El pasado domingo se cumplieron tres cuartos de siglo de la mañana en que Castelló descubrió las trágicas consecuencias de una tromba de agua que la víspera anegó los barrios del norte de la ciudad, en una jornada que dejó al menos 12 víctimas mortales, la gran mayoría de corta edad. La catástrofe marcó a toda una generación de castellonenses