CASTELLÓ. Al final, se cerró un pacto. El grupo Altadia y los sindicatos llegaron la pasada medianoche a un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) previsto en seis compañías del gigante esmaltero. Un despido colectivo que rebaja a 152 los trabajadores afectados tras unas negociación compleja que se desarrolló durante la tarde y noche de este lunes.
La reunión convocada in extremis para desbloquear la situación entre ambas partes duró alrededor de ocho horas hasta medianoche y permitió superar las diferencias de unas posturas que hasta el momento, pese a los avances conseguidos en enero, se habían enconado. Según explicó la compañía al acabar, durante el encuentro "ambas partes han estado abiertas a la negociación". De esta manera, aunque por ahora se desconocen más detalles del acuerdo, varias fuentes han constatado que serán 152 trabajadores los afectados por el despido colectivo en el conglomerado castellonense.
Cabe recordar que, como adelantó Castellón Plaza, el planteamiento inicial del grupo era el recorte de 285 empleados -la plantilla total del conglomerado asciende a unos 1.500 trabajadores-. En una segunda propuesta de enero, rebajó a 215 las personas afectadas por el ERE, y el pasado día 25, última jornada del período negociador, la compañía acabó reduciendo la cifra a 185 empleados. Con todo, las conversaciones adicionales de este lunes concluyeron con la última cifra.
"Se ha alcanzado un preacuerdo que nos ha permitido reducir el número de personas afectadas a 152 y atenuar las consecuencias del despido colectivo, así como garantizar la viabilidad del proyecto a largo plazo", explicaron desde el grupo esmaltero, para añadir que también se han acordado prejubilaciones, mejoras indemnizatorias cercanas a las que pedían los sindicatos, la creación de una bolsa de empleo y "la homogeneización de condiciones" para todo el grupo.
Hay que recordar que el ERE planteado afecta a las firmas Esmalglass, Fritta, Ítaca, Younexa, Zircosil y Pigments Spain. Pese a esto, para agilizar las conversaciones, se creó una mesa de negociación única para todo el grupo. Por ello, ahora el acuerdo deberá pasar por los diferentes comités de empresa para ser ratificado. El resto de firmas del grupo no estarán afectadas por estos despidos.
Lo cierto es que no ha sido sencillo el punto de encuentro. Hay que recordar que el pasado 25 de enero expiró el período de consultas y quedaron rotas las conversaciones sin alcanzar un acuerdo para el ERE. Las ofertas de la enseña para reducir la afectación del despido colectivo en un centenar de personas a lo largo de la negociación no convencieron a las organizaciones sindicales.
Aunque la representación empresarial achaca el expediente de regulación de empleo a causas económicas y al impacto de la crisis del sector azulejero a la demanda, los sindicatos no reconocían estos motivos y atribuían el ERE a una decisión puramente empresarial. Pero además, las organizaciones sindicales rechazaban de plano supeditar el acuerdo sobre el ERE a la aceptación de condiciones salariales para los trabajadores del grupo como la no aplicación de la subida salarial del 10,3% prevista ya para principios de este ejercicio.
La falta de acuerdo al finalizar el plazo de consultas abría un escenario poco deseable para ambas partes. Para la representación de los trabajadores, porque las empresas podían poner en marcha el plan inicial de 285 empleados en lugar de los 185 planteados al final de las conversaciones. Y para las compañías, porque los sindicatos ya habían anunciado su intención de frenar la aplicación del ERE, con la posible judicialización del conflicto.
En ese sentido, ambas partes acordaron extender el período de negociaciones para darse una segunda oportunidad con una nueva reunión este lunes con la intención de alcanzar un pacto cuanto antes y evitar más demoras. Y en este caso, aunque no fue sencillo, se consiguió.