VALENCIA (X. A./AGENCIAS). El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, volvió a evidenciar este martes que no tiene inconveniente en seguir haciendo méritos para ser un verso suelto dentro del PSPV-PSOE. En esta ocasión, un desayuno informativo organizado por Radio Alicante sirvió para que el máximo responsable municipal realizara una comparativa entre la financiación que, por parte de la Generalitat, recibe la ciudad de Valencia y la localidad donde él es alcalde.
Así, concretó que el Gobierno valenciano dirige ocho veces más dinero al Cap i Casal, "una proporción que no se corresponde con ninguna ratio existente entre ambas ciudades". En esta línea, argumentó que si se tomara en cuenta la ratio de población, a la capital valenciana le correspondería una tasa 2,5 superior a Alicante.
No era un razonamiento ni muchos menos improvisado el de Echávarri, que puso datos sobre la mesa. En 2015, Valencia recibió 13,5 millones de euros del Consell por transferencias corrientes por 1,546 millones de Alicante en el mismo periodo y, recalcó, en 2016 están previstos 13,8 millones por 1,25 respectivamente. "Si comparas ambas cifras, de cada 100 euros a Valencia, Alicante recibe 13, ocho veces menos", subrayó Echávarri, quien concluyó: "Dentro de la infrafinanciada Comunitat Valenciana, somos la infrafinanciada capital del sur".
En esta línea, y aunque aseguró que el Consell de Ximo Puig "conoce" y "asume" esta reivindicación, advirtió de que su coherencia en materia de infrafinanciación "caería a plomo si no empiezan a corregir sus propias desigualdades internas de financiación".
Además, el alcalde de Alicante pidió a la Generalitat, una resolución "inmediata" de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) para la implantación de Ikea en Rabassa y en cuanto a la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) señaló que mientras en Valencia el acuerdo para que los trabajadores solo puedan tener 14 días festivos se ve como "histórico", en Alicante es "criticado y combatido". Por otro lado, Echávarri mostró su satisfacción de que la ciudad haya recibido la marca turística "Alicante" y que la Generalitat haya comprometido las salidas de la Volvo Oceans Race hasta 2023.
Un halago este último que no menguó la incomodidad que se respiraba este martes en el Palau de la Generalitat por el tono reivindicativo por parte del alcalde de Alicante.