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Aquello de lo que nunca hablamos: las claves de un pacto Ábalos-Puig

23/01/2020 - 

VALÈNCIA. El recién estrenado Gobierno de España ha comenzado a caminar con los distintos nombramientos y la puesta en marcha de los primeros informes para los Presupuestos Generales del Estado. Mientras, el Consell del Botànic trata de tomar velocidad de crucero en la gestión -le está costando- para lograr que el pacto de izquierdas -PSPV, Compromís y Unides Podem- pueda consolidarse más de dos legislaturas en el poder.

A esta agenda pública le sigue otra paralela centrada en los asuntos orgánicos. Cuando los ciudadanos ya han dictaminado su veredicto en las urnas, los partidos políticos comienzan sus particulares carreras internas por los liderazgos dentro de sus organizaciones que, a la postre, serán fundamentales para seguir postulándose como candidatos a las instituciones.

En este punto, la situación del PSPV-PSOE es especialmente digna de análisis. En julio de 2017, el secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, era reelegido en el cargo tras vencer en las primarias al alcalde de Burjassot, Rafa García, que contaba con el importante apoyo del sector liderado por el ahora ministro -entonces 'sólo' secretario de Organización del PSOE- José Luis Ábalos.

Ahora, con las posiciones socialistas de gobierno relativamente consolidadas (al menos por un tiempo), toca pensar en la gestión pero también en la estrategia interna. Todavía está por definir si el líder del PSOE, Pedro Sánchez, acometerá el congreso federal en el presente ejercicio, una posibilidad que muchos ven factible dado que, siendo presidente del Gobierno, se le presupone una reelección asequible. Un cónclave que daría paso a los procesos autonómicos: en el caso valenciano, Puig ya ha confirmado su intención de repetir en el cargo -pese a que en 2017 dijo que sería la última vez- por lo que su entorno ya trabaja en cómo lograr la confianza de la militancia en el futuro proceso.

Ábalos, Puig y Sánchez juntos en un mtin. Foto: KIKE TABERNER

Sí. No lo duden. Pese a que no haya fechas para un congreso, en los partidos siempre hay 'pesos pesados' dedicados a estas cuestiones perennemente. En el bando de Puig, distintas fuentes opinan que en un futuro cónclave todo pasará por alcanzar un acuerdo con el sector de Ábalos, el más fuerte junto al del presidente de la Generalitat. Una tesis que algunos históricos socialistas neutrales también contemplan pese a que precisamente desde el grupo del ministro insisten en refutarla. "Las fuerzas han cambiado mucho desde el último congreso del PSPV", resaltan fuentes de este sector en lo que parece un mensaje claro en dirección a la batalla.

Tampoco resulta extraño. Decía Sun Tzu: "Hay que comparar cuidadosamente el ejército opositor con el propio para saber dónde la fuerza es superabundante y dónde deficiente". Precisamente lo que deben hacer ahora ambos sectores, así lo admiten dirigentes socialistas, es actuar como si los dos bandos fueran a enfrentarse tratando de recabar el máximo de apoyos y fidelidades posibles para evaluar, antes de llegar al conflicto, con qué fuerza cuenta cada grupo. Un trabajo previo que condicionará las conversaciones, dado que no es lo mismo negociar frente a un ejército leal, numeroso y bien provisto que con uno débil, reducido y frágil.

A partir de ahí, distintas fuentes socialistas, especialmente desde el sector de Puig, creen que las hipotéticas conversaciones llegarían a buen puerto debido a la veteranía y similar experiencia política de ambos líderes. "Son personas de partido y no hay rencor por situaciones pasadas", opina un dirigente del PSPV a este diario.

Ahora bien, ya hay quien se atreve a anticipar claves de la negociación. Así, si tiene que haber pacto para que no exista una candidatura alternativa a Ximo Puig -al menos desde el 'abalismo'- para liderar el PSPV, no será a cambio de nada. Siendo una pelea dentro del partido, lo primero que viene a la mente es una presencia importante del sector del ministro de la futura Ejecutiva de la formación socialista, ahora copada por responsables próximos a Puig, dado que la falta de acuerdo en 2017 hizo que ningún afín a Ábalos se aviniera a entrar en la cúpula. 

En este punto, suelen contemplarse puestos como la Vicesecretaría General del partido, el área de Organización, la de Relaciones Institucionales y Acción Territorial o la de Acción Electoral de cara a futuras negociaciones. En el anterior cónclave, desde el 'abalismo' apelaban directamente a una bicefalia: que Rafa García fuera el líder del PSPV mientras que Puig pudiera presentarse de nuevo como candidato a la Generalitat. Algo que los afines a Puig rechazaron de plano.

La secretaria general del PSPV de Valencia, Mercedes Caballero, mano derecha de Ábalos. Foto: EVA MÁÑEZ

Pero más allá de este tipo de debate, si la posición del 'abalismo' es fuerte sería lógico que dieran un paso más aparte de los puestos en la Ejecutiva. La composición del Gobierno valenciano realizada por Puig y su entorno causó un fuerte malestar dentro del grupo del ministro: no hubo ninguna designación de alto cargo -ni tampoco asesor- que pudiera considerarse abiertamente afín a este sector. Bien es cierto que, previamente, la secretaria general del PSPV de Valencia, Mercedes Caballero, afín a Ábalos, había impuesto su criterio en la elección de los diputados provinciales para situar a la mayoría de miembros de su órbita. En cualquier caso, el escenario resultante fue de conflicto entre las dos familias socialistas.

Dicho esto, no sorprendería que desde el sector del ministro se pusiera sobre la mesa la presencia dentro del Gobierno valenciano o el dominio total de otras instituciones como es la Diputación de Valencia, controlada por el 'abalismo' actualmente pero presidida por Toni Gaspar, cercano al alcalde de Mislata y secretario de Relaciones Institucionales del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, un tándem que mantiene su propio grupo de fuerza aunque sin una posición todavía definida -podría ser decisiva si hay conflicto- para el futuro congreso de partido.

Así pues, estas son algunas de las elucubraciones que circulan en diversos sectores socialistas cuando todavía no hay calendario para la gran cita orgánica. De no seguirse este camino de negociación, la lucha de las dos familias principales irá destinada a tratar de lograr el respaldo de otros grupos y referentes del partido de cara a unas primarias que, posiblemente, no solo decidan quién es el próximo líder del PSPV, sino también quién será el candidato a la Generalitat en los siguientes comicios.


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