Unos votan y otros vetan
Los votos son los que son y los vetos son los que están. En esta calurosa semana de julio, el bochorno lo producen los “líderes” políticos que bajan en votos o escaños y suben en humos
El resultado de las elecciones del 26J ha sorprendido a todos porque nada tiene que ver con lo que pronosticaban las encuestas. Los españoles no quieren un gobierno 'a la valenciana'. Como hago en cada convocatoria, aquí van algunas reflexiones de la misma noche electoral:
-La factura de la corrupción parece pagada. Los grandes escándalos protagonizados por el PP, algunos de hace bien poco, no impiden a Rajoy sumar 660.000 votos respecto al 20D.
-En Valencia capital, donde estalló el caso Taula en enero, que tiene a nueve de sus diez concejales imputados, el PP logra 13.500 votos más que el 20D, convocatoria en la que hubo más participación.
-Rajoy será presidente, por mucho que Albert Ribera dijese que podría apoyar al PP pero nunca a Rajoy. La contundente victoria del actual presidente deja a Rivera en una difícil situación, ya que no apoyarle significaría ir a unas terceras elecciones en las que el apoyo al PP sería aún mayor.
-La aritmética parlamentaria beneficia, una vez más, al PNV, cuyos cinco votos son necesarios para que Rajoy alcance el poder. La 'minoría vasca' siempre ha sabido sacar provecho de esta situación tanto con el PP como con el PSOE. La nueva 'minoría valenciana', los cuatro diputados de Compromís, deberían aprender de ello. Votar al PP se puede justificar si, a cambio, los valenciano obtenemos algo más que vagas promesas.
-Cristóbal Montoro dijo el otro día que el problema de la infrafinanciación lo iba a arreglar el PP. A ver si es verdad y no vuelve con lo mismo dentro de cuatro años.
-Pablo Iglesias, el gran perdedor. El fracaso del líder de Podemos pasará a los anales de los errores de la izquierda española. Iglesias se negó a que hubiera un gobierno de Sánchez que Podemos habría podido condicionar desde el Congreso. Su objetivo era el sorpasso para gobernar él, pero su apuesta salió mal, ni sorpasso ni mayoría de izquierdas. Gatillasso.
-Pablo Iglesias no anunció su dimisión tras conocer los resultados, fiel a la tradición española de los partidos que él considera casta.
-'A la Valenciana' frena su sorpasso al PP. Mónica Oltra había contagiado a Podemos de su ilusión por un gobierno "a la valenciana" y en la coalición confiaban hasta en ser primera fuerza en la Comunitat. Los resultados son un paso atrás en el que tendrán que analizar cuanto ha influido el primer año de gobierno del bipartito en la Generalitat.
-Esquerra Unida no suma, resta. La incorporación de Esquerra Unida a la coalición de Compromís y Podemos se ha saldado con un sorprendente 2+1=1,5. Con EUPV, que obtuvo 111.000 votos el 20D, la coalición ni siquiera alcanza los votos que logró Compromís-Podemos el 20D. En escaños, mantienen los nueve que tenía, pero Podemos pierde uno en favor de Ricardo Sixto.
-El PSPV, más votos, menos escaños. Los socialistas valencianos son los únicos junto al PP que logran más votos que el 20D, pero pierden un escaño en Alicante, donde también suben en votos y porcentaje hasta casi alcanzar a la coalición 'A la Valenciana'. La fuerza de la lista encabezada por el ministro Margallo impide a los socialistas salvar la cara.
-Sorpasso en el Senado. La otra mala noticia para el PSPV es que se queda por primera vez sin senadores electos, como temía Ximo Puig cuando propuso una entesa con la coalición 'A la Valenciana'. El 20D perdió el de Valencia en favor de la coalición y ahora pierde los de Alicante y Castellón. El PP mantiene los nueve.
-Joan Ribó sigue sin sacar provecho de su gestión. Los resultados en la ciudad de Valencia ya mostraron el 20D un ascenso del PP con Rajoy a la baja. Con Rajoy al alza, la ventaja vuelve a crecer y los populares ganan en 15 de los 19 distritos de la ciudad.
-Ciudadanos resiste el ascenso del PP en la Comunitat. El mal resultado de Albert Rivera no se refleja en las candidaturas valencianas, que pierden menos de un punto porcentual y mantienen los cinco escaños.
-Las encuestas durante la campaña, las andorranas de la última semana y los sondeos a pie de urna cosecharon otro fracaso absoluto, comparable a las del Brexit la misma noche del referéndum. Son una tradición que sólo sirve para que nos entretengamos entre las ocho de la tarde y el comienzo del recuento.
Los votos son los que son y los vetos son los que están. En esta calurosa semana de julio, el bochorno lo producen los “líderes” políticos que bajan en votos o escaños y suben en humos
"No esperará que le llevemos todos flores a Mariano", afirma