VALÈNCIA. El arte urbano valenciano tiene muchos nombres y entre ellos tiene nombres de mujeres, los de artistas, creadoras y rompedoras dentro de un sector que consideran que está “muy masculinizado”. Ellas son Jullieta XLF y Bárbara Sebastián, aunque entre los muros se le conoce como Barbiturikills. Sus obras ahora se celebran dentro del Centre del Carme, donde a través de la muestra Principios se habla sobre cómo los grafitis y los murales se reivindican desde el presente, y en la que se repasa la historia de las y los artistas grafiteros que han conquistado València.
Entre los muros del museo las obras de Julieta XLF y Sebastián se cuelan entre las de Pichiavo, Dulk, Vinz Feel Free y el dúo de mujeres que componen Cachetejack, generando una muestra coral y plural, aunque en las calles no siempre ha sido así. Con motivo de analizar la falta de caras femeninas visibles dentro del mundo del graffiti, Julieta XLF y Sebastián conversan con Culturplaza para analizar la importancia de salir del anonimato y poder convertirse en referentes. Una acción que parte por pequeños gestos, como puede ser esta exposición en la que una institución pública como un museo celebra el arte del graffiti dentro del marco institucional.
La artista Bárbara Sebastián, que confiesa que ha empezado a trabajar su arte en los muros hace cosa de diez años, explica que para ella la importancia de que le pongan cara y de ser una imagen visible del arte urbano en València recala en el concepto de convertirse en referente. Convertirse en un ejemplo para todas esas mujeres que entran en la Facultad de Bellas Artes -y que son mayoría- y que luego en los festivales se refleja en una “escandalosa minoría”: “El sector está muy masculinizado y hay comportamientos muy machistas dentro del mundo del graffiti, en el mundo del arte urbano es todo cuestión de oportunidades y si no te dan la oportunidad no puedes demostrar lo que vales”.

- Pieza de Barbiturikills -
- Imagen cedida por la artista
“Para que te vean necesitas la oportunidad de que te dejen una pared grande, con máquinas y presupuesto adecuado a nuestro trabajo”, explica la artista valenciana, que aunque lleva menos de diez años en el sector, ya ha podido ver todo tipo de injusticias en su trabajo. Por su parte, Julieta XLF, que lleva más de veinte años trabajando entre los muros de València destaca que se ha pasado de la ilegalidad del graffiti y tener que “pintar por la noche y acompañada de sus amigos” a que se celebre el trabajo que hacen en los museos. Algo que a veces hace que se pierda un poco el sentido base del street art, pero que sirve para visibilizar su trabajo.
Recordando la realidad de los muros, Sebastián recuerda que abrirse paso en los muros no es tan fácil, hace falta pertenecer a un grupo de ir de la mano de algún compañero: “Es un machaque continuo en el que te tienes que enfrentar a situaciones que muestran que estamos en un sector muy masculinizado en el que es difícil hacerse un hueco. Para mí ir de la mano de Hope me ha ayudado a abrirme un hueco y aprender por donde moverme”, destaca la artista, quien considera que abrirse paso en los museos parece hasta más sencillo por cuestiones de imagen en según qué casos.
“Afortunadamente en los ayuntamientos y las instituciones se exige una cuota mínima de mujeres porque si no ni pintaríamos. Muchas veces las cuotas no llegan ni al 50%, el resto sería superarla y convertirnos en ejemplo fuera de las fechas señaladas”, apunta Sebastián quien además apunta a que el street art en las calles -pintando de noche y a solas- tampoco es un espacio amable para las mujeres.

- Pieza de Julieta XLF -
- Imagen cedida por la artista
Julieta XLF, al relacionar su obra con su imagen, al ponerle cara, considera que se puede luchar por convertirse en referente de una generación que tiene que saber que puede aspirar a trabajar y vivir del arte: “Cuando ves que hay alguien que lo ha conseguido, te planteas que puedes llegar a ello. Es importante que se nos ponga cara lejos de fechas marcadas y de líneas muy concretas”, apunta la artista, quien considera que de momento aún hay fechas clave en las que se llama más a las mujeres grafiteras como el “8M o el 25N”: “Si me llaman para hacer un encargo en esas fechas mi trabajo va a versar sobre el feminismo porque es importante, pero lo interesante sería que no hicieran falta estas fechas tan señaladas para destacar la obra de las mujeres”.
“Son fechas que, por desgracia, todavía necesitamos tener en el calendario, pero a veces se aprovechan de estos eventos para cubrir la cuota. Muchas veces nos encasillan en la temática de género y no podemos trabajar en otras cosas que también nos interesan”, destaca Julieta XLF, quien también aborda piezas en las que critica el peligro que sufren los inmigrantes al traspasar fronteras para ir a otros países o incluso la vida y muerte en el Mediterráneo. Imágenes que, como las que realiza de forma habitual, ya tienen una perspectiva feminista de por sí.

- Pieza de Barbiturikills -
- Imagen cedida por la artista
Por su parte, Sebastián considera que las fechas señaladas a veces también se le dan a hombres y se les “paga mejor” otro de los grandes temas a abordar: “En eventos en museos o institucionales se paga con igualdad, pero sigue habiendo muchos eventos en los que se paga más a los hombres”, destaca la artista. Respecto a los referentes en su etapa formativa recuerda también que en la propia Facultad de Bellas Artes se estudia con La historia del arte de Ernst H. Gombrich, un libro que en su primera edición no tenía ni un solo nombre de mujer y que en su segunda edición incluyó a Frida Kahlo como acto casi “revolucionario”.
“Ahora ha salido un libro llamado Historia del arte sin hombres (escrito por Katy Hessel y editado en español por Ático de los libros) y ahí vemos todas las referentes que nos hemos perdido, la cantidad de mujeres que han sido invisibles a lo largo de la historia y que tienen una obra y vida interesantísima”, destaca Sebastián. Sus obras, entre las de otras tantas mujeres, deberían formar parte también de una historia en la que las calles de València muestren las caras de sus artistas y donde se vea, por fin, que el street art valenciano tiene nombre de mujer.

- Pieza de Julieta XLF -
- Imagen cedida por la artista