ALICANTE.- La provincia de Alicante, referente durante años en lo que a la industria tradicional manufacturera se refiere (calzado, turrón, juguete o mármol), se ha posicionado con el tiempo entre los motores de la innovación tecnológica. No solo con el más claro ejemplo de ecommerce de éxito al calor de la moda startup, o con un socio de la Agencia Espacial Europea a punto de lanzar satélites al espacio. Ni siquiera, como destacan los expertos del marketing digital, como potencia en el campo del SEO y el posicionamiento en internet. El liderazgo alicantino en la innovación también se ha producido en un segmento más prosaico y mucho menos atractivo, sobre todo para el contribuyente: el de la gestión de tributos.
Todo comenzó con Suma, el organismo ideado en 1991 por la Diputación de Alicante para centralizar la gestión de los tributos municipales. Bien a través de este organismo, bien a través de la empresa Gestión Tributaria Territorial (GTT), que puso en marcha el equipo original de Suma con el apoyo de varias cajas de ahorros a las que prestaba servicio, la provincia ha definido una forma de gestión (y el sistema tecnológico necesario para ello) que se ha exportado a media España. En la actualidad, administraciones de una treintena de provincias gestionan sus tributos municipales o autonómicos con el apoyo técnico de Suma o de GTT.
«Suma se planteó un objetivo muy claro, que no era otro que el de garantizar la financiación municipal y el sostenimiento de los servicios públicos», señala el vicepresidente de la Diputación de Alicante y diputado de Hacienda, Alejandro Morant. «En una provincia donde cerca del 85% de los municipios tiene una población inferior a los diez mil habitantes, en muchos casos carecen de los recursos humanos y técnicos necesarios para la prestación de un servicio tan importante». La marca Suma, precisamente, acaba de cumplir veinticinco años. «A lo largo de este tiempo ha quedado demostrado que la gestión tributaria pública es absolutamente eficiente y que la rentabilidad que generan las mejoras en esta materia revierten directamente en los propios ayuntamientos y en los ciudadanos», defiende Morant.
(Lea el artículo completo en el número de febrero de la revista Plaza Alicante)