Imagen de archivo de la cantera de Levantina en el Monte Coto de Pinós. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Siguen los contactos entre los representantes de los sindicatos y la dirección del gigante alicantino de la piedra natural, Levantina, para negociar las condiciones del ERE que ha planteado la empresa, y que afecta a 307 empleados de la cantera y las plantas de producción en Alicante y Galicia. Tras la entrega de la documentación al comité de empresa la pasada semana, y la formación de las comisiones negociadoras (en realidad hay dos ERE en marcha, puesto que la cantera y las plantas las explotan dos empresas distintas del grupo), esta semana los contactos se centran en analizar la situación económica de la firma.
De esta forma, este miércoles y jueves los sindicatos y la dirección de la empresa están analizando las cuentas de los últimos ejercicios, en los que Levantina ha acumulado pérdidas de 194 millones de euros (desde 2016), y que son uno de los motivos principales en los que el gigante de la piedra natural apoya la necesidad de llevar a cabo la traumática regulación de empleo. También se está estudiando el nuevo plan de negocio de la firma, que apuesta por reducir la producción de piedra natural para adaptarse a la demanda decreciente de los últimos años. De ahí que los despidos contemplados en la cantera, que explota Levantina de Recursos Mineros SAU, supongan casi la mitad de la plantilla (106 salidas sobre 222 empleados).
De momento, según las fuentes consultadas, no se ha entrado a fondo en las condiciones de la regulación (número de afectados, perfiles, condiciones económicas de la salida...), que quedan para los próximos encuentros. Como ha contado este diario, se ha establecido todos los miércoles y jueves durante un mes para mantener estos encuentros, que seguirán esta semana con el análisis de la situación económica de la empresa. Al margen de los 106 afectados en la cantera del Monte Coto en la localidad alicantina de El Pinós, Levantina plantea extinguir otros 201 contratos en distintas plantas de producción de Novelda y la que tienen en Porriño, en Pontevedra.
El ERE, que irá acompañado de una modificación de las condiciones laborales de los empleados que sigan en la empresa para adaptarse a los nuevos turnos y el plan productivo de Levantina, es prácticamente la primera decisión que ha tenido que adoptar el nuevo presidente del grupo, el ejecutivo de origen alemán Andreas Fluhrer, designado por el fondo británico Bybrook para relevar a Don Nicolson el pasado mes de febrero. El fondo compró el pasado verano la deuda de la empresa a BNP Paribas (cifrada en 170 millones de euros), renovó el crédito y aplicó una drástica reducción de capital para compensar pérdidas, de 100 millones a 60.000 euros. Fluhrer, fichado precisamente por Nicolson como un experto en 'levantar' empresas en problemas, será el encargado de aplicar la profunda reestructuración que quiere llevar a cabo Levantina, fruto del cambio en las condiciones del mercado.
El ERE que se negocia en estos momentos es el tercero que acomete la firma marmolera en una década. En 2009, el grupo nacido de la unión de varias pequeñas canteras de la zona de Novelda y El Pinós, adquirido por el fondo de inversión Impala (impulsado por Patricia Botín), tuvo que llevar a cabo un ERE para reducir la plantilla en unas 200 personas. En 2012, ya en manos de BNP Paribas, la firma aplicó otro ERE rotatorio para 100 empleados. Y ahora, una década después del primero, Bybrook plantea una nueva regulación que, según las cuentas de los sindicatos, afectará a un tercio de la plantilla que quedaba.
