CASTELLÓ. Impacta el título del libro si lo lees rápido. "La regla mola". ¿Cómo que mola? ¿Cuándo hemos pasado del "uff ya me ha venido la regla" a decir que esta "mola? La clave, nos recuerda su autora, está en la parte pequeña -siempre hay que leer la parte pequeña-, porque la regla mola si sabes cómo funciona. "Este no es un libro de autoestima", aclara Anna Salvia, en su lugar es "un libro que trata de hacernos entender que si la menstruación duele y molesta es porque no tenemos los suficientes conocimientos sobre ella". "A las niñas parece que la regla les cae del cielo, cuando lo cierto es que hay avisos desde dos años antes. El pecho, el vello... pasan muchas cosas en el cuerpo que se está transformando. Parece increíble, pero lo que es increíble es que no se enseñe a leer estas señales. No es malicia, es que tampoco lo saben los padres y madres. Uno de los mayores problemas de la sociedad es la falta de educación sexual", afirma la psicóloga, que desmonta a continuación otra afirmación errónea.
"El día que te viene la primera regla te dicen que ya eres una mujer. Pues no, ese día no te conviertes en una mujer. Eres una niña, una niña fértil. Pero una mujer lo serás cuando termines la etapa de la adolescencia. Es la metamorfosis más importante de la vida", cuenta. Junto a Cristina Torrón, ilustradora y creadora del proyecto de educación sexual Menstruita, han generado un libro didáctico que nada tiene de exiguo. "Es mucha teoría", advierten, "pero es mucho lo que le está pasando a la mujer".
El desconocimiento sobre nuestro cuerpo es un problema de base que se arrastra desde siempre. No habla de edades, ni del compromiso que se tenga con él. Es una ausencia generalizada que se debe a los tabúes que siempre ha existido sobre el sexo y la mujer. No es de extrañar, por eso, que hasta la misma Salvia tuviera que investigar sobre la materia cuando le encargaron dar los primeros talleres con adolescentes sobre pastillas anticonceptivas. "Me senté con mi madre que es farmacéutica y me di cuenta de que no sabía nada sobre el ciclo menstrual. No era capaz de explicarlo. De esto hace más de 12 años, pero denota cuál es nuestro nivel como sociedad". También les sucedió algo parecido a las bailarinas de la compañía Unaovaria cuando empezaron a preparar la obra de teatro ¡Habla, coño, habla!. Con la menstruación como punto de partida, las artistas tenían claro que querían ofrecer un espectáculo donde, desde el humor, se rompiese con los tabúes ligados a la regla y a la biología de la mujer. Misma intención, mismo problema. Las artistas se dieron cuenta durante el proceso de creación que no sabían cómo funcionaban sus cuerpos. Tanto fue así que para ponerlo de manifiesto, Habla, coño, habla! arranca con un concurso en el que se pregunta qué expulsamos cuando nos baja la regla.
“La educación que hemos recibido no nos ha dado herramientas. No nos han explicado nada ni sobre la fisiología, saber que el endometrio se desprende, ni sobre la psicología, esto es, los cambios hormonales, biológicos y cómo estos afectan a tu psique, a tus emociones y a tu manera de crear. Así que es hora de descubrir nuestro maravilloso cuerpo y la sensibilidad y el poder que emanan de él", exponía la dramaturga María Sorribes, a principios de año, en una entrevista con Culturplaza.
El desconocimiento es tal que hasta en la aplaudida serie de Netflix, Sex Education, Anna Salvia detecta errores que no se deberían cometer. "En un capítulo se empieza a difundir la imagen de una vulva, pero ellos hablan de vagina. No saben diferenciar la parte de fuera de la de dentro. En una serie que quiere ser un referente de la educación sexual esto es grave. Es como confundir la cara con el cuello".
Con todo, las autoras de La regla mola explican en su libro que se puede disfrutar del período al igual que se hace de otro proceso fisiológico como pueda ser mear, dormir o hacer la digestión. "El bienestar llega cuando haces lo que el cuerpo te pide. Nos han educado para comportarnos como un día normal y por eso tenemos malestar. Las mujeres cuando tenemos la regla, los primeros días tenemos mucho sueño, necesitamos descansar, pero la cultura no nos lo permite. Tenemos que tomarnos cafés para ir a un ritmo normal. Pero si no lo hacemos y escuchamos nuestro cuerpo y las necesidades que tiene, la respuesta que nos dará será de placer. No hablo de orgasmos, sino de satisfacción", incide la sexóloga.
A partir de aquí, el libro se estructura en tres grandes bloques. "En el primero comenzarás a menstruar, por eso debes entender de dónde sale la sangre o por qué te duele. No es un contenido técnico, sino de conocer el útero, al igual que conoces las manos o los dedos. En el segundo pasarás a ser una mujer cíclica. Cada día tus hormonas cambian y por eso debes aprender a bailar con este nuevo ritmo. Y por último, a partir de la primera regla, se desarrolla nuestro deseo sexual, las ganas de masturbarse o de tener hijos".
También el libro trata el que es uno de los mayores quebraderos de cabeza de las mujeres: qué método utilizar para gestionar la sangre. ¿Tampón, compresa o copa? "Nosotras hablamos de todos los métodos que hay y de cada uno decimos sus ventajas y desventajas. Por lo que hace al tampón, por ejemplo, parece que está muy superado el saber cómo te lo pones, pero es un desconocimiento que sigue estando ahí", asegura Salvia. "Igualmente, también hablamos de la copa, de las compresas de tela o del sangrado libre, que para quien no lo conozca es la capacidad de notar cuando podemos expulsar la sangre, al igual que hacemos cuando meamos, sin usar compresas o tampones"
Parece que hablar de la regla ya no escandaliza. No causará estupor ni este artículo ni el libro del que se habla. Sin embargo, sigue siendo un tema incómodo de tratar. Como dicen las mismas autoras, es un "tema tabú, pero del siglo XXI". Es decir, en principio no hay problema para tratarlo, pero nadie habla de ello, porque hablar de la regla está sencillamente "invisibilizado". Así, si las mismas mujeres no hablan del periodo, ¿cómo van a hacerlo los hombres? Quienes tienen miedo, en la mayoría de situaciones, "de meter la pata".
"Tenemos que tratar de que esta situación cambie y de que los hombres también tengan conocimientos de la regla para ayudar a estas cuando la tengan. La idea es que hable todo el mundo sin tabúes. Tanto cuando sean padres de familias homoparentales o monoparentales, compañeros de piso, compañeros de trabajo... Hace falta hacerlo para superar ese rechazo que se crea y las típicas frases de 'hoy no hay quien te aguante'".