que no implicaba la liquidación de la empresa por incumplimiento, llegó después de que varios pequeños acreedores de la promotora denunciasen al juzgado que Nou Temple no estaba cumpliendo el plan de pagos pactado en 2010, cuando logró salir del concurso con una quita del 50%, dos años de carencia y un calendario a ocho años. El plazo, precisamente, acaba de llegar a su fin. De momento, las mercantiles del grupo de Flames han superado dos vistas de liquidación (la petición fue rechazada por el juez porque el quantum no era significativo respecto de la deuda global), y la tercera se ha aplazado hasta el 24 de este mes, con el plazo del convenio vencido el 30 de abril.
Muchos de los acreedores que reclaman el incumplimiento son pequeños empresarios de la Marina Alta, donde la promotora dejó varios proyectos parados al entrar en concurso (en 2008) que no se han retomado después. No obstante, a esa reclamación se ha unido el fondo Aiqon Capital, que compró los fallidos de Nou Temple con Catalunya Caixa, y también la Seguridad Social ha reclamado al juez que declare el incumplimiento del convenio por el impago de las cuotas.