VALÈNCIA. El Museu de Belles Arts de València (Mubav) ha presentado su programación para el 2026 y, si habláramos en términos de festival de música, estaría claro quien sería cabeza de cartel: Rubens. Será el pintor flamenco la estrella del ‘menú’ expositivo de los próximos meses en el centro, que acogerá una muestra que se presenta no tanto como un proyecto sobre el pintor y su obra sino sobre todo el ambiente que lo rodeaba para llegar a ser quien fue. “Va a ser una exposición excepcional y que nos permite situarnos en un plano muy importante”, incidió el director de la pinacoteca, Pablo González Tornel, quien desveló la programación del próximo curso junto a la secretaria autonómica de Cultura, Marta Alonso. 

Comisariada por Ana Diéguez-Rodríguez, Rubens. El florecimiento de un genio abarcará desde el ambiente que el maestro flamenco vivió y respiró en Amberes en el último cuarto del siglo XVI hasta 1621, año del fallecimiento del archiduque Alberto de Austria, y el comienzo de una nueva etapa política en Flandes. La “ambiciosa” producción pondrá el foco, pues, en un Rubens desde el que se explica y mediante el que se explica su contexto hasta convertirse en el artista que fue, “el pintor más importante del mundo en la década de los años 20 del siglo XVII”.

“Es una programación diversa que se mueve entre mundos muy distintos en dos sentidos. Por un lago, abarca cronológicamente un abanico muy amplio, desde arte del Renacimiento y el Barroco, hasta arte de hace unas décadas; por otra parte, bascula entre dos conceptos: ser capaces  de poner en valor la riqueza de la propia colección y hacer posible que vengan a València obras de primer nivel que habitualmente no se pueden ver”, relató Pablo González Tornel. 

El Belles Arts más contemporáneo

En uno de esos extremos cronológicos se encuentra la muestra Tiempos modernos, con la que el centro pondrá en valor su colección más contemporánea, formada por obras de Equipo Crónica, Yturralde, Juana Francés, Eusebio Sempere o Equipo Realidad. Esta muestra, que muchos pensarían que encaja más en la línea de trabajo del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), precisamente se explica gracias y a través del nacimiento de este centro en el año 1989. “Este museo fue, hasta la creación del IVAM, la institución que estaba llamada a ser referente de toda la Historia del Arte”, destacó González Tornel. 

Fue muy especialmente bajo el mandato de Felipe Garín Llombart que se incorporó una buena parte de la obra de artistas de posguerra a través de distintas adquisiciones, un proceso que se frenó con la creación del IVAM y que dejó esta parte de la colección “un poco fosilizada”. Precisamente sacar del almacén estos fondos que habían quedado en el “limbo” y, además, aprovechar para acondicionar varias de las piezas que se expondrán es el gran objetivo de una muestra que indagará por la figuración de posguerra o la abstracción, mostrando la cara más contemporánea del Mubav. 

De Antonio Palomino a María Magdalena

Uno de los nombres propios que marcarán el ritmo del museo en el próximo curso será el de Antonio Palomino. El artista, del que en estos días se ha hablado no poco tras la presentación de la restauración de la iglesia de los Santos Juanes, protagonizará una muestra comisariada por el historiador del arte José Riello que analiza la figura de este pintor y tratadista cordobés, autor de los portentosos programas decorativos de la iglesia parroquial de San Juan del Mercado y de la Basílica de la Virgen de los Desamparados durante su estancia en València entre 1699 y 1704.

Con motivo del tercer centenario de la publicación del segundo volumen de su tratado ‘Museo pictórico y escala óptica’ (1715-1724), esta es la primera exposición monográfica dedicada a la obra de Palomino y lo hace “en toda su complejidad”, pues en ella se combinan pinturas, dibujos y estampas, producción literaria y teoría pictórica. “Palomino conecta con Santos Juanes, los Desamparados o San Nicolás, mientras que Rubens enlaza con el mejor Barroco europeo”.

La última parada del programa expositivo de 2026 nos lleva a la figura de María Magdalena. Será el propio González Tornel quien ejercerá el comisariado de Ni santa ni pecadora, una exposición que propone una reflexión sobre los roles asignados a la mujer en la historia de las artes visuales a través de una figura fundamental en la pintura y la escultura.

Con cerca de setenta piezas y especial enfásis en el Barroco mediterráneo, una nómina de autores que pasa por Pedro de Mena, el Greco o Ribera, esta exposición "permitirá construir un discurso de gran calado e incitar a reflexiones que se proyectan en el mundo actual".