MADRID (EP). Abengoa registró un beneficio neto de 5.561 millones de euros durante el primer trimestre de este año, tras firmar su reestructuración financiera, frente a las pérdidas de 340 millones de euros que se anotó un año antes, según ha informado este viernes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Esta cifra de beneficio se debe principalmente al beneficio no recurrente por importe de 5.814 millones de euros derivado de su reestructuración financiera.
En concreto, esta cifra se desglosa en 8.461 millones de euros correspondientes a la cancelación de pasivos financieros, 1.943 millones por la alta de nueva deuda refinanciada, 566 millones de euros por efecto impositivo y 138 millones de euros por comisiones y otros gastos.
El grupo de ingeniería y energías renovables indicó que este beneficio de carácter no recurrente se ha calculado teniendo en cuenta la fecha efectiva del contrato de reestructuración, el pasado 31 de marzo, cuando el valor de cotización de las acciones de clase A era de 0,055 euros y de 0,024 euros para las acciones de clase B.
La compañía presidida por Gonzalo Urquijo destacó que el reconocimiento de este resultado positivo proveniente de la quita de deuda y las ampliaciones de capital previstas en el contrato de reestructuración, "compensan en gran medida las pérdidas reconocidas al cierre del ejercicio 2016 y ha permitido restablecer el equilibrio patrimonial en Abengoa".
Así, tras el acuerdo de reestructuración, la firma cuenta con un patrimonio neto consolidado a 31 de marzo de este año de 6.292 millones de euros (5.814 millones de euros en la cuenta de resultados y 478 millones de euros en el capital y prima de emisión).
El importe neto de la cifra de negocios del grupo se redujo en un 21%, hasta alcanzar los 336 millones de euros, debido, principalmente, a la situación del grupo durante los tres primeros meses del ejercicio producida por la "fuerte" limitación de recursos financieros a la que lleva sujeto durante más de año y medio.
Esta situación ha afectado "significativamente", según la firma sevillana, a la evolución del negocio operativo tras la ralentización en el desarrollo de proyectos EPC fundamentalmente en las zonas geográficas de Norteamérica, Sudamérica y Sudáfrica.
Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue negativo en 24 millones de euros, un 186% inferior al de un año antes, como consecuencia también de la situación del grupo en el primer trimestre, que ha supuesto la ralentización en el desarrollo de proyectos EPC, unido al incremento en los gastos por servicios de profesionales independientes por los asesores participantes en el proceso de reestructuración.
Por otra parte, la reestructuración financiera ha implicado una reducción significativa en el endeudamiento financiero bruto consolidado de la compañía, que ha pasado de 12.258 millones de euros a cierre de 2016 a 5.734 millones de euros a 31 de marzo. De esta cifra, 2.257 millones de euros corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta.
Por áreas de negocio, Las ventas en la actividad de ingeniería y construcción alcanzaron 295 millones de euros y un Ebitda negativo de 49 millones de euros, frente a 391 millones de euros y 7 millones de euros, respectivamente, en los tres primeros meses de 2016.
Mientras, la cartera de ingeniería y construcción a 31 de marzo asciende a aproximadamente 2.400 millones de euros, tras la contratación de nuevos proyectos por valor aproximado de 200 millones de euros en Chile, Argentina, Reino Unido y Bélgica, entre otros.
Las ventas de la actividad de infraestructuras de tipo concesional alcanzaron 41 millones de euros y un Ebitda de 25 millones de euros en el primer trimestre, comparado con 34 millones de euros y 21 millones de euros en los tres primeros meses de 2016.
Este aumento se atribuye, principalmente, a los ingresos de la planta termosolar Khi en Sudáfrica que entró en operación a finales del ejercicio 2016, así como a mayores rendimientos en determinados activos concesionales en Argelia, Uruguay y Brasil.