VALÈNCIA. Alquilar en València ha dejado de ser para muchos ciudadanos una opción viable. Los altos precios en el mercado dificultan el acceso a muchos colectivos, especialmente a los jóvenes, que ven imposible la posibilidad de emanciparse con rentas que en casi toda la ciudad superan los 1.000 euros al mes. Unos precios impensables hace cinco años, cuando de media se pagaban unos 900 euros. Ahora, en cambio, a cierre de 2024, el coste de un piso está en los 1.646 euros mensuales de media. Pero, además, a las dificultades económicas se suma una oferta escasa para la demanda actual en el 'Cap i Casal'.
El principal problema radica en el desajuste entre oferta y demanda, ya que la ciudad cada vez capta más la atención de extranjeros que llegan para residir como nómadas digitales o profesionales desplazados. También, València es uno de los principales destinos Erasmus y de otros intercambios educativos, lo que contribuye a una mayor necesidad de soluciones alojativas. En este tiempo, han surgido en el mercado nuevas fórmulas, como los espacios de coliving o de flex living, además de crecer las residencias de estudiantes para sumar más oferta al mercado. Sin embargo, sigue existiendo un déficit que se suple con el alquiler tradicional.
Un stock que en los últimos años se ha reducido en detrimento del alquiler de corta estancia, restando oferta al mercado residencial de larga duración. Una realidad que ha sacudido con fuerza la plaza valenciana y que ha llevado a que en solo cinco años el precio haya subido un 78% en València hasta situarse en los 1.646 euros al mes a cierre de 2024, según el último informe la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV).
No obstante, este año la disponibilidad de unidades ha aumentado un 24% en comparación con el 2023, lo que no ha evitado la escalada de precios, pero si los ritmos de crecimiento. De este modo, al término de 2024 había en la ciudad 1.755 pisos disponibles frente a las 1.564 unidades de 2023 y las 1.413 que había a finales de 2022, según el informe de la Cátedra.
No obstante, la subida se mantiene. Lejos quedan los 900 euros de renta mensual de 2019. A partir de ese año, la escalada ha sido progresiva y continuada, a excepción de 2020, año de la pandemia, cuando los precios bajaron a los 875 euros. Ya en 2021 se alcanzaron los 1.092 euros de renta mensual y, un año después, el alza llegó hasta los 1.201 euros. En 2023, se superó por primera vez la barrera de los 1.500 euros, y ya al concluir este pasado ejercicio, el coste medio se ha vuelto a incrementar un 7,5% hasta los 1.646 euros de media.
Eso sí, existen distritos en València con valores más caros. Este es el caso de l'Eixample, que alcanza los 2.054 euros, el más alto de la capital del Turia. En concreto, según el informe, de un año a otro solo bajaron los precios en dos zonas, Jesús y Pobles de l'Oest, mientras que en el resto de la ciudad subieron en mayor o menor medida. Así, además de l'Eixample, los distritos más caros son el Pla del Real, 2.001 euros al mes, un 10,1% más que en 2023; Ciutat Vella, 1.944 euros, un 8,9% más; Extramurs, 1.714 euros, un 18,8% más; Campanar, 1.682 euros, un 6,2% más; y Camins al Grau, 1.653 euros de renta mensual media, un 2,4% más que hace un año.
No obstante, las subidas más severas se producen en Pobles del Nord, en donde crecen los valores un 95,6% hasta los 1.598 euros; Benimaclet, un 44,3% más hasta una renta mensual de 1.244 euros; Pobles del Sud, que crece un 26,6% hasta los 1.355 euros; y la Saïdia, 1.316 euros, un 14,8% más.
En cambio bajan precisamente en las zonas más asequibles de València como son Jesús, en donde el precio medio de un alquiler está en los 958 euros, un 11,2% menos que en 2023; y en Pobles de l'Oest, 1.034 euros de media, un 30,3% menos que hace un año.
En cuanto a la oferta, el informe destaca que el 66% de los alquileres en el tercer trimestre de 2024 pertenecían a las tipologías de tres o más habitaciones, que son las que presentan los precios más elevados. En concreto, y al terminar el pasado ejercicio, las viviendas en alquiler de cuatro habitaciones tenían un coste medio de 2.144 euros mensuales, a la vez que las de tres rondaban los 1.700 euros.
En cambio, en los últimos tres meses del año estas tipologías bajaron su presencia en el mercado en 10 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, lo que incidió en la disminución del precio medio del alquiler en algunos barrios, una situación que se evidencia sobre todo en el caso de las viviendas de cuatro o más habitaciones.
Por su parte, la oferta de alquiler de inmuebles de dos habitaciones alcanzó su precio más elevado en al menos dos ejercicios al cerrar 2024 con una media de 1.581 euros al mes, cuando al término de 2022 ni siquiera llegaba a los 1.100 euros. Los precios de los pisos de una habitación, además, se quedaron cerca de los 1.250 euros mensuales, mientras que los estudios o viviendas sin habitaciones se ubicaron en 1.184 euros.