Julián Vico, a la izquierda de la imagen. Foto: ESTRELLA JOVERVALÈNCIA. El presidente del Club Náutico de Valencia, Julián Vico, ha sido absuelto de un delito de estafa por el que la Fiscalía le solicitaba dos años y medio de prisión y la acusación particular cuatro. Las acusaciones aseguraban que Vico compró una casa por más de 400.000 euros al hijo de la denunciante y que, después, le vendió parte de las participaciones de la sociedad que había adquirido el inmueble a María Teresa Lapetra (la querellante) asegurándose así Lapetra de no perder una casa que era "parte de su herencia". La acusación de estafa la sustentaba en que aseguraban que pese a tener firmada la transmisión de participaciones le vendió la casa a un tercero.
Sin embargo, el magistrado no coincide con la tesis de las acusaciones y, según consta en la sentencia facilitada a Valencia Plaza por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, "no ha quedado acreditado" que Julián Vico suscribiera un contrato privado con María Teresa Lapetra y le transmitiera todas las participaciones de Promociones Rio Escarra por 32.000 euros, "lo que en su caso le habría imposibilitado disponer en dos ocasiones de las mismas participaciones en perjuicio de la señora Lapetra".
Durante el juicio, preguntado por este aspecto, Vico afirmó: "Esta familia ha traicionado totalmente mi confianza. Aquí el engañado soy yo". Aseguró el acusado que "si hubiera vendido su empresa habría ido a un notario", tal y como hizo con la venta que sí se realizó posteriormente a otro de los imputados, Rafael B. En un tono bastante enfadado -hasta el magistrado le dijo que se calmara-, aseveró: "Es impresionante que el mismo día que compro una vivienda por más de 400.000 euros venda parte de la empresa que la compra por solo 30.000 euros".
Tanto durante el juicio como en la sentencia, uno de los puntos importantes a debate ha sido la firma del presunto contrato privado firmado entre el acusado y la querellante. Él afirmaba que, o bien le habían falsificado la firma o lo había firmado sin saber lo que firmaba. Para tratar de aclarar qué ocurrió se presentó un informe pericial que, según la sentencia, decía que "no se puede asegurar al 100%" que la firma que consta fuera del acusado.
En su razonamiento, el magistrado termina por afirmar que "concurren dudas más que razonables" sobre los hechos denunciados y apostilla su argumentación diciendo que no tiene lógica que el mismo día que compra un inmueble por más de 400.000 euros, acto seguido lo venda por 32.000, y más teniendo en cuenta que "no se acredita que se entregara ningún a talón" a Vico por parte de la querellante. Recuerda que ésta no recuerda "dónde firma ese contrato privado, ni en presencia de quien, aunque sí que indica como el piso se aportó como aval para sus negocios con Julián", y termina su argumentación diciendo que "no cabe más que en virtud del principio in dubio pro reo (en caso de duda siempre a favor del reo) declarar la libre absolución de los acusados".
