VALÈNCIA. Las obras de construcción de la futura línea 10 de Metrovalencia van avanzando con el horizonte del primer trimestre de 2022 fijado para su puesta en funcionamiento. El último paso adoptado por la Generalitat Valenciana ha sido la licitación del túnel peatonal subterráneo que conectará la nueva estación Alacant, incluida en la nueva línea, con la de Xàtiva, con el fin de unir el nuevo servicio de metro con el resto de la red de metro.
Esta actuación supone la construcción de un gran cañón en el subsuelo, de cerca de 260 metros, que permitirá a los usuarios acceder a los vestíbulos de ambas paradas y enlazar con las líneas 3, 5 y 9 de la estación de Xàtiva. De esta forma, se pretende conseguir una conexión rápida y fluida de los viajeros para realizar transbordos desde la L10, que unirá el centro de València con la fachada marítima y la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) licitaba este lunes, por cerca de 20 millones de euros, el contrato para la construcción de esta infraestructura, que contará con un plazo de ejecución de 20 meses a partir de la adjudicación. Hace unas semanas, el pleno del Consell autorizaba la operación que incluye, además de la obra constructiva, el diseño de todas las instalaciones eléctricas y de alumbrado; ventilación; protección contra incendios y comunicaciones necesarias para la puesta en servicio de esta conexión peatonal.
De acuerdo con el pliego de condiciones, este túnel unirá, de forma subterránea y peatonal, los vestíbulos de las estaciones de Alacant y Xátiva. Eso sí, en la de Xàtiva se llegará a unos tres metros por debajo del nivel de vestíbulo de la estación, lo que obligará a disponer de un núcleo de comunicación vertical compuesto por una escalera fija y otra mecánica y un ascensor accesible para personas de movilidad reducida.
Además, y dado el elevado número de servicios existentes, se ha previsto la instalación de equipos de trasporte asistido para los viajeros como pasarelas mecánicas como las de los aeropuertos. En concreto, la zona central se destinará el recorrido a pie. También habrá una escalera fija de conexión con la estación de Xàtiva que se situará en la posición central entre la escalera mecánica y el ascensor ofreciendo así una continuidad en el desplazamiento de los viajeros. Por su parte, los laterales del cañón se reservarán para el recorrido peatonal asistido mediante pasillos rodantes y escaleras mecánicas, según el proyecto.
El diseño arquitectónico de la obra se ha proyectado similar al del resto de la línea con el fin de integrar esta actuación en el conjunto de la nueva red. Por tanto, contará con gran parte de los acabados de las estaciones subterráneas de la línea: Alacant, estación de Ruzafa y Amado Granell. Así, se mantendrá el objetivo de ahorro general del proyecto en la propuesta con "soluciones materiales que ya se emplean habitualmente en estaciones de metro por su funcionalidad y fácil mantenimiento, por ser antivandálicos, de fácil limpieza, alta durabilidad y fácil reposición", expone el pliego.
El color propuesto para el cañón es el azul añil, el mismo de las estaciones en la línea 10, que evoca el mar y ofrece un aire mediterráneo. También, el color blanco tendrá una presencia destacada para favorecer su luminosidad y amplitud espacial. La iluminación se ha proyectado en base a un sistema unitario constituido por líneas intermitentes de tubos luminosos dispuestos en la misma dirección que el tránsito peatonal.
Por otro lado, el contrato también incluye otras actuaciones como la instalación de un sistema de bombeo para la correcta evacuación de las aguas recogidas, así como la reurbanización de toda la zona afectada tras la construcción del túnel peatonal, manteniendo la planta actual, con la única diferencia de la implantación de nuevos elementos de ventilación tanto en acera como en calzada.
La futura Línea 10 combinará tramos subterráneos y en superficie, con un recorrido de 5,3 kilómetros y 8 estaciones y paradas (3 subterráneas y 5 en superficie). Pero, además, se ha previsto una prolongación de esta línea hasta el Grao, así como conexiones tranviarias para llegar al Hospital La Fe y la Marina de València. Unas conexiones que recientemente licitó FGV: tanto la redacción de los proyectos de ampliación de la L10 como la construcción de las líneas de tranvía 11 y 12.
Además, en estos momentos están en plena ejecución las obras del trazado del conjunto de la Línea 10, con un presupuesto que ronda los 25 millones de euros en sus tramos subterráneos y de 6,2 millones para las estaciones en superficie. Los trabajos comprenden la instalación de la totalidad de la doble vía y aparatos; drenajes y canalizaciones laterales para instalaciones; y los trabajos de arquitectura de las paradas.
El objetivo, según explicó la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Anaïs Menguzzato en una entrevista con este diario, es que esté operativa en marzo del próximo año. El proyecto de construcción del conjunto de esta línea está cofinanciado por la Unión Europea, a través del programa operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Comunitat Valenciana 2014-2020.