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entrevista | directora general de la patronal de desinfección

Milagros F. Lezeta (Anecpla): "Los sellos 'covid free' dan una sensación de seguridad que es falsa"

13/06/2020 - 

ALICANTE. La asociación nacional de empresas de desinfección (Anecpla) se ha convertido en una de las voces 'discordantes', una suerte de 'pepito grillo', en esta, en líneas generales, entusiasta desescalada (por parte de los desconfinados). La patronal de las empresas que se dedican a higienizar espacios tanto cerrados como abiertos viene advirtiendo del recurso a algunas prácticas virucidas poco fiables o de iniciativas como los sellos 'covid-free', que ven con preocupación. Hablamos con su directora general, Milagros Fernández Lezeta, sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la covid-19.

-Una de las cuestiones sobre las que su asociación ha llamado la atención es el furor por el ozono como método de desinfección, que se puso de moda con la llegada de la Fase Cero...

-Perdone que le corte. Y antes. Hoteles y comercios han anunciado el uso de desinfección por ozono como la gran garantía, algo así como 'cada vez que llega un huésped nuevo, desinfectamos con ozono'. Y hay que tener en cuenta que en la Unión Europea se está evaluando su uso, pero no se saben a ciencia cierta las dosis eficaces. También influye la temperatura y la humedad a la que se usa. Y en cualquier caso, la dosis de eficacia está muy por encima de los valores ambientales, que son aquellos que podemos soportar sin problemas, sobre todo en espacios donde trabajan personas. Es decir, habría que aplicar esas dosis de ozono y luego las medidas para devolver al espacio las condiciones normales. Ventilar, aplicar otros productos... Todo eso se tiene que poner por escrito.

-Es decir, que el problema es que no sabemos cómo funciona el ozono contra el coronavirus.

-Nosotros no tenemos nada contra el ozono, es una herramienta más. Pero hasta que no esté claro cómo se usa, recomendamos utilizar otras técnicas. Porque pueden pasar dos cosas: que usemos una dosis muy baja y entonces no sirva para nada, o que usemos una muy alta y suframos los efectos negativos, como la irritación en ojos y piel, sin haber gozado de sus supuestos beneficios. Hay que tomar todas las precauciones, y tomar como referencia los VLA (valores límite ambientales).

-En conclusión, ¿tanto estusiasmo por el ozono puede ser contraproducente? Por exceso o por defecto en las dosis.

-A lo mejor provocamos una situación de riesgo. O no sirve para nada. Para mantener los VLA, existen sistemas que permiten una concentración más baja, o equipos que permiten usar el ozono para matar al virus y otros productos para evitar los efectos adversos del ozono en las personas. Pero es que estamos viendo gente que va con su maquinita difusora de ozono como quien saca a pasear a la mascota. Además, la eficacia del ozono está demostrada en agua, pero no está recomendado por la Sociedad Española de Sanidad Ambiental para el aire. Porque no hay datos oficiales para establecer que sea eficaz. Pero tampoco se puede prohibir porque se está evaluando, y en este tránsito se puede vender y usar, ojo, bajo la responsabilidad del fabricante. Ni siquiera el Ministerio se responsabiliza de lo que pueda pasar.

-Otro asunto, muy de moda en la desescalada, contra el que se han manifestado son los sellos 'covid free'. Le tengo que decir que el Ayuntamiento de Alicante fue pionero en su propuesta, por delante de Madrid. ¿Por qué los consideran tan peligrosos?

-Porque un sello 'covid free' no garantiza absolutamente nada. De la noche a la mañana, esto se ha llenado de pegatinas y sellos de todos los colores que nadie respalda. Solo un grupo de empresas que decidía que con 'x' condiciones se ponían el sello. Oiga, siempre que algo tiene un sello de garantía, tiene que haber detrás alguien que lo respalde. Aenor, o una entidad acreditadora que garantice que se cumplen ciertos estándares. Esos sellos 'covid free' dan una sensación de seguridad que es falsa, porque no se corresponde con la realidad, y por tanto es muy peligrosa. Nadie puede asegurar que en su establecimiento no hay carga vírica. Lo puede desinfectar, higienizar, pero en cuantro entre alguien... no lo puede garantizar. No puede. Otra cosa es decir, "cumplo con las medidas de higienización". Perfecto. Es como el sello de un ascensor: no te puede garantizar que no se vaya a estropear, pero sí que ha pasado la revisión. No está exento de fallar.

Un comercio alicantino desinfecta sus probadores con ozono, en una imagen de archivo.

-Es decir, que se pretende que ese sello garantice algo que no se puede garantizar.

-A ver, por supuesto que se puede garantizar que se ha cumplido un protocolo, y como sabe el ICTE está estableciendo este tipo de medidas, especificaciones que luego certificará Aenor. Si el sello garantiza que se cumplen los protocolos, no tenemos nada que decir. Pero de ahí a asegurar que algo es 'covid free' va un trecho importante. En Madrid se puso en marcha una iniciativa en este sentido que luego se paró, en hoteles. Porque le digo más, ¿qué pasa si una persona acude a un hotel que dice que es 'covid free' y luego se contagia, y puede demostrar que ha sido en el hotel? ¿Quién asume la responsabilidad? Porque estarían engañando a la gente. En este caso, hay que cuidar mucho los términos que se emplean. Estamos en un periodo más tranquilo de la pandemia, pero hay que seguir con las medidas de prevención, tanto particulares como establecimientos.

-Con la irrupción de la pandemia, ¿cómo se ha visto afectado su sector? ¿Han tenido más trabajo, les buscan, como expertos que son en higienizar espacios?

-Nuestro sector es el de las tres 'D': desinfección, desinsectación y desratización. Pero no era frecuente que nos buscasen para una desinfección ambiental, como sucede ahora. Con la pandemia, como le ha pasado a tantas empresas, hemos tenido que aprender rápido. Nos declararon actividad esencial, y pusimos todos nuestros equipos al servicio de la contención de la covid. Hemos sufrido, como pasaba en general, el caos de la falta de suministros o de EPI, y nos hemos tenido que reconvertir a marchas forzadas. Yo diría que hemos salido reforzados. Claro que no todas las empresas de Anecpla tenían clientes que necesitasen combatir el coronavirus, y esas lo han pasado peor, pero el resto ha crecido con la atención a lo que llamamos demanda no programada. ¿Qué ha pasado? Que todos los tratamientos de mantenimiento, programados, se han venido abajo con la pandemia, pero por contra, han subido las actuaciones que eran "ahora" y "ya, ya, ya". Nos hemos adaptado al cambio, que es lo único seguro. Desde ese punto de vista, la crisis nos ha hecho aprender mucho y salir reforzados.

-Como expertos, ¿qué recomendaciones haría en general para mantener a raya el coronavirus?

-A nivel personal, hay dos medidas que todos conocemos y que recomiendo encarecidamente, que son la distancia personal y el lavado frecuente de manos. Esto no hay que olvidarlo hasta que no haya un tratamiento o una vacuna. No bajemos la guardia y sigamos las recomendaciones de los expertos. Y respecto a los establecimientos, que sigan las guías y recomendaciones que se están publicando. Y si contratan a una empresa, que lo hagan con garantías. Las empresas biocidas están en un registro, y tienen inspecciones periódicas de la autoridad sanitaria para garantizar sus servicios. Además, usan los virucidas autorizados por el Ministerio, y siempre se hace responsable del tratamiento un titulado. No puede ser que cualquiera, como un encargado de mantenimiento de la piscina o un pintor, como hemos visto casos, de repente sea expertos en coronavirus. La desinfección es algo muy serio. Anecpla tiene más de 500 asociados y nuestro directorio está segmentado por provincia. Damos garantía de buen servicio. Porque en esta crisis hemos visto surgir lo bueno, pero también lo malo.

-Por último. Con toda la atención puesta en el coronavirus, ¿cómo se presenta el escenario de las plagas habituales, a las que ustedes están acostumbrados a combatir?

-Las ratas y las cucarachas, que son las que salen en verano, aparecen en un 90% de los casos por un problema en el alcantarillado. Estas plagas se alimentan de los sumideros, y no les gusta mucho salir. Pero si les falta la comida... ¿Qué ha pasado? Que con el confinamiento, con la restauración parada, no han recibido su dosis habitual de alimento, y han tenido que salir a buscarla fuera. Algo que, insisto, no les gusta, porque les molesta el ruido, temen a la presencia humana... Pero claro, cuando han salido, con todo el mundo confinado, se han encontrado las calles vacías y han aprovechado para buscar. Eso supone que ahora se den más avistamientos, pero no quiere decir que haya más población. Tenemos el censo controlado, pero sí se ven más, como consecuencia de la covid. Ellos también han modificado su comportamiento. Por otro lado, tenemos los mosquitos, que se ven favorecidos por las circunstancias al margen de la pandemia: una primavera lluviosa y mucho calor. Y ojo, porque el mosquito tigre, que sufren mucho en Alicante, es más 'urbanita, por así decir, necesita poca agua. Y con las segundas residencias abandonadas, han tenido a su disposición macetas, bebederos de mascotas... Otras especies, en cambio, como los chinches, que son un problema muy serio, tienen más problemas, porque necesitan del tránsito de personas para reproducirse, y llevamos tres meses sin movernos. Por tanto, hay menos demanda de este servicio. Pero ojo, porque el chinche vive hasta 500 días sin alimento, están ahí.

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