SALZGITTER. La transformación en la automoción mundial ha llevado a la mayoría de firmas automovilísticas a trazar nuevas estrategias con la vista puesta en la descarbonización y reconversión de sus flotas. Y, en ese camino, las gigafactorías de baterías se han convertido en parte clave para la competitividad y rentabilidad del negocio para poder dar soporte a esos futuros coches eléctricos.
Así lo ha entendido la alemana Volkswagen, cuyo plan a futuro pasa por la construcción de cinco plantas para la producción de celdas de baterías en Europa con el objetivo de cubrir la demanda que precisará el grupo para sus modelos. Una estrategia que contará con una inversión cercana a los 20.000 millones de euros y que, además, también les permitirá proveer a terceros y minimizar la dependencia del mercado asiático, que actualmente acapara el 95% de la producción.
De hecho, hace ya unos años que Volkswagen detectó necesidades en el mercado y se hizo con una participación del 20% de la sueca Northvolt, que ya tiene otras instalaciones de estas características, y promueve otra fábrica de baterías en Skellefteå, en el norte de Suecia para 2023. Sin embargo, será su planta alemana en Salzgitter la primera factoría propia de la multinacional.
La segunda será la de Sagunt, dado que el resto de instalaciones todavía está por desvelar su ubicación. La compañía ya ha dejado claro en varias ocasiones que sus fábricas estarán estandarizadas por cuestiones de ahorro de costes y maximización de la eficiencia, ya que las baterías representan el 40 % de los costes de un vehículo y es un componente decisivo para la rentabilidad del negocio. Por tanto, la fábrica valenciana será una réplica de la alemana, cuyos trabajos constructivos arrancaron el pasado siete de julio de 2022.
"Hemos creado un sistema de celdas de baterías unificadas para que se puedan producir en plantas idénticas. Las fábricas estarán estandarizadas para ser más flexibles y mejores en costes por la economía de escala", explicó Frank Blome, CEO de PowerCo, la filial que ha creado Volkswagen para su negocio de baterías, durante la visita de una delegación valenciana, encabezada por el 'president' Ximo Puig, a la fábrica alemana. Por tanto, la factoría de Salzgitter es la más avanzada de la firma automovilística y la 'hermana mayor' que inspirará a lade Sagunt.
"Esta planta de Salzgitter define las pautas y los sistemas que luego replicaremos en Sagunt y en el resto de factorías para agilizar los procesos en un mercado que crece rápidamente. A partir de ella, las demás serán una copia y el modelo a seguir porque al estandarizar su diseño se pueden ahorrar costes y generar sinergias", remarcó. Eso sí, con algunas diferentes.
La fábrica alemana se ubica en el perímetro del gran complejo que la firma automovilística tiene en la región y que ocupa cerca de tres millones de metros cuadrados. Unas instalaciones en las que el gigante alemán cuenta con laboratorios, oficinas y naves de producción de diferentes componentes para sus vehículos. Por tanto, una parte del espacio será una ampliación de nueva planta, mientras que otra surge a partir de la reconversión de la fabricación de motores de combustión, para convertirse en la primera planta de celdas del grupo alemán en 2025
En cambio, la de Sagunt nace desde cero y ocupará en el parque industrial de Parc Sagunt una superficie total de 1,3 millones de metros cuadrados, además de otros 700.000 metros cuadrados se han reservado para su parque de proveedores. "Necesitamos rapidez en la transformación y construcción de las plantas. Queremos que la de Sagunt esté en 2026, lo que permitirá a España ser pionera en la electromovilidad", reseñó el directivo.
Y es que los cinco pilares fundamentales en los que se basa la compañía pasan por la tecnología de las celdas de baterías -con un exterior estandarizado que podrá servir para el 80% de los vehículos y que permitirá que las fábricas sean "idénticas"--; la industrialización, la integración vertical que abarque también la cadena de suministros de las materias primas; los sistemas de almacenamiento de energía y el equipamiento, de fabricación europea para reducir la dependencia de Asia.
En Salzgitter ya se están haciendo pruebas de esas primeras celdas, basadas en láminas de cobre superpuestas a las que se les incorpora la electrónica y se cubren con una carcasa exterior. "Estamos todavía haciendo los procesos iniciales y formando al personal", explicaron los directivos de la firma durante la visita a estas instalaciones. Unas celdas que requerirán los nuevos modelos eléctricos que Volkswagen fabricará en sus plantas de Martorell y Navarra y que alcanzarán las 200 unidades por vehículo, en función de la autonomía.
De acuerdo con los planes de la compañía, la factoría valenciana tendrá una capacidad de producción anual de 40 GWh al año, lo que permitirá el suministro de 800.000 vehículos eléctricos anuales. Y ello tras una inversión de 4.500 millones de euros en el periodo 2023-2026, lo que permitirá la creación de cerca de 4.200 empleos directos, el 92% de ellos personal de producción y el resto de dirección y administración.
Pero, para ello, la formación del personal es un factor fundamental. PowerCo ya ha iniciado en Valencia un proceso de selección de los primeros perfiles profesionles, pero se necesitará instruir a la plantilla en las nuevas labores. Una tarea que ya está llevando a cabo Volkswagen en Salzgitter y que la delegación valenciana puedo conocer de primera mano. La firma alemana tiene 30 academias en el mundo, que forman a 15.000 aprendices en las nuevas profesiones que trae la electromovilidad.
"Para nosotros es muy importante la formación de la plantilla de motores de combustión a las celdas de baterías porque se necesitan adquirir nuevas competencias", explicaron desde Volkswagen. Así, se ha pasado de un equipo formado mayoritariamente por expertos en el metal a invertir en la cualificación en electrónica y química.
También, explicaron que para ampliar conocimientos, una delegación de 40 personas viajaron a la empresa Gotion en China para formarse en cuestiones de baterías. Una experiencia que se repetirá en los próximos meses. "Nos esforzamos mucho en los procesos de selección que basamos tanto en los práctico como en lo cognitivo", reseñó Blome. Tanto es así que admitió que uno de los factores que inclinaron la balanza a favor de Sagunt en la elección de la ubicación final fue precisamente las potentes universidades que ofrece Valencia.
De hecho, durante la visita a la planta alemana, Puig avanzó que la Administración Valenciana ya ha iniciado la tramitación para la compra a Espais Econòmics Empresarials (EEE), gestor público de Parc Sagunt, de una parcela en Parc Sagunt I de cerca de 16.000 metros cuadrados para la construcción de un centro de Formación Profesional, orientado a la formación de jóvenes para dar soporte a la futura planta de baterías.
Se trata de uno de los compromisos que adquirió el Consell con la compañía en el convenio que suscribieron en julio y que ya recogía una inversión autonómica de 15 millones para la construcción de este espacio. El diseño curricular incluye las familias de electricidad y electrónica; instalación y mantenimiento; y química y la adquisición del suelo rondará los 2 millones de euros.
El centro de formación contará con profesores de la Universitat Politècnica de València. El instituto tendrá capacidad para formar a 400 alumnos y también atenderá las necesidades de formación del clúster que se generará en el entorno del parque industrial.