VALÈNCIA. Uno de los momentos clave cuando se agota una legislatura es la elaboración de las candidaturas para el mandato siguiente. A todos los partidos -mal síntoma al que no le ocurre- les atormenta el mismo problema: siempre hay más aspirantes a los puestos principales de los que caben. Un embudo con el que deben lidiar los secretarios de Organización de las distintas formaciones y, por supuesto, los líderes de los partidos, que tienen la última palabra a la hora de conformar las listas; salvo que para ello exista un proceso de primarias como el que realiza Compromís, que también tiene sus propias peculiaridades y problemas.
En los últimos días, se viene avanzando en los pasos preceptivos para la citada elaboración de las listas en el PSPV-PSOE que lidera Ximo Puig. Así, las asambleas en la ciudad de València ya han votado a sus favoritos respecto a la propuesta presentada por la secretaria general local, Sandra Gómez, mientras que este proceso de voto entre la militancia también se está llevando a cabo en la provincia de Valencia.
Una provincia en la que el resultado final de las listas podría conllevar una modificación de la estructura de familias del PSPV presente en los últimos 30 años. La debilidad de algunos grupos históricos y el surgimiento o consolidación de otros nuevos apunta a reflejarse en las distintas candidaturas, especialmente en la capital y en la provincia de Valencia.
En València ciudad, las asambleas de distrito dejaron el pasado jueves un evidente respaldo a las incorporaciones propuestas por la vicealcaldesa Sandra Gómez, procedente del conocido grupo de Pelayo, calle donde se ubicaba la sede de Joves Socialistes. Al mismo tiempo, el proceso de votación constató que la familia política del exministro José Luis Ábalos, durante casi tres décadas una de las más poderosas del Cap i Casal, se encuentra dividida y debilitada tras la caída política de su máximo exponente. De esta manera, Gómez, que ya había renovado su liderazgo sin oposición, vuelve a evidenciar un control orgánico claramente mayoritario en la ciudad. Una posición que se solidificaría si lograra dar la campanada y convertirse en alcaldesa el próximo 28 de mayo.
En la provincia de Valencia, las listas apuntan a confirmar el cambio de ciclo iniciado con el relevo en el liderazgo el año pasado. El nuevo secretario general y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, ha crecido como uno de los nombres propios en el PSPV. Favorito para presidir la Diputación si los socialistas ganan -aunque hay otras opciones sobre la mesa como la del alcalde de Torrent, Jesús Ros- situará a algunos dirigentes de su órbita en la lista a Les Corts por Valencia con Toni Gaspar como punta de lanza.
Los mencionados 'pelayos', que siempre han tenido cierta pugna generacional con Bielsa y los suyos, también apuntan a incrementar su presencia en la candidatura por Valencia. El secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, apunta a repetir en la lista, y también aparece bien situada la vicesecretaria general del partido, Ana Domínguez, ambos de la misma 'familia' política.
En general, todas las fuentes consultadas dan por hecho que la portavoz adjunta y alcaldesa de Quart, Carmen Martínez, exalartista y cercana a la Plataforma 3.0 que dirige su compañero de ayuntamiento Bartolomé Nofuentes, figurará en un puesto de salida pactado directamente con Puig.
Los que no figuran en la propuesta de votación hecha desde la dirección provincial son diputados encuadrados en el 'abalismo' como la ex secretaria general provincial Mercedes Caballero o David Calvo. Aunque distintas fuentes socialistas opinan que, especialmente la primera, tiene opciones de continuar, en líneas generales todo apunta a que la presencia de esta familia seguirá en fase de adelgazamiento al igual que en el Ayuntamiento de València, donde sólo tiene opciones de seguir Elisa Valía.
Por otro lado, el 'lermismo', o al menos el 'lermismo' pata negra, parece haberse convertido en una entelequia. Su presencia ya era muy reducida o casi inexistente en las candidaturas, o sus teóricos representantes ya habían completado su conversión al llamado 'ximismo'. "'Ximistas' somos todos", comentaba días atrás un dirigente socialista consultado por este diario sobre las familias del puño y la rosa. Algo en parte cierto, pero muchos de ellos pertenecen a alguno de los otros grupos mencionados. En este caso, y con posibilidades de entrar en las listas, aparecen nombres como el secretario autonómico de Promoción Institucional, Alfred Boix, uno de los principales colaboradores del presidente y con un paso previo por el 'lermismo', o el conseller de Hacienda, Arcadi España, otra de las personas de confianza de Puig que en este caso, venía sin familia asignada hasta convertirse en uno de los más fervientes 'ximistas'.