VALÈNCIA. Anaïs Menguzzato es desde hace unas semanas la nueva gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en sustitución del economista Emilio Bayarri Roca. Sin embargo, no es ajena a los problemas y retos que afronta la empresa pública, porque desde hace un año ocupaba el cargo de directora de Igualdad, Seguridad, Accesibilidad y Relaciones Institucionales de la entidad.
"Tenemos muchísimos proyectos en marcha en este momento y la voluntad es la continuidad", explica la nueva gerente. Entre ellos, está el plan de mejoras de frecuencias de la red de Metrovalencia, una iniciativa que contará con 235 millones de euros y que pretende en 2023 mejorar en un 25% la regularidad de paso de los trenes para ofrecer un mejor servicio. También la puesta en marcha de la L10 o la L9 del TRAM d'Alacant. Menguzzato se reúne con Valencia Plaza para abordar presente y futuro de la empresa pública, dependiente de la Conselleria de Movilidad.
-¿Cómo afronta el reto de dirigir FGV?
-Fue una llegada inesperada, aunque yo llevaba ya un año dentro de la entidad. Lo que quise transmitir dentro de la casa es que tenemos muchísimos proyectos en marcha en este momento. Y, precisamente, la voluntad es la continuidad. Además, estamos en un momento complicado, especialmente por el tema de la covid, que en el último año ha supuesto un gran esfuerzo para esta organización. Por tanto, tenemos que enfrentarnos a ello y seguir con todos aquellos retos que estaban en marcha, con la dificultad añadida de la pandemia, aunque también con la ayudas que vamos a recibir por parte del Estado y los fondos europeos.
-¿Cuál es su hoja de ruta?
-Hay un mensaje claro que queremos trasladar y es que la gente deje su coche aparcado en casa. Para eso precisamente hemos presentado los servicios de mejora de frecuencia de Metrovalencia y del tranvía, para mejorar la calidad de vida. Seguramente es la medida más impactante que vamos a tomar en los próximos dos años, porque se va a bajar a más de la mitad el tiempo de espera. Por ejemplo, una persona que vive en la Eliana, que hasta el momento tenía una frecuencia de 30 minutos para poder venir a València, ahora la tendrá de 12 minutos. Por lo tanto, estamos abriendo la posibilidad a que muchísimas personas dejen el coche en casa y se sumen a utilizar en este caso el ferrocarril para para llegar a la ciudad. A pesar de la covid y de las dificultades provocadas por el miedo que ha generado, queremos que la gente vuelva a confiar en el transporte público.
-¿Tienen estimada la caída de viajeros en este año de pandemia?
-En 2019, teníamos unos 81 millones de viajes entre la red de València y Alicante y en 2020 pasamos a mover 44 millones. Hay que tener en cuenta que cuando hay un montón de restricciones, especialmente en un momento respectivas a la movilidad, la gente no salía de sus casas y no utilizaba el transporte público. También es cierto que en un momento dado pudo generar temor utilizarlo, pero nosotros hemos trabajado muchísimo para demostrar que el transporte público es un espacio seguro.
"Estamos poniendo en marcha todas las medidas que podemos, pero necesitamos que la gente planifique su viaje"
-¿Y creen que ese miedo se ha minimizado?
-Entendimos desde el primer minuto que era muy importante y necesario transmitir sensación de seguridad y ser capaces de decir a los viajeros 'continúen viajando con nosotros'. Los estudios que ha hecho el CSIC en dos ocasiones ya han demostrado que nuestro transporte es seguro. No hay virus en nuestras instalaciones y eso está demostrado. Pero creo que sistemáticamente tienes que reforzar ese mensaje. Y así empezamos a hacerlo, hasta el punto de que nosotros ahora limpiamos y desinfectamos diariamente. Además, el aire se renueva cada tres minutos dentro de nuestros trenes y, por tanto, los usuarios están respirando con una determinada calidad.
Además, también contratamos a los 120 auxiliares Covid para ayudar a ordenar los andenes, porque sabemos que hay momentos de entrada y de salida del trabajo o de las universidades que son horarios punta y, aunque ahora con menos tránsito, la gente tiene esa sensación de preocupación, de encontrarse demasiado cerca de otra persona. También está el control de aforo en pantallas o la recomendación de viajar en silencio. Estamos poniendo en marcha todas las medidas que podemos, pero necesitamos que la gente se organice y planifique su viaje.
-Ante la drástica caída de viajeros, ¿temen problemas económicos en FGV?
-Esto supone una merma de ingresos importante para nosotros. Estamos entre los 8-10 millones de pérdidas porque tenemos la mitad de viajeros. Por eso también es importante que la gente vuelva a confiar en nosotros, por una cuestión de seguridad y por la propia viabilidad de este proyecto, para que al final seamos una alternativa al uso del transporte privado. Por eso el esfuerzo para que la gente no tenga temor y hacer todo aquello que esté en nuestras manos para que los viajes sean seguros. Pero de cara a futuro, no hay problemas de viabilidad económica de la empresa.
-¿En algún momento han pensado en abrir vías de ingreso por otras líneas, como recuperar aquel proyecto de las paradas patrocinadas, como la de Amistad-Casa Salud?
-La parte importante de gasto de esta empresa es aquella que se dedica a la explotación y las inversiones y, afortunadamente, gracias a los fondos FEDER y ahora con los REACT, tenemos la posibilidad de ampliar muchísimo nuestros ingresos para inversiones. Por lo tanto, estas ayudas son las que están no solo compensando, sino incrementando nuestra posibilidad de seguir creciendo. Ahora, pese a la covid y la disminución de usuarios, es seguramente el momento en el que más proyectos tenemos sobre la mesa. Es decir, que aunque es cierto que hay un impacto económico por la falta de viajeros, esta empresa está más en marcha que nunca, ampliando sus servicios.
"La reivindicación más importante que hemos tenido han sido las frecuencias. No eres competitivo si pasas cada 45 minutos"
-¿Cuáles son las mayores deficiencias que ha detectado en FGV?
-La reivindicación más importante que hemos tenido por parte de todos los sectores siempre ha sido el tema de las frecuencias. Por eso creo que es nuestro mejor proyecto, porque afecta a todas las personas por igual y no va a dejarse a ningún pueblo de la red sin impactar. Creo que la mayoría de la gente está esperando esa alternativa. Esto sí que es lo que más va a impactar en el cambio de la vida de las personas, tanto de las que actualmente hacen uso del transporte público como aquellas que se querían sumar y que hasta ahora no lo hacían porque no era una alternativa real. No eres competitivo si pasas cada 45 minutos, porque es evidente que complica mucho más. Si pasas cada 18 minutos te puedes convertir en una alternativa al coche.
-¿No veía entonces razonables las frecuencias?
-No es que no fueran razonables, es que se necesitaban más. Es decir, al final, respondemos a una necesidad. Esta provincia decrece en población en el centro de la ciudad y crece en su cinturón y tenemos que ser capaces de ofrecer esa alternativa.
-¿A corto plazo no se podían mejorar las frecuencias?
-En este momento, los 62 trenes que tenemos están todos activos, en las vías. Estamos al cien por cien de nuestra capacidad. La realidad es que tal y como está confeccionada la línea de metro de València, llega un momento en el que en las estaciones del centro -Alameda, Colón y Xàtiva- hay una sola vía y es imposible que pasen más. ¿Qué es lo que pretende esta obra de mejora de frecuencias? Precisamente, que en muchos de los tramos que llegan a esa parte central del ramal se haga un desdoblamiento de vías para que mientras uno entre, pueda bajar otro. Esto necesita de presentar proyectos para hacer el posible cruce en determinados puntos. Y aunque es verdad que 2023 suena un poco lejano, las infraestructuras de este tipo llevan su tiempo entre licitaciones y obras. Creo que 2023 es un horizonte relativamente cercano cuando hablamos de infraestructuras.
-El plan de mejora de frecuencias en Metrovalencia contempla varias actuaciones que van desde el desdoblamiento de tramos de vía única hasta la adecuación de terminales o supresión de pasos a nivel. ¿Por dónde se va a empezar?
-Aún estamos haciendo ese estudio para ver dónde es más necesario actuar en primer lugar. En breve lo tendremos porque lo necesitamos ya. El estudio de viabilidad ya está en marcha y estamos empezando la licitación para la compra de 22 nuevas unidades. Además, tenemos que mantener reuniones con los propios ayuntamientos para escuchar sus necesidades, porque el plan ha generado muy buenas sensaciones y todos tienen muchas ganas de conocer cómo va a ser.
-¿Pero tienen un calendario fijado para acometer las obras?
-Este año se iniciarán las licitaciones y desde luego 2022 es la fecha en las que empezaríamos a ver esas obras de desdoblamiento de vía para que estén en 2023 las del metro y en 2024 las del tranvía.
-Gran parte de la actuación se va a financiar a través de fondos europeos. ¿Tienen la garantía de que vayan a llegar?
-Ahora mismo estamos presentando los proyectos para ese tipo de fondos y no contemplamos en ningún caso lo contrario. Desde hace años están llegando los FEDER. Ahora hay más tipos de ayudas y hay más recursos en este momento de ayuda.
-Otro de las grandes proyectos de FGV es la L10 de Metrovalencia. ¿Cómo van las obras? ¿Hay ya una fecha más clara para su puesta en funcionamiento?
-La línea 10 está cumpliendo sus objetivos. Las obras van muy bien y acabarán a final de año. Luego necesitamos un plazo de entre 2 y 3 meses para hacer todas las pruebas que se tienen que hacer y conseguir las autorizaciones de la Agencia de Seguridad Ferroviaria. Por tanto, en marzo del año que viene, es decir, dentro de un año, podremos por fin subirnos a la línea 10.
"En el momento en el que la vida vuelva a ser relativamente normal volveremos a poner en marcha el servicio de noche"
-Se anunció hace unas semanas una nueva línea 11 de tranvía entre Las Artes y las Ciencias y La Marina que conectará con la línea 10. ¿Cuándo comenzarán las obras?
-Ya se está estudiando la fase técnica. La idea es acometer ambas obras -la línea 11 y la prolongación de la L10- en paralelo. No es para nada incompatible hacer ambas al mismo tiempo. Ahora tenemos esa capacidad de recursos, entre los fondos europeos y los REACT, para poder aprovechar esa inversión y cumplir este compromiso, porque la L10 tenía que llegar a la red tranviaria antes o después. Es absolutamente necesario, que el tranvía vaya a Tarongers, que es donde están los talleres.
-Se planteó que esta línea conectara con el centro histórico. ¿Está descartado ese ramal?
-Lo importante es que toda la red esté unida. La L10 está en la calle Alicante y es verdad que si un usuario está utilizando la línea 3 tiene dificultad para pasar de una línea a otra y eso es inoperativo. Por eso, hemos presentado el cañón que irá desde Bailén hasta la calle Alicante, aprovechando el túnel de la Gran Vía Germanías, que además está en desuso, para conectar ambos tramos. El siguiente cañón, que también está en fase de licitación, es el que une la calle Alicante con la parada de Xàtiva. Pero un nuevo ramal no lo tenemos en absoluto encima de la mesa. En la parte histórica de la ciudad hay un buen servicio de transporte público de la EMT y nosotros funcionamos en otra red.
-En Alicante están en marcha las obras de la L9 del TRAM. ¿Qué avances habrá este año?
-La licitación del viaducto del Pont del Quis, que ha sido de lo más costoso, ya está preparada. El tramo de Dénia entendemos que a principio de verano estará terminada ya la obra para poder llegar a Gata a finales de este año.
-¿Se plantean recuperar el servicio nocturno en el metro?
-Nosotros la noche la hemos tenido en marcha durante dos años. Se paralizó por la pandemia y en el momento en el que podamos volver a ponerla en marcha, lo haremos, porque tenía usuarios. Pero en todo este tiempo tampoco ha existido esa necesidad porque, por desgracia, durante este último año no hemos tenido mucha necesidad de movernos por la noche para salir. En el momento en el que la vida vuelva va a ser relativamente normal, volveremos a poner en marcha el servicio de noche.
-¿Se plantean ampliar el horario de este servicio en un futuro?
-Al final, es una cuestión de estudiar la necesidad. Precisamente, mejoramos la oferta porque existe una necesidad. ¿Por qué hacemos el plan de mejora de frecuencias? Porque existe una necesidad por parte de muchos valencianos de utilizar el transporte y en base a eso buscamos alternativas.