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'Así se domina el mundo': un libro-alerta del coronel y experto en contrainteligencia Pedro Baños

29/01/2018 - 

VALÈNCIA. El coronel Pedro Baños, exjefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo, nos ofrece estas respuestas a las grandes preguntas que todos nos hacemos sobre el futuro inmediato del mundo. 

En unas pinceladas: ¿cómo va a ser el escenario global en los próximos años?

Podíamos basarnos en una serie de puntos muy elementales pero que lo van a definir todo. Por un lado va a haber un enfrentamiento cada vez mayor desde el punto de vista geopolítico, muy preocupante, entre un Estados Unidos que ha visto que iba perdiendo parte del poder omnímodo que ha tenido desde que en mil novecientos noventa y uno desapareciese la Unión Soviética, y China y Rusia. Por otro lado vamos a vivir también un enfrentamiento cada vez más agudizado en el ámbito económico, relacionado también con el ámbito geopolítico, sobre todo y muy especialmente entre EEUU y China. Según los pronósticos, la Unión Europea irá perdiendo fuelle; el mundo eurocentrista del que hemos disfrutado durante mucho tiempo está desapareciendo, y además a pasos agigantados. Todo esto lo vamos a unir con un campo de batalla actual que es el ciberespacio, y esto a su vez lo podemos enlazar con las altas tecnologías que van a revolucionar completamente el mundo. El pronóstico que se hace es para el dos mil treinta. Ese momento va a ser un punto de inflexión muy importante. Se cree que para entonces estará ya extendida la computación cuántica, hasta ahora experimental, que probablemente deje obsoleta en muy pocos años la tecnología que conocemos actualmente. Y por otro lado no podemos olvidar otros fenómenos transversales como son el calentamiento global -y negarlo es de necios: solo hay que ver las temperaturas que ha habido estos días en Valencia- o todos los fenómenos relacionados con la demografía.

¿Y qué hay de la juventud?

Junto a todo esto tenemos y tendremos a una juventud muy desilusionada, y en Europa, en concreto, adormecida, porque está sostenida artificialmente por la familia, por los abuelos, por el Estado. Una juventud que siente que no tiene perspectiva de futuro, que ve difícil consolidarse y alcanzar puestos de clase media, que sufre por sueldos mal pagados -cuando los tiene-, y en muchos casos incapaz de aplicar laboralmente todo aquello que han estudiado durante tantos años. El que no quiera entender que eso es un germen para que se produzca una revolución, está muy ciego. Si eso lo unimos al desencanto con el sistema democrático y con la globalización, el resultado es una revolución que de darse se va a dar, cómo no, en las grandes ciudades. En ellas es especialmente relevante lo que yo llamo la percepción de injusticia: cuando tú antes vivías en una montaña, vivías como vivías y te parecía que no había otro modo de vida, pero cuando vives en condiciones de marginalidad en una ciudad pero ves cómo vive la élite -que es además una élite cada vez más rica y más elitista-, se crea una percepción de injusticia que una vez más, aboca a la revolución.

 

¿Qué impacto va a tener la superpoblación?

La superpoblación siempre ha llevado al conflicto. A mí me gusta siempre poner el ejemplo de la China actual en comparación con el Japón de antes de la II Guerra Mundial. ¿Por qué entra Japón en guerra, por qué tiene necesidad de expandirse? ¿Por qué trata EEUU de frenar esa expansión? Porque no tenía recursos suficientes para su superpoblación, y porque no tenía incluso territorio, no solo recursos. Pero es que es el mismo caso que China, que con el 22% de la población mundial, apenas tiene el 7% de las tierras cultivables. Tierras cultivables las suyas, además, cada vez más desertificadas por culpa del cambio climático, un agua cada vez más contaminada... Obviamente China necesita encontrar fórmulas para alimentar a la población; ya no estamos hablando siquiera de vivir mejor o peor o de tener tecnología, estamos hablando de alimentar a la población, y ante eso la gente evidentemente es capaz de cualquier esfuerzo. India también tiene un problema gigantesco, además con problemas estructurales muy importantes y una población que está creciendo a un ritmo desmesurado y que quizá supere a China holgadamente pronto; estamos hablando de mil trescientos cincuenta millones de habitantes.

¿Y la superpoblación de África? ¿Cómo van a evolucionar los movimientos migratorios?

Si alguien cree que tenemos un problema de inmigración ahora mismo, que sepa que actualmente no tenemos ningún problema de inmigración, el problema de inmigración está solo empezando. Estamos en la punta del iceberg de lo que se nos viene encima. Para el año dos mil treinta Nigeria probablemente tenga más habitantes que toda la Unión Europea. Piensa que mientras en Europa las mujeres tienen el primer hijo cada vez más cerca de los cuarenta años, en África en ese tiempo se pueden dan hasta tres generaciones. Y mientras aquí tenemos un hijo o poco más de un hijo de media, hay países como Mali que todavía tienen siete hijos por mujer fértil. Multipliquemos siete por tres y nos daremos cuenta del crecimiento de la población de África. Para dar números redondos, la población de África se duplica cada veinte años. Quiere decir que si ahora hay mil millones de habitantes, dentro de veinte años, en la década del dos mil treinta, habrá dos mil millones de personas en África. Esto generará movimientos migratorios en primer lugar intraafricanos, pero también fuera de África, y, ¿dónde van a ir? Pues lógicamente irán, como haríamos cualquiera de nosotros, donde crean que se les puede ofrecer una esperanza, o simplemente, donde no vayan a morir de hambre como en estos países africanos en muchísimos casos.

Hablabas de una pérdida de fuelle de la Unión Europea. ¿Cómo va a quedar de vulnerable en el escenario global? 

Cada vez más. Hay que pensar que nosotros tenemos graves problemas estructurales dentro de la UE, aunque siempre culpemos a Rusia de todos nuestros males; no sé si somos conscientes de que el país que se nos ha ido es el Reino Unido, uno de los países principales de la UE, pero ya no solo por población o por economía, también por su carácter militar: es un país nuclear. Al margen de eso vemos que hay una corriente dentro de la UE que quiere separarse. En el Parlamento Europeo hay cada vez más euroescépticos. Pero además es que hay países que a raíz de estos movimientos migratorios están incumpliendo sistemáticamente todas las directrices de Bruselas y están hablando claramente de abandonar la UE: Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, o incluso Bulgaria.

¿Qué beneficios podría obtener, por ejemplo, Bulgaria, separándose de la UE?

Lo que ocurre es que hay países que empiezan a ser escépticos en general porque no han recibido todo lo que pensaban que iban a recibir uniéndose a la UE. En el caso de Bulgaria, además, empiezan a mirar de nuevo hacia Rusia. Claro, hay que pensar que Rusia es un país que está despertando todavía, un país con recursos infinitos me atrevo a decir, porque tiene todos los que ya está explotando ahora, más todos los que si se sigue confirmando el calentamiento global, va a poder explotar en un futuro. Estamos hablando de un país cuyo territorio es el doble que el de EEUU, el de Canadá o el de China. Mayor que Canadá y China juntos, que son los dos siguientes en territorio, y además rico en todo, en minerales estratégicos, en oro, en madera, en agua; lógicamente hay países que empiezan a mirar otra vez para allá, porque además hay que entender que mucha gente busca el liderazgo unificador, y aquí en la UE, todavía tenemos una burocracia superlenta, que es uno de los motivos por los que se va el Reino Unido, con un aparato pesadísimo que tarda años en tomar resoluciones y en elaborar informes. Aquí vimos un ejemplo con la contranarrativa contra el Estado Islámico: cuando después de dos años se saca por fin una contranarrativa teóricamente comunitaria, al día siguiente ya había sacado el Estado Islámico la contracontranarrativa. Tenemos problemas muy importantes, como esa multiplicidad de idiomas -veinticuatro idiomas oficiales-, el auge de los nacionalismos... Problemas que no presentan un panorama muy halagüeño.

Y de este panorama poco halagüeño como dices, ¿puede surgir algún líder europeo gestado en algún extremo?

No es desdeñable. Mucha gente está desencantada con el sistema democrático; desde nuestra perspectiva se dice mucho que Rusia está debilitando su sistema democrático, pero es que aquí está ocurriendo lo mismo por culpa de la corrupción de nuestros políticos. Cuando esto sucede, la gente acude a los extremos, que también son los nacionalismos. Esto es fruto de la desilusión.

¿Habrá grandes guerras en el futuro inmediato? 

De momento se seguirán librando a través de actores interpuestos, como puede ser Corea del Norte, donde el debate es en realidad entre China y EEUU. Va a seguir ocurriendo lo mismo lamentablemente en Siria y en todo Oriente Medio en general. Tenemos el caso de Irán, que es un objetivo de EEUU, que tiene que reconfigurar todo el poder que ha adquirido Irán en la zona. Pero con el tiempo, terminará por haber un enfrentamiento importante entre China y EEUU, aunque nada más sea ateniéndonos al estudio de la historia. Ahora, no sabemos si se librará con armas nucleares, en el espacio -en el ciberespacio ya se está librando-, o si consistirá en una gran operación aeronaval en el Pacífico o en el mar del Sur de China. Pero lo habrá, porque China tiene necesidad de expandirse.

En materia de guerra, ¿qué armas no conocemos todavía que se vayan a usar en próximos conflictos? Recordemos que las armas nucleares son armas, por así decirlo, del pasado. 

Va a haber una robotización muy importante de la guerra, con todos los problemas morales que eso conlleva, porque no es lo mismo ver a los ojos a la persona que vas a matar que matarla a miles de kilómetros de distancia, que te parece casi un videojuego. Luego además hay que pensar que las armas nucleares no van a ser solo las armas nucleares estratégicas. Se van a emplear armas nucleares tácticas, aquellas que se emplean a nivel de teatro, como decimos los militares, con unos efectos muy limitados, en una zona geográfica muy concreta. Además de eso, el efecto principal que se va a potenciar es el electromagnético. Se entiende por ejemplo que si EEUU llegase a actuar contra Irán o a Corea del Norte, emplearía un arma de efectos electromagnéticos, porque eso destruye todos los sistemas de tal manera que aunque quieras responder apretando el famoso botón rojo, no puedes porque ya no funciona. Luego también va a haber una revolución en los aviones, probablemente con aviones no tripulados: China está ya experimentando con aviones hipersónicos capaces de volar a 40 mach -estamos hablando de doce kilómetros por segundo-, o drones, también desarrollados por China, que tienen el tamaño de un balón y vuelan a veinticinco kilómetros de altura, por tanto, totalmente indetectables. Y por supuesto, veremos grandes avances en el espacio.

¿Quién va a ser el próximo gran enemigo que veremos en el cine de Hollywood?

Los asiáticos.

Tener constancia de todo esto genera desasosiego, tristeza, frustración. ¿Se puede leer de otra manera esta información? ¿Qué lectura se le debe dar a tu libro?

Vamos a llamarle un libro denuncia, un libro alerta, porque para buscar soluciones tienes que conocer los problemas. Lo que no puede ser es que metamos la cabeza en un hoyo, que de hecho, es lo que muchas veces quieren que hagamos, porque para el político de turno es muy cómodo. Piensan, “bueno, qué voy a estar, ¿cuatro, ocho años? Ya el que venga detrás que lo solucione. ¿Dos mil treinta? Para entonces ya estaré en las Bahamas con la buena pensión que me quede”. Tenemos que pensar de un modo estratégico, y sobre todo la gente joven, que tiene que exigir que se busquen soluciones a largo plazo. No parchecitos para el día de mañana como estamos haciendo ahora en Europa. China diseña los planteamiento estratégicos a cincuenta años vista. Rusia más o menos igual. Aquí tenemos que buscar fórmulas diferentes a las que tenemos ahora. Porque si no cambiamos la realidad social, se va a cambiar ella sola. Y si se cambia ella sola va a tender hacia el radicalismo.

Pedro Baños (León, 1960), además de Coronel del Ejército de Tierra, ha sido Jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo, profesor de Estrategia y Relaciones Internacionales en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, miembro del equipo de la Dirección General de Política de Defensa del Ministerio de Defensa durante la presidencia española de la Unión Europea en dos mil diez y jefe del área de Análisis Geopolítico de la División de Asuntos Estratégicos y Seguridad de la Secretaría General de Política de Defensa. En la actualidad y desde hace años ejerce de analista y de conferenciante.

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